JUSTIFICACIÓN DEL PROGRAMA

El Manejo Integrado de la Zona Costera (MIZC) constituye un principio programático esencial de la Agenda 21, documento principal emitido por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Cumbre de la Tierra) efectuada en junio de 1992 en Rio de Janeiro. En el área programática A del capítulo 17 de dicho documento, dedicado a la protección de los océanos y zonas costeras, se plantea que » Los estados ribereños se comprometen a proceder a un manejo integrado y a un desarrollo sostenible de las zonas costeras…». Partiendo de esa importante definición, en la última década se ha producido un vertiginoso desarrollo del enfoque integrado para el manejo costero a nivel mundial. Aparejado con la elaboración de planes y estrategias nacionales, se ha visto también un creciente interés en la capacitación apropiada de los recursos humanos involucrados, con varios polos de desarrollo teórico y práctico importantes en Norteamérica, Europa y el Sudeste asiático.

En consonancia con esa tendencia global, la Estrategia Ambiental Nacional de la República de Cuba emitida en 1997, plantea como primera medida para la preservación y restauración de la zona costera de nuestro país, la introducción de un Sistema de Manejo Integrado de la Zona Costera. Esta meta constituye un reto muy serio, dado que los problemas y conflictos de la zona costera se caracterizan por ser multifactoriales y multisectoriales, y su solución apropiada debe tener un carácter interdisciplinario donde concurren aspectos relacionados con las ciencias naturales, sociales, económicas, jurídicas y técnicas. La capacitación de profesionales en este nuevo enfoque integrado, que trasciende de forma significativa el alcance estrecho de las disciplinas tradicionales, constituye una tarea urgente que ha sido priorizada tanto a nivel mundial como en la región del Gran Caribe, donde el Programa Ambiental del Caribe del PNUMA ha hecho hincapié en la necesidad de desarrollar el manejo y planificación integrados de las áreas costeras.

Cuba es un archipiélago largo y estrecho en medio del gran Caribe donde prácticamente todo el
territorio nacional puede considerarse zona costera. En los últimos años debido al paulatino y
ascendente desarrollo de nuestra economía se han ido estableciendo una serie de hechos que tienen una enorme incidencia en toda nuestra zona costera y la oceánica aledaña. Entre ellos están:
· La industria Turística crece vertiginosamente, implicando en su desarrollo principalmente a la
zona costera.

  • La Industria Pesquera, que es una de las más importantes de nuestro país presenta elevados
    niveles de desarrollo actual y potencial.
  • La Industria básica con la explotación petrolera en la plataforma insular y el desarrollo de la
    minería, tienen sus avances y perspectivas definidas.
  • La mayor urbanización del país se concentra en la zona costera, aun desde el siglo pasado.

Los impactos negativos en la zona costera han originado multitud de problemas ambientales, tales como: salinización extensiva y desertificación de los suelos, erosión, pérdida de la biodiversidad y contaminación entre otros. El carácter abierto de nuestra economía, propicia que nuestras fronteras naturales se conviertan en las principales arterias de comercio internacional. Esto permite aprovechar las oportunidades que ello brinda a nuestro desarrollo.
Puede entonces comprenderse que se han ido incrementando significativamente los conflictos entre los diferentes usos y usuarios de la zona costera, la cual es necesaria proteger sobre la base de un desarrollo sostenible de su explotación. Para lograrlo es necesario que los involucrados en estos conflictos y más aún los tomadores de decisiones, tengan un profundo conocimiento de las características y particularidades de la zona costera y principalmente de la diversidad y las fuertes interrelaciones entre los procesos que en ella tienen lugar.
Este proceso, que no es más que la gestión o manejo integral de la zona costera para lograr su
desarrollo sostenible, no se encuentra en el país en el nivel que le corresponde pues se ha ido
acumulando experiencias de forma empírica e independientes, sin un estudio sistemático de cómo abordar esta problemática. Por este motivo, se requiere un nuevo enfoque de carácter holístico, en el cual se abordan los problemas de uso múltiple y la solución de conflictos entre usos y usuarios.

Las bahías, por su importancia económica y valor ecológico, han sido centro de atención de muchos especialistas interesados en cubrir la necesidad que la protección de nuestro patrimonio natural impone; por ello las Universidades de La Habana, Cienfuegos y Oriente en estrecha coordinación con otras entidades tanto administrativas como científicas de sus territorios, se dieron a la tarea de diseñar un proyecto que permitiera formar capacidades en los recursos humanos involucrados en este campo, que alcanzaron una buena capacidad de gestión y manejo de las zonas costeras de sus provincias y especialmente de las bahías de La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba.

Este Programa de Maestría se inicia bajo un Proyecto Tier IIj, financiado por UPCD (University
Partnerships for Cooperation in Development, administrado por Association of Universities and
Colleges of Canada (AUCC) y apoyado por Canadian International Development Agency (CIDA)
sobre «La Educación para el Manejo Integrado de Zonas Costeras en Cuba». En este proyecto, además de las 3 Universidades cubanas mencionadas participan 2 universidades canadienses, con larga experiencia en programas de este tipo, la Universidad de Dalhousie y la de Saint Mary’s, ambas de Halifax.

El Programa involucra en total más de un 80% de doctores en cada una de las tres universidades y Máster en Manejo Integrado de Zonas Costeras graduados estos en la Universidad de Dalhousie, Canadá, dos de los cuales han realizado el doctorado en esta misma especialidad.

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