Al contrario de lo que se cree, “el amor no es una emoción, sino un impulso, una necesidad fisiológica para todo ser humano”, de acuerdo con lo postulado por la antropóloga Helen Fisher, que estudia los comportamientos “del corazón” hace más de 35 años. Cuándo todos los componentes se juntan, se generan los vínculos emocionales que hacen que nos relacionemos con la persona que produce estos síntomas: se acelera el corazón, aparecen los nervios, y las famosas “mariposas en el estómago”. Y es que el amor está indisolublemente ligado a las ciencias, por eso encuentra en ellas su lógica explicación. A propósito de la unión indisoluble que hay entre amor y ciencia, y a solo días para que culmine Febrero, el mes del amor y la amistad, se realizó el Espacio: “Ciencia en la Mira”, coordinado por el Observatorio Cultural Cénit de la Dirección de Extensión Universitaria. En el que se conversó acerca de las uniones que han propiciado, en muchos casos, el Amor y la Ciencia. El escenario escogido fue la Biblioteca “Francisco Martínez Anaya”, de la Universidad de Oriente. Los invitados, de lujo: Dra.C. Miriam Cardone Molina y Dr.C. Enrique Marañón Reyes, este último rector de la Universidad por más de 20 años; Dra. Damaris Fuentes Pelier y Dr. Ricardo Hodelín Tablada; así como también la pareja formada por el Dr.C Manuel Serrat Díaz y la MsC. Iracema Pérez Portuondo. Todos coincidieron en que pequeños detalles, piropos en la pareja, el hablar todos los días, revivir momentos lindos, trabajar en equipo en la casa, son pinceladas que fortalecen el amor. odo es posible si dos personas realmente quieren estar juntas; lo estarán no importan las condiciones, las pruebas, los obstáculos, los años, ni la distancia. El ambiente propició que los invitados hablaran de sus historias de vida a partir del amor. Todos coincidieron en que decir amor y ciencia es como decir amor y universidad, al menos para ellos. Y en que para amar lo único que hay que tener es corazón, aunque los tiempos actuales digan lo contrario. Solo de esta manera el amor no dejará de ser nunca un misterio por sí mismo.