No es la primera vez que lo hago parar de trabajar 15 minutos para entrevistarlo, y aunque reconozco que nunca es tan poco tiempo y siempre es muy agradable el encuentro, esta vez, los nervios fueron compartidos. De mi parte, no quería repetir esas preguntas al estilo de ¿esperabas este reconocimiento? ¿qué sientes? Y si, descubrir para la comunidad universitaria al joven académico belga que recibe la Placa 70 Aniversario de la UO, por sus numerosos aportes en los últimos 6 años de trabajo.
A él, lo encontré todavía nervioso “me siento avergonzado –dijo- creo que no merecía tanto, yo solo hago mi trabajo”. Tranquilo – respondí – es la forma que tenemos los cubanos de darte las gracias, sabes que tu empuje y perseverancia.
Dieter habla de ese momento como inolvidable en su vida. Lo imagino muy nervioso escuchando a la Dra.C. Diana Sedal, Rectora de la Universidad de Oriente decir “Por su desempeño, consagración y el aporte en equipamiento y formación especializada entregamos la Placa 70 Aniversario al MSc. Dieter Roefs”; y ahí los aplausos, las felicitaciones, el abrazo. “Lo dedico a mi equipo en Cuba pues yo hice mi parte del trabajo, pero sin ellos no hubiera sido posible, todo el éxito que hemos tenido ha sido gracias al trabajo que han desarrollado”.
Cuando está en Santiago, a diario se le ve en el cuarto piso de la sede Julio Antonio Mella, allí donde se instaló el Centro de Datos que en la actualidad beneficia a investigadores de la Universidad de Oriente y otras áreas del país ofreciendo un servicio computacional avanzado. Para quien no lo conoce puede pasar desapercibido en el Departamento de Redes o en el Salón de Reuniones de la Dirección de Informatización, donde pasa mucho tiempo junto a colegas, trabajando, encontrando las mejores soluciones, aprendiendo de los cubanos, como le gusta decir.
Su desempeño como líder belga del proyecto dedicado a la Infraestructura Tecnológica para la Informatización y las Comunicaciones en el Programa VLIR IUC, deja la huella de haber impactado en la mejora y ampliación de los accesos inalámbricos a internet (puntos wifi) en la UO, la donación de un gran número de computadoras y equipamiento informático y la capacitación en Bélgica de varios especialistas santiagueros.
¿Conforme con esta primera fase de trabajo?
“Sí. Nos propusimos fortalecer la infraestructura tangible de la Universidad de Oriente y lo hemos conseguido. En la segunda, que estamos comenzando, se ha reconfigurado todo el programa VLIR IUC y el componente ICT se une a la escuela doctoral, la transferencia de tecnología, el centro de idiomas y todos los proyectos académicos utilizarán mucho más la infraestructura que hemos creado y esto es muy importante”.
En su reciente visita a la Universidad coincidimos varias veces, laboró intensamente en la equiparación de conocimientos relacionados con el HPC junto a los equipos de Villa Clara y Santiago de Cuba que en lo sucesivo se unen en el proyecto comúnmente conocido como HPC Cuba, coordinado por el Dr.C. Héctor Cruz, lo cual es para Dieter una fase superior de trabajo que traerá muchos beneficios.
“El HPC Cuba brindará servicio a toda la comunidad científica cubana. Para hacerlo necesitamos utilizar todo lo que hemos construido y acumulado en los últimos seis años, la infraestructura tangible como el Centro de Datos, servidores de almacenamiento, etc y también la capacitación de los especialistas para poder ofrecer ese servicio”.
La Placa Conmemorativa 70 Aniversario de la Universidad de Oriente se instituyó el 12 de junio de 2017 para reconocer a personas o entidades, nacionales y extranjeras, que sostenidamente han estado al servicio de la educación, la ciencia, la investigación y la cultura, con el compromiso de fomentar y elevar constantemente la calidad de la enseñanza, el vínculo Universidad-Sociedad. En 2017 el MSc. José Cuza Freyre, quien fungió como homólogo cubano de Roefs fue merecedor de igual distinción.
Al concluir la entrevista, justo en ese momento en el que guardas la grabadora y hablas de Santiago, de la vida, de la familia, Dieter me recuerda que será padre, que está muy feliz por esto y que se llamará Tiago. ¿Tiago? No es un nombre belga, le dije. “No, es un nombre muy cercano a Santiago. Mi hijo se llamará Tiago, como San Tiago, el santo que dio su nombre a tantas ciudades Santiago en el mundo. Tiago es la version portuguesa del nombre Diego en Español, o Didier en Francés y Dieter en Alemán”.