Debaten alternativas para mejorar producción de alimentos

La aplicación de tecnologías ecológicas y sustentables en beneficio de la agricultura, estuvo entre las propuestas debatidas hoy en esta ciudad para mejorar la producción de alimentos.

En el III Encuentro Provincial de Agricultura Urbana y Suburbana, con sede en el Teatro Heredia, los participantes enfatizaron en la necesidad de obtener productos de mayor calidad y aprovechar el empleo de fuentes renovables de energía.

Ing Rebeca Conde García
Ing Rebeca Conde García

Rebeca Conde, directora de Transferencia de los Resultados de la Investigación en el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado, indicó a la prensa la pretensión de generalizar los resultados del tratamiento magnético y el agua de riego en diferentes tipos de sistemas agrícolas.
Esa tecnología ya validada, cuyo nombre es Gremag -dijo-, permite incrementar los volúmenes productivos, y entre sus potencialidades acelera el ciclo de maduración de plantas y cultivos, además de aumentar la solubilidad de los nutrientes disueltos en el suelo.
Algunas plantaciones tratadas son las ornamentales, industriales, frutales, medicinales y las hortalizas, con beneficios que incluyen la disminución del tiempo necesario para la cosecha y el incremento de la cantidad de productos.
Otra de sus ventajas es que resulta sostenible, no contamina el medio ambiente y se recupera en corto plazo la inversión, agregó Conde.
La presentación de trabajos y ponencias contó con la presencia de investigadores, productores, así como también representantes del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Empresas de la Agricultura y Granjas Urbanas.
El próximo Encuentro Nacional de Agricultura Urbana y Suburbana será en septiembre en la provincia de Camagüey. (Por Manuel Asseff Blanco / AIN)

Tomado de TVCamagüey

Las funciones de la ciencia en el modelo económico cubano (I)

Dr.C Agustín LagePor: Agustín Lage Dávila. Director del Centro de Inmunología Molecular.

El sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, en abril de 2011, aprobó los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución “para actualizar el modelo económico cubano, con el objetivo de garantizar la continuidad e irreversibilidad del socialismo”. En su implementación exitosa los revolucionarios cubanos ponemos todo el entusiasmo, esfuerzo e inteligencia de que somos capaces. Para ello, necesitamos extraer conocimiento de cuanta fuente pueda sernos útil, pero principalmente de nuestras experiencias en la construcción de la sociedad socialista cubana, que nos permitan ver el mundo desde nuestras propias perspectivas.

Una de esas experiencias es el surgimiento en Cuba, en los años 80, de la industria biotecnológica —cuando apenas emergía en los países de mayor desarrollo—, y su crecimiento durante las tres décadas siguientes, hasta convertirse en un importante renglón de exportación.

La experiencia del “polo científico”, como se conoce generalmente a nuestra industria biotecnológica y farmacéutica de avanzada, tiene especificidades dentro del contexto de la economía cubana, que es necesario resaltar como punto de partida de este análisis. A partir de la inauguración, en enero de 1982, por el Comandante en Jefe Fidel Castro, de un pequeño laboratorio con treinta científicos encargados de la producción de Interferón, la industria biotecnológica cubana creció aceleradamente, con nuevas instituciones y productos, hasta convertirse en lo que es hoy: un conjunto de veintisiete entidades que agrupan más de diez mil trabajadores, operan fábricas en Cuba y en otros países, aportan 141 productos al cuadro básico de medicamentos en la Isla, y realizan exportaciones por varios cientos de millones de dólares a más de cincuenta países.

Este despegue productivo, exportador y de desarrollo de infraestructura resistió el llamado Período especial, cuando la economía cubana, a causa de la desaparición del campo socialista europeo y del reforzamiento oportunista del bloqueo norteamericano, sufría una importante contracción de su producto interno y de sus mercados; y otros sectores tuvieron que reducir sensiblemente sus actividades.

Las exportaciones del polo científico han estado creciendo a más de 30 por ciento anual en la última década, y se han basado en productos no tradicionales (varios de ellos de propiedad intelectual cubana), con diversidad de destinos, con entornos regulatorios diferentes, y han requerido esquemas de negociación también no tradicionales. Tal operación no contó con inversión extranjera ni con créditos externos. Corrió a cargo del Estado y logró su recuperación y reproducción ampliada en un plazo sorprendentemente breve. Las negociaciones no comprometieron, en ningún caso, la propiedad estatal sobre los activos.

Un proceso similar no ha ocurrido en ningún otro país de América Latina. Tampoco, con esas características, en otros sectores de Cuba. Las experiencias en el turismo y la minería en el mismo período, también exitosas, se basaron en esquemas de inversión, gestión y negociación diferentes.

Por supuesto, hay determinantes científicas y particularidades del sector biofarmacéutico en la industria biotecnológica cubana; pero no es donde está lo principal. Probablemente esta experiencia tenga algo que decirnos sobre el proceso de conexión directa de la Ciencia con la Economía, y sobre las formas de gestión de la empresa estatal socialista. Si logramos descifrar estos mensajes, el caso del Polo científico dejaría de ser algo “particular” para convertirse en “anticipatorio” de lo que pudiera ser la Empresa socialista de alta tecnología, construida sobre el terreno fértil del capital humano y la cohesión social creados por la Revolución.

Centro de Inmunología Molecular, La Habana, Cuba
Centro de Inmunología Molecular, La Habana, Cuba

INTUICIONES: ¿QUÉ APRENDIMOS DE ESA EXPERIENCIA?

Usamos el término “intuiciones” para subrayar que un análisis riguroso de los determinantes macro y microeconómicos de la evolución de la industria biotecnológica en Cuba tendrá que ser emprendido por especialistas en Ciencias económicas. Aquí nos limitaremos a exponer las regularidades e ideas generales que quienes hemos tenido la oportunidad de participar en el desarrollo de estas instituciones —y que no provenimos del campo de la economía— podemos extraer de la experiencia concreta. Estas son:

1. Hay un cambio en el contexto mundial para el desarrollo de nuestra economía, dado por la relación entre tecnologías y globalización.

Comprensiblemente, cuando se habla de ese “cambio de contexto”, lo primero que viene a la mente es la desaparición del campo socialista europeo, con el que, hace tres décadas, Cuba realizaba más de 80 por ciento de su comercio exterior y con el que tenía acuerdos de integración económica a largo plazo. Eso es una enorme verdad; pero a los efectos del tema de este ensayo es imprescindible identificar otro proceso, que hubiera creado tensiones para la economía cubana aunque el campo socialista aún existiese. Se trata del acelerado desarrollo tecnológico de la segunda mitad del siglo XX y de la globalización de la economía que él hizo posible, y su efecto sobre los países de pequeño tamaño. Transitamos hacia una economía donde los productos de la industria se sustituyen muy rápidamente por otros mejores, y donde las tecnologías permiten enormes escalas de producción, y grandes reducciones de los costos unitarios.

Estos dos fenómenos se refuerzan mutuamente: la rentabilidad del proceso productivo moderno solo se logra con enormes escalas de producción, con grandes mercados para los productos. A su vez, esas grandes operaciones son las que permiten subsumir los altos costos fijos de la investigación científica para el desarrollo de nuevos productos, y de los estándares de calidad que mantienenla competitividad. Estaes una tendencia objetiva del desarrollo de las fuerzas productivas, y va a continuar. La consecuencia directa para los países pequeños como Cuba es la pérdida del poder de la demanda doméstica como motor del desarrollo industrial.

Las teorías “desarrollistas”, vigentes en el pensamiento económico latinoamericano en los años 60 del siglo XX, proponían una industrialización nacional, con asimilación de tecnologías para sustituir importaciones. En Cuba, durante el período revolucionario anterior a 1986, los ingresos externos se basaban en el azúcar y el níquel. De ahí debían salir los recursos que financiaran la infraestructura económica para satisfacer la demanda interna. Fue una estrategia correcta en su tiempo; sin embargo, ya no es viable en el nuevo contexto.

En nuestra experiencia concreta con los medicamentos de avanzada, aprendimos que no podemos producirlos solamente para la demanda nacional. Es la limitación del concepto de “sustitución de importaciones”: en algún momento aparece el razonamiento de que es más barato importar que producir. Necesitamos grandes operaciones de exportación para que ocurra el desarrollo tecnológico. Varios de los medicamentos y vacunas del Polo científico se producen hoy a una escala mayor a veinte veces la demanda doméstica. Es un cociente superior al que había para el azúcar.

Los cambios de contexto van siempre acompañados de nuevas oportunidades, pero también de peligros. Tendremos que aprender a construir la economía socialista cubana en ese nuevo escenario; un contexto mundial donde nuestra planificación no puede controlar —excepto para la pequeña fracción de la demanda nacional— el tamaño del mercado, ni los precios, ni los estándares técnicos de los productos, ni la dinámica de los cambios.

2. En el nuevo contexto, el desarrollo económico pasa obligatoriamente por el desarrollo de industrias de alta tecnología.

Cuba ha logrado un balance positivo de su comercio exterior, y eso es un importantísimo logro, después de la desaparición del campo socialista europeo y ante el mantenimiento de la guerra económica de los Estados Unidos contrala Isla. Esono se puede minimizar, pero también es cierto que ese balance se alcanza a expensas de la exportación de servicios. En la de bienes, sigue siendo negativo. Tal situación puede y debe mejorar con la disminución de importaciones de alimentos —cuyos precios no cesan de crecer—; pero en un país con escasos recursos naturales, y con una población de edad promedio cada vez mayor, y elevada calificación, el balance positivo externo hay que lograrlo con productos de alto valor agregado. Así se recoge en el número 78 de los Lineamientos…, que indica: “Diversificar la estructura de las exportaciones de bienes y servicios, con preferencia las de mayor valor agregado y contenido tecnológico”.

¿De dónde van a salir esos productos? De nuevo la experiencia del Polo científico puede tener algo que decir en este tema. Durante más de veinte años, sus organizaciones han negociado con instituciones privadas y públicas, grandes y pequeñas, de más de cincuenta países, en todos los continentes. El análisis exhaustivo de esa experiencia está pendiente, y no forma parte del objetivo de este ensayo. No obstante, en una primera aproximación, indica que es muy difícil abrir espacios con productos de bajo contenido innovador, y en competencia con muchos productores en el mundo.

Para los productos tradicionales de la industria (textiles, electrónica simple de consumo, y otros), la tecnología moderna permite escalas de producción muy por encima de la demanda solvente mundial. Para lo que no hay, ni habrá, sobreproducción es para los innovadores, y aquellos que todavía no existen. Es imprescindible entonces tenerlos; lo que no siempre significa que sean únicos, pero sí nada sencillos de producir, ni por su tecnología, ni por sus estándares de calidad, ni por la calificación de la fuerza de trabajo requerida. Operan entonces dos mecanismos que abren los espacios de exportación:

•Cuando existe concertación entre gobiernos para garantizar amplio acceso a la población y escapar de los precios abusivos de los productos innovadores cuando vienen de países industrializados.

•Cuando nuestros productos son únicos o tienen tan alto contenido innovador, que los haga entrar en los mercados aun en ausencia de acuerdos entre gobiernos.

Ambos mecanismos se relacionan y compensan entre sí. Mientras más fuerte es uno, menos debe serlo el otro y viceversa. Pero los dos requieren un alto “contenido en conocimientos” y ciencia, en el desarrollo del producto y en el proceso productivo. Eso no se alcanza simplemente importando tecnologías. Es esa la experiencia de las vacunas cubanas, la Eritropoyetina, el Heberprot, los sistemas SUMA, los genéricos de avanzada, los anticuerpos monoclonales y otros tantos. 5 O tenemos productos innovadores, o no tendremos exportaciones de alto valor agregado para financiar la continuidad de nuestro desarrollo económico y social.

3. La tarea no se limita al desarrollo científico. Lo principal es la conexión de la ciencia con la economía.

La importancia de la investigación científica, y del proceso más abarcador conocido como “gestión del conocimiento” para el desarrollo económico, han sido extensamente discutidos, y existe abundante literatura internacional, y también en Cuba, sobre el tema. No ampliaremos, pues, sobre la existencia de esa influencia, sino sobre los mecanismos por los cuales esta se produce.

La idea de que simplemente “sembrar ciencia” —es decir, formar científicos, crear instituciones, aumentar el financiamiento a la ciencia— se traducirá, de alguna manera, en desarrollo económico es vieja e ingenua, que no corresponde al contexto actual. Por supuesto que es una condición necesaria; lo nuevo es que ya no es suficiente.

Cuando los países hoy industrializados y técnicamente avanzados emprendieron su desarrollo, hace más de ciento cincuenta años, tenían, en muchos sectores productivos, un nivel tecnológico inferior al que tienen en la actualidad los países del Sur. En 1880, la renta per cápita de aquellos era apenas dos veces la de estos; no obstante, en ese momento eran la avanzada dela tecnología. Nohabía un “primer mundo” al cual mirar. No existían empresas multinacionales que captaran las innovaciones e inundaran los mercados; ni “robo de cerebros”. El desarrollo científico nacional y las innovaciones se revertían directamente en la industria nacional.

Tomado de Cubahora

Celebra la Universidad de Oriente Jornada por el Día del Medio Ambiente

El próximo 5 de junio se celebrará en todo el mundo el «Día Mundial del Medio Ambiente»; designado como tal por la Resolución No.2994 (XXVII) de la Asamblea General, del 15 de diciembre de 1972.

La se une a estas celebraciones con una Jornada Universitaria que se extendiendo desde el 22 de mayo (Día Mundial de la Biodiversidad) hasta el 17 de junio (Día Mundial contra la desertificación).

65 Aniversario de la Universidad de OrienteEsta Jornada estará dedicada a la Gestión ambiental de la Universidad de Oriente, en medio de las actividades de conmemoración por el 65 aniversario de la fundación de esta Casa de Altos Estudios; y se plantea los siguientes objetivos:

1. Socializar a través de los medios masivos de difusión los principales resultados de impacto sobre los problemas medioambientales que abordan los diferentes centros de estudios y facultades de la UO que refuerzan el  vínculo Sociedad Universidad.

2. Potenciar espacios de integración y socialización de los resultados de investigación científica desde la dimensión ambiental entre las diferentes facultades y centros de estudios de la Universidad de Oriente.

3.  Evaluar con mirada crítica la gestión ambiental en las diferentes áreas de la Universidad de Oriente, potenciando una mirada integrada a los problemas que enfrenta.

4. Desarrollar acciones extensionistas en centros de trabajos, estudios, comunidades, que son campo de acción de las diferentes carreras de la UO contribuyendo a elevar la cultura ambiental de la población.

El cronograma de la jornada incluye: acciones de divulgación y concientización sobre diferentes fechas relacionadas con el Medio Ambiente; la celebración de conferencias, talleres virtuales, concursos, presentación de campañas comunicativas; inserción en programas radiales y televisivos; entre otras actividades.

Además cada área universitaria podrá organizar su propio programa de celebraciones.

Con esta Jornada de actividades, la Universidad de Oriente ratifica su “responsabilidad social en la formación de las nuevas generaciones de trabajadores y de tomadores de decisiones, en un contexto ambiental complejo y de enfrentamiento a los efectos del cambio climático sobre el archipiélago cubano”.

El Foro desde sus protagonistas

Participantes en el Foro de Comunicación de la Ciencia
Algunos de los participantes en el Foro de Comunicación de la Ciencia

El pasado día 18 de la mayo se dio clausura al “Foro de Comunicación de la Ciencia”. La actividad final tuvo lugar en el Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba, sitio que acoge desde hace ya catorce meses, la Peña Cultural “Desempolvando”, cuyas experiencias durante todo un año de divulgación del quehacer científico de esta institución fueron expuestas en las jornadas del Foro.

Comoquiera que llegamos con suficiente tiempo de antelación al inicio de la Peña, Magnetismo Aplicado decidió acercarse al Foro de Comunicación de la ciencia desde la percepción de sus protagonistas.

Yamila Lebeque es bióloga, investigadora del Centro de Estudio de Biotecnología Industrial de la Universidad de Oriente. Se puede considerar como fundadora de estos eventos pues participó en el Taller “Comunicación y Divulgación Científica: una mirada desde los centros de investigación”, antecesor del Foro, celebrado en mayo de 2011.

Al comentar sobre esta nueva edición expresó: “En relación al año anterior es notable el paso de avance hacia un nivel superior, tanto en los aspectos organizativos como en la calidad de las ponencias, de la presentación de los trabajos, del público asistente al mismo; creo que las proyecciones en esta edición del evento marcan un paso de avance en relación a lo que será el futuro de este Foro. Realmente me he sentido muy satisfecha por como he visto en general la organización y demás.”

Igual de satisfecho dijo sentirse el Dr.C. Luis Bergues Cabrales, investigador del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA) y Personalidad de la ciencia santiaguera. A su entender no se puede concebir la ciencia y los científicos sin la comunicación.

Al preguntarle cómo pudieran aportar los investigadores de las llamadas ciencias duras, a un evento de comunicación científica comentó: “En primer lugar con la participación, incluso una de las recomendaciones que se tuvieron en cuenta allí [en el Foro] fue que los investigadores participaran con sus investigaciones de la parte científica [y haciendo hincapié en] cómo la comunicación puede ser utilizada como instrumento para mejorar la calidad de las publicaciones que se redactan, trasmitir una idea para que pueda llegar a cualquier tipo de auditorio.”

Por su parte, la Dra.C Maribel Brull González, Premio Provincial de Comunicación, elogió las características de un evento como el Foro de Comunicación de la Ciencia:

“Este evento tiene para mi un diseño muy especial, por los participantes, por los programas, excelentes conferencistas y personalidades que ya se han dado cita, [incluso] de otras provincias orientales y, a mi juicio, mi parecer como profesional de la ciencia de la comunicación social, es que debemos de mantenerlo, lograr un diseño superior para la tercera edición. Me parece una idea excelente y como profesional y promotora pues felicito a los expositores, al Comité Organizador y celebro todos y cada uno de las intervenciones. Muy bien y felicidades.”

Una de los distintivos de esta segunda edición fue la participación de colegas de la vecina provincia Guantánamo. Esther Reyes, profesora dela Universidad Pedagógica de ese territorio, resumió el sentir de sus compañeras con las siguientes palabras: “ha quedado un saldo muy positivo, a partir de la organización del empeño de sus organizadores porque todo salga bien, ha sido de mucho peso toda la parte científica, teórica, hemos compartido experiencias muy útiles en todos los sentidos y ha quedado abierto el espacio para que también podamos invitar a otros guantanameros para que participen. Auguramos al evento una larga vida.”

Mientras tanto, José A. Expósito, Presidente de la Asociación de Comunicadores Sociales en Santiago de Cuba, calificó al evento como “un punto de partida para la integración de todos los centros de la ciencia, las universidades, personalidades científicas, no solamente en Santiago de Cuba, sino en la Región Oriental y, por qué no, también del país”.

A su vez, el Dr.C Rafael Fonseca Valido, Premio Provincial de Comunicación y autor de la Conferencia Inaugural del Foro, cataloga al evento como “un espacio necesario y que en el ámbito universitario no teníamos”, y añade “pensamos que es un evento que, por su propia proyección, se ha ganado un lugar que le permite, posteriormente, rebasar esas fronteras”.

Mantener una pluralidad de voces

El Dr.C Rafael Fonseca durante la Mesa Redonda celebrada como parte del Foro
El Dr.C Rafael Fonseca durante la Mesa Redonda celebrada como parte del Foro

Ese es uno de los retos que el Dr.C Fonseca ve para las próximas ediciones del Foro de Comunicación de la ciencia: “Todo evento que comienza es perfectible –dice el maestro de periodistas-; “los principales retos están dados fundamentalmente en la posibilidad de crecer, y crecer manteniendo la coherencia de la concepción original, es decir, sin tergiversar el sentido que ha tenido hasta ahora, aumentar el diapasón de participación, de aspectos a tratar, pero que conserve su frescura, la pluralidad de voces y la capacidad de convocatoria que demostrado hasta el momento”.

Sobre la pertinencia de este evento como formador de las nuevas generaciones de periodistas comentó:

“En primer lugar, cualquier espacio que se convierta en un reservorio de experiencias y de intercambio, enriquece las posibilidades del docente que concurre a él y además, crea unos datos para una base de datos activa, en el sentido que tiene que ver con las problemáticas actuantes en el momento en que se origina el Foro, que es invaluable para que ese estudiante tenga un elemento de referencia, pero además, su participa en el evento, empieza adiestrarse en los espacios de discusión científica, y eso es muy importante en la formación de cualquier profesional.”

Al inquirir entre los protagonistas sobre los principales retos de este evento para próximas ediciones, todos, de una forma u otra, coincidieron en afirmar que el principal desafío es crecer y extenderse a otras regiones del país.

La Dra.C Maribel Brull agregó:

“Tenemos el reto también de lograr que se inserten más nuestros investigadores, nuestras personalidades de la Academia de Ciencia, los hombres y mujeres que hacen “ciencia dura” y que tienen resultados científicos pero que muchas veces no se democratizan esos conocimientos, el pueblo no llega a conocer quienes son los verdaderos autores, qué significa consagrarse a la ciencia, el resultado tangible de esta divulgación científica y por otra parte, la importancia que tiene de formar en la universidad de Oriente el pensamiento y la acción de nuestros futuros profesionales en función de la comunicación de la ciencia.”

 

Repercusiones del Foro de Comunicación de la Ciencia

Foro de Comunicación de la cienciaDurante los días 17 y 18 de mayo se celebró en el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA), el Foro de Comunicación de la Ciencia.

Dos jornadas en las que se debatieron diferentes aspectos relacionados con la comunicación científica, y se expusieron experiencias en materia de divulgación del quehacer científico-técnico de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo.

En su segunda edición (la anterior bajo el nombre de Taller de Comunicación y Divulgación científica: una mirada desde los centros de investigación), el Foro despertó mucho interés por parte de los participantes quienes abogan por una continuidad y extensión de la experiencia, como espacio necesario para la reflexión sobre esta temática.

Estas son algunas de las repercusiones que en diferentes sitios han tenido las sesiones del Foro:

La Emisora provincial de radio CMKC, recogía en un trabajo periodístico la primera jornada del evento indicando que “el proceso de divulgación científica no puede ser un oficio menor, coinciden en señalar así los participantes en el Segundo Foro de Comunicación de las Ciencias, que se desarrolla en la ciudad de Santiago de Cuba bajo los auspicios del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado ‘CNEA’, ubicado en la Universidad de Oriente.”

La periodista CaryFerriol, señalaba igualmente algunos de las ponencias presentadas durante el Foro y cita al Lic. Noel Pérez García, especialista en Comunicación y Promoción de la ciencia del CNEA cuando dice “ hoy se aboga en el mundo completo, no solamente en Cuba, porque la humanidad esté cultivada científicamente, que sea capaz de no solo asimilar una tecnología, sino también de modificarla, criticarla, dudar de ella, y para ello se necesita una cultura científica que emane de los propios centros donde se crea la ciencia.”

Por su parte, el joven periodista José Roberto Loo Vázquez, en el Portal de la ciencia cubana recoge algunas de las intervenciones realizadas por los participantes del Foro para destacar algunas ideas respecto a la sustentabilidad de la ciencia, sus retos y desafíos. En este mismo sitio se recoge una amplia muestra fotográfica sobre las sesiones del evento.

El sitio web de la televisión santiaguera también se hace eco de las jornadas y los debates del Foro de Comunicación de la Ciencia.

El Foro quedó clausurado en la tarde de este viernes 18 de mayo, y su actividad final la celebró en la peña cultural “Desempolvando”, espacio que acoge el Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba y cuyas experiencias en la divulgación científica fueron presentadas durante las jornadas del evento.