Las líneas de investigación fundamentales del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado de Santiago de Cuba coinciden con las prioridades de la ciencia en nuestro país: la producción de alimentos, eficiencia energética y elevar la calidad de vida de la población.
Sin embargo, en el CNEA también se protege el medio ambiente. Según Noel Pérez García, especialista de esta institución “nuestra misión fundamental es la investigación y aplicación del electromagnetismo en la industria y la agricultura, pero todo esto debe redundar en la salud del medio ambiente”.
Ejemplo de este compromiso social con la población santiaguera es el laboratorio de ecotoxicología que existe en la institución “a cargo de la Dra. Liliana Gómez Luna y que en el 2011 obtuvo el Premio Anual de Salud con una monografía titulada Cianobacterias: un riesgo emergente en embalses de agua de Santiago de Cuba”.
Agrega Noel que “en sentido general el grupo realiza investigaciones sobre la micro fauna de la bahía de la ciudad, elemento indispensable para el manejo integrado de este ecosistema pues pueden existir especies tóxicas de algas”.
El empleo de los acondicionadores magnéticos en la agricultura y la industria es una de las principales líneas de investigación, y tiene en Campo Antena y centrales azucareros sus principales estandartes “es una tecnología muy compatible con el medio ambiente puesto que la eficiencia que se logra contribuye al ahorro energético y de productos químicos que se emplean para limpiar los sistemas ingenieros, y que sí afectan el medio ambiente”.
Hoy la industria hotelera de Santiago de Cuba también se beneficia del empleo de esta tecnología ecológica. Por ejemplo, el agua que utiliza el Hotel San Juan es la más dura de toda la región, generando gran cantidad de incrustaciones en las tuberías provocando mayor consumo eléctrico y de sustancias químicas limpiadoras.
Ursinio Ruiz Carrión, Jefe de Mantenimiento de esta instalación, asegura que “después de emplear estos dispositivos, hemos ahorrado en menos de un año más de cuatro mil dólares por concepto de energía eléctrica, a lo que debemos sumar que se dejaron de consumir gran cantidad de cloro en todas sus formas e igualmente se ahorró dinero al hotel”.