Concluye en el CNEA curso de capacitación sobre Diseño Estadístico Aplicado a Investigaciones

Concluyó en el CNEA capacitación sobre Diseño Estadístico Aplicado a investigaciones.
Impartido por el Lic. Amed Gata Molina, este acción de capacitación estuvo dirigida a aplicar los conocimientos relativos a la concepción y selección adecuada del tipo de diseño experimentos, fundamentado en la metodología de la investigación, las técnicas y métodos estadísticos, con el fin de interpretar los resultados asociados a problemas de investigación.
Contó con la participación de profesionales de la Universidad de Oriente, Laboratorio Farmacéutico Oriente, CIM Labex y Hospital Infantil Sur, así como estudiantes del Doctorado en Ciencias Ambientales que coordina el CNEA.
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Participa el colectivo de trabajadores del CNEA en la plenaria en apoyo al Referéndum Constitucional

Ratificando nuestros principios en la plenaria este 20 de febrero de 2019 en el Teatro Heredia #NosotrosVotamosSi el #24Febrero por #Cuba, por nuestra Constitución porque #HacemosCuba #SomosCuba #SomosContinuidad

Trabajadores del CNEA en la Plenaria en apoyo al Referéndum Constitucional

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Convocan a la V Conferencia de Electromagnetismo Aplicado

V Conferencia de Electromagnetismo AplicadoCon el objetivo de un espacio para el intercambio científico sobre la temática de las aplicaciones de los campos magnéticos y electromagnéticos, el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA) convoca a la V Conferencia de Electromagnetismo Aplicado, a celebrarse en esta institución del 9 al 12 de abril de 2013.

El evento cubrirá cuatro áreas temáticas generales. Estas son:

  1. Campo Electromagnético en la Industria.
  2. Campo Electromagnético en la Agropecuaria y la Biotecnología.
  3. Campo Electromagnético y Medicina.
  4. Compatibilidad Electromagnética y Metrología.

Las mismas, a su vez, incluirán otras subtemáticas relacionadas con las aplicaciones del electromagnetismo en diversas ramas de las ciencias.

Para mayor información puede descargar la Convocatoria General de la V Conferencia de Electromagnetismo Aplicado.

Cuba, por el camino de la sostenibilidad energética

panel solar. Foto: Portal de la ciencia cubana

“El mundo se mueve lenta, pero inexorablemente, hacia el uso extensivo de las energías renovables y esto responde a la necesidad de hacerse cada vez menos dependiente de los combustibles fósiles, porque están en vías de agotamiento”, dice Guillermo Leiva Viamonte, ingeniero a cargo de la dirección de la Unidad empresarial básica Energía Renovable de la Empresa de Ingeniería y Proyectos para la Electricidad (Inel).

La “sostenibilidad energética”, utilizando los términos con los que fuera bautizado el 2012 —Año de la de la energía sostenible para todos es un camino por el que debemos transitar si pretendemos que se mantenga el equilibrio de la naturaleza frente a las progresivas transformaciones del hombre, considera Leiva.

-¿Cuál es la situación mundial  hoy, en cuanto al uso de las fuentes renovables de energía?

Desde el punto de vista tecnológico, se conocen mejor las tecnologías de las energías renovables. En el mundo hay líderes, es decir, las grandes potencias o los países ricos, que han podido apostar por estas, poner mucho dinero en investigarlas y desarrollarlas, y han involucrado a sus empresas en el mercado, de manera que hacen declinar los costos de producción, mientras promueven estas tecnologías para que sean comercialmente competitivas o accesibles, con respecto a los combustibles fósiles.

“De forma general se han desarrollado muchos métodos para obtener energía a través de las fuentes naturales como el sol, el agua, el viento, las mareas, la fuerza terrestre, incluso de desechos orgánicos. La mayoría han sido empleados desde antaño y retomados hoy.”

-¿En qué situación se encuentra Cuba? 

No podemos decir que seamos pioneros del uso de la energía renovable, aunque hubo tecnologías de aprovechamiento tradicionalmente usadas, pero no con la connotación que hoy les damos. Por ejemplo, la industria azucarera históricamente quemó el bagazo, que es un subproducto.

En los últimos 25 años ha habido un fortalecimiento de acciones para propulsar el uso de las tecnologías que aprovechan las fuentes renovables de energía debido, primero, a que ha habido un desarrollo científico técnico en el país, pues contamos con más científicos y más ingenieros; segundo, porque las tecnologías han avanzado en el mundo y ya no son una quimera, ahora son bastante asequibles y, tercero, porque existe la necesidad, ya que somos completamente dependientes, no de la importación de combustibles, sino de combustibles fósiles.

-¿Cuáles son las principales fuentes que se explotan?

Las fuentes renovables que hoy están identificadas como más importantes para el país son la energía eólica y la hidroenergía. En cuanto a la eólica ya existe un potencial técnicamente aprovechable para las condiciones actuales de precios de las tecnologías y de costo de la generación, del orden de los 2 000 MW.
La hidroenergía se ha fortalecido a partir del programa de voluntad hidráulica del país, luego del ciclón Flora, en 1963, cuando se produjo una descomunal inundación de regiones enteras del Oriente cubano y se vio que era importante represar o encauzar las aguas que dejaban estos grandes eventos meteorológicos.

Progresivamente se tomó conciencia de que era necesario represar el agua para darle usos agrícolas y abastecer a la población, aunque también se utilizaría su fuerza para generar electricidad, de manera que se construyeron casi 300 presas.

A finales de los años 80 del siglo anterior se hicieron importantes proyectos demostrativos del uso de la energía solar fotovoltaica y la energía solar térmica, para calentar agua fundamentalmente. En la primera década del siglo XXI estos proyectos se retomaron, debido a eventos importantes como fue el desarrollo del programa audiovisual, en 2003-2004, mediante el cual se llevó la televisión y el video educativo a todas las escuelas del país.

Entonces se instalaron sistemas solares fotovoltaicos para electrificar mil 500 escuelas o un poco más, además de los calentadores térmicos en los consultorios médicos, policlínicos, casas de ancianos, y hogares maternos en zonas rurales donde no llegaba la electricidad.

También se explota la biomasa cañera por el potencial que puede aportar esta industria, ya que siempre que se muela caña va a existir bagazo. La biomasa forestal tiene un lugar importante, pues pronto llegaremos a un 30 por ciento de superficie boscosa en el país.

Otras biomasas que pueden ser aprovechadas son los residuos que no se aprovechan hoy, o se aprovechan de modo muy local, las cáscaras de coco, el afrecho de café. Hay potencialidades dispersas, unas locales y otras más nacionales.

Tenemos algunas experiencias en la obtención de biogás, de los desechos de basura. Pero esta tecnología necesita una cultura en la selección de los desechos que van a los vertederos, que realmente resulta un poco compleja para la realidad cubana de hoy. Estamos hablando de la transformación anaerobia de residuos diversos que generan gas metano, o una mezcla de gas metano y dióxido de carbono.

-¿Qué otros proyectos existen?

Después de disminuir el uso de la industria de los molinos, a inicios de los años noventa del siglo pasado, ahora estamos tratando de recuperarla. Existe una industria en Güira de Melena y, además, importamos algunos elementos y fabricamos la estructura completa del molino. Está también otra industria del SIME: la empresa mecánica de Bayamo, que inició la preparación técnica para comenzar a producirlos.

A esto se agrega una fábrica de colectores solares en Morón, con una capacidad de 30 mil al año. Con respecto a la demanda no es mucho, pero es un paso adelante.

En el Combinado de Componentes Electrónicos de Pinar del Río está la fábrica ensambladora de módulos o paneles fotovoltaicos (transforma directamente la radiación solar en electricidad), la cual tiene una capacidad de 10MW al año. Igual que la de colectores se explota a muy baja capacidad por razones de financiamiento que, debido a nuestra condición de país bloqueado por Estados Unidos, dificultan la obtención de esa y otras tecnologías.

Tomado de Cuba, por el camino de la sostenibilidad energética (+Dossier) « portal de la ciencia cubana.

“Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones”

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Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Cumbre Río+20, en Río de Janeiro, Brasil, el 21 de junio de 2012, “Año 54 de la Revolución”.

Señor Presidente;

Excelencias:

Hace 20 años, el 12 de junio de 1992, en este mismo recinto, el líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz expresó, y cito: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.

Lo que pudo haber sido considerado alarmista, constituye hoy una realidad irrefutable. La incapacidad de transformar modelos de producción y consumo insostenibles atenta contra los equilibrios y la regeneración de los mecanismos naturales que sustentan las formas de vida en el planeta.

Los efectos no se pueden ocultar. Las especies se extinguen a una velocidad cien veces más rápida que las indicadas en los registros fósiles; más de cinco millones de hectáreas de bosques se pierden cada año y cerca del 60 por ciento de los ecosistemas están degradados.

A pesar del hito que significó la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, las emisiones de dióxido de carbono se incrementaron en un 38 por ciento entre 1990 y el 2009.  Ahora vamos hacia un aumento de la temperatura global que pondrá en riesgo, en primer lugar, la integridad y existencia física de numerosos Estados insulares en desarrollo y producirá graves consecuencias en países de África, Asia y América Latina.

Un profundo y detallado estudio realizado durante los últimos cinco años por nuestras instituciones científicas, coincide en lo fundamental con los informes del Panel Intergubernamental Sobre Cambio Climático y confirma que en el presente siglo, de mantenerse las actuales tendencias, se producirá una paulatina y considerable elevación del nivel medio del mar en el archipiélago cubano.  Dicha previsión incluye la intensificación de los eventos meteorológicos extremos, como los ciclones tropicales, y el aumento de la salinización de las aguas subterráneas.  Todo ello tendrá serias consecuencias, especialmente en nuestras costas, por lo que hemos iniciado la adopción de las medidas correspondientes.

Este fenómeno tendría, igualmente, fuertes implicaciones geográficas, demográficas y económicas para las islas del Caribe que, además, deben enfrentar las inequidades de un sistema económico internacional que excluye a los más pequeños y vulnerables.

La parálisis de las negociaciones y la falta de un acuerdo que permita detener el cambio climático global son un nítido reflejo de la falta de voluntad política y la incapacidad de los países desarrollados para actuar conforme a las obligaciones que se derivan de su responsabilidad histórica y su posición actual.  Esto se ha puesto de manifiesto en esta reunión, a pesar del extraordinario esfuerzo que ha hecho Brasil y que le agradecemos.

Se incrementa la pobreza, crece el hambre y la desnutrición y aumenta la desigualdad, agravada en las últimas décadas como consecuencia del neoliberalismo.

Durante estos veinte años, se han lanzado guerras de nuevo tipo, concentradas en la conquista de fuentes energéticas, como la ocurrida en el 2003 con el pretexto de las armas de exterminio en masa que nunca existieron, y la que recientemente se produjo en el Norte de África.  A las agresiones que ahora se vislumbra continuar contra países del Medio Oriente, se añadirán otras, con el fin de controlar el acceso al agua y a otros recursos en vías de agotamiento.  Debe denunciarse que intentar un nuevo reparto del mundo, desatará una espiral de conflictos de incalculables consecuencias para un planeta ya gravemente inseguro, y además enfermo.

El gasto militar total ha crecido en estas dos décadas a la astronómica cifra de 1,74 millones de millones de dólares, casi el doble que en 1992, lo que arrastra a la carrera armamentista a otros Estados que se sienten amenazados.  ¿A dos decenios del fin de la Guerra Fría, contra quiénes se usarán estas armas?

Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones.  Esta vez, todos, absolutamente todos, pagaremos las consecuencias del cambio climático.  Los gobiernos de los países industrializados que actúan de esta forma no deberían cometer el grave error de creer que podrán sobrevivir un poco más a costa de nosotros.  Serían incontenibles las oleadas de millones de personas hambrientas y desesperadas del Sur hacia el Norte y la rebelión de los pueblos ante tanta indolencia e injusticia.  Ningún hegemonismo será entonces posible.  Cese el despojo, cese la guerra, avancemos hacia el desarme y destruyamos los arsenales nucleares.

Estamos urgidos de un cambio trascendental.  La única alternativa es construir sociedades más justas, establecer un orden internacional más equitativo, basado en el respeto al derecho de todos; asegurar el desarrollo sostenible a las naciones, especialmente del Sur, y poner los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de la salvación del planeta y de la dignidad humana.

Cuba aspira a que se impongan la sensatez y la inteligencia humana sobre la irracionalidad y la barbarie.

Muchas gracias (Aplausos).
Tomado de Palabras de Raúl en Río + 20: “Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones” (+ Fotos y Video) | Cubadebate.

Las funciones de la ciencia en el modelo económico cubano (III)

Dr.C Agustín LagePOr: Dr.C Agustín Lage. Director del Centro de Inmunología Molecular

6. La inversión extranjera no es la palanca adecuada para el desarrollo de la Empresa de alta tecnología.

Uno de los rasgos que más sorprende a quienes, en el exterior, escriben sobre la biotecnología cubana, es que esta se desarrolló como una inversión del Estado, sin acudir a la extranjera. Quizás su desarrollo se deba precisamente a eso. En ningún país del mundo, que conozcamos, ha surgido un sector biotecnológico innovador a partir de la inversión proveniente de los países industrializados. Ni China, ni India, ni Brasil —países “emergentes»— han logrado un despegue acelerado de la biotecnología. La primera instalación productiva de anticuerpos monoclonales terapéuticos en China, y la primera en India, fueron empresas mixtas en colaboración con Cuba. La primera fábrica de proteínas recombinantes de Brasil, también.

La iniciativa del “corredor biotecnológico” del gobierno de Malasia, que intentó atraer inversión extranjera en este campo, no logró cristalizar. La estrategia de los parques tecnológicos en China, sin desconocer los innegables logros de ese país, también ha sido criticada, en el sentido de que las empresas multinacionales que invierten transfieren allí la etapa de manufactura masiva de determinados productos, pero retienen en sus países de origen las etapas de investigación científica, desarrollo de productos, y evaluación post-venta, que es donde radica lo más importante de la cadena de valor de las industrias intensivas en conocimiento. La globalización económica del mundo actual ha sido construida por las naciones ricas para su propio beneficio; y las relaciones económicas internacionales prevalecientes en el capitalismo neoliberal, tienen mucho de relación “depredador-presa”.

Las justas relaciones económicas que Cuba construyó conla Unión Soviética y el campo socialista eran un modelo diferente; pero ya no existen. Las que está construyendo con Venezuela en el contexto del ALBA también son un modelo diferente, pero todavía en construcción.

Las fuentes de inversión extranjera directa de los países capitalistas industrializados operan con las reglas de la competencia por la apropiación de la máxima ganancia, y ello implica la retención de los eslabones esenciales de la cadena de valor. El tránsito a una economía basada en el conocimiento ha ido desplazando esos eslabones, desde la manufactura al desarrollo de productos, y de este a la investigación científica, y no serán transferidos por la inversión extranjera.

Los países del Norte que comenzaron el tránsito hacia una economía basada en el conocimiento, lo hicieron internalizando capacidad científica en las industrias que ya tenían, y a partir de las fortalezas financieras y de control de mercados que también tenían. La historia de la industria biotecnológica cubana es exactamente la inversa: construcción de capacidades productivas a partir de las científicas y del capital humano pre-existente. Esa trayectoria retiene en Cuba las fuentes principales de valor agregado. No se puede recorrer basándose en inversión extranjera, lo que no quiere decir que dejemos de utilizarla selectivamente en determinadas operaciones.

Ello explica —adicionalmente al bloqueo extraterritorial norteamericano— la infertilidad de los acercamientos de la industria farmacéutica europea a la biotecnología cubana. La experiencia concreta de múltiples negociaciones indica la incompatibilidad entre el interés de esas empresas en “alquilar” capacidad científica en Cuba o comprar nuestras patentes, y el reclamo cubano de abrir las murallas del proteccionismo y obtener acceso a sus mercados, desde la industria cubana.

7. El enfrentamiento a los monopolios de las empresas multinacionales requiere acuerdos regionales entre gobiernos.

A pesar del discurso neoliberal sobre el libre comercio, la práctica histórica del capitalismo en los países desarrollados ha sido esencialmente proteccionista. El tránsito a una economía basada en el conocimiento refuerza ese proteccionismo en los productos de alto valor agregado. En estos sectores de la economía, esos países y sus empresas han acudido a dos tipos principales de barreras no arancelarias: las de la propiedad intelectual (patentes) y las técnicas. Ambas funcionan como frenos para que el Sur no produzca bienes y servicios de alta tecnología.

En los últimos años, hemos visto debilitarse la barrera de patentes, especialmente en el sector farmacéutico. Es cierto que el reconocimiento mundial de estas es exigido porla Organización Mundialde Comercio, pero también ocurre que muchos productos de altas ventas están llegando al momento de expiración de sus patentes, y que incluso antes, el mantenimiento de precios altos de medicamentos, por el solo hecho de tener protección de propiedad intelectual, se vuelve políticamente insostenible, como se demostró en los enfrentamientos exitosos de los gobiernos de Sudáfrica y Brasil a las patentes de los medicamentos contra el SIDA. Pero, al mismo tiempo, las barreras técnicas, bajo la forma de regulaciones sobre los atributos que deben tener los productos y los procesos, están creciendo aceleradamente. Esta forma de “proteccionismo tecnológico” además, no se circunscribe a las limitaciones de entrada que imponen los países desarrollados para proteger sus propios mercados domésticos; sino que el reclamo de armonización mundial de las regulaciones les permite proteger los de todos los países del mundo y preservarlos para sus propias empresas.

Estas tendencias se expresan en el sector farmacéutico de forma más visible, pero va emergiendo también en sectores como en la producción de alimentos, y se irá extendiendo a otros. La consecuencia inmediata es que el desarrollo de industrias de alto valor agregado en Cuba, y en países del Sur, requerirá acuerdos regionales entre gobiernos, que abran espacio a nuestros propios productos y construyan un contexto regulatorio donde la prioridad sea su impacto social. Varias de las grandes operaciones exportadoras y de transferencia de tecnología del Polo científico han tenido este enfoque, en el que el desarrollo industrial desborda el campo de la interacción económica entre empresas, para vincularse, cada vez más, con las estrategias políticas.

EL RETO DEL MEDIANO PLAZO

Cuando en Cuba se habla de la economía, la expresión cotidiana es la de “dificultades económicas”. Estas son muy reales, y sería irresponsable desconocerlas. Pero todo análisis serio tiene que empezar reconociendo que, en los veinte años que precedieron al VI Congreso del Partido, nuestro país libró una batalla colosal en el campo de la economía, enfrentando el Período especial, y emergió, con heridas y secuelas, pero esencialmente victorioso.

Una pérdida abrupta de más de 80% del comercio exterior, una caída de más de 30% del PIB, un incremento enorme de los precios del petróleo, y la continuidad de una agresión económica externa sin precedentes en la historia, fueron enfrentados sin deterioros significativos de los indicadores básicos de educación, salud, seguridad ciudadana, equidad y empleo; como se reconoce en los estudios del Índice de Desarrollo Humano, publicados por Naciones Unidas. El país reorientó su comercio exterior, reequilibró sus finanzas externas e internas, reemprendió el crecimiento del PIB, y en importantes indicadores recuperó las cifras anteriores a 1989.

Ahora emprendemos una segunda batalla, para enfrentar las secuelas del Período especial, que exige, como se expone en los Lineamientos del VI Congreso del Partido, soluciones a corto plazo encaminadas a eliminar el déficit de la balanza de pagos, que potencien la generación de ingresos externos y la sustitución de importaciones, y a su vez den respuesta a los problemas de mayor impacto inmediato en la eficiencia económica, la motivación por el trabajo y la distribución del ingreso.

Pero después (y aun simultáneamente) vendrá una tercera batalla en la que debemos enfrentar retos ante nuestra economía que tienen un carácter permanente. Estos son, en esencia, el de la estructura demográfica de la población cubana, y el de la globalización de la economía, así como la interacción entre ambos. En los años 50, teníamos una pirámide etaria de base ancha, con muchos jóvenes, prácticamente igual a la de 1907. En las cinco décadas transcurridas desde el triunfo revolucionario de 1959, esa estructura se modificó. Tenemos ahora más de 18% de la población por encima de los sesenta años de edad, y un pronóstico de que llegará a 30% en el año 2030. La natalidad cayó por debajo del nivel de reemplazo, y las cifras de los que arriban a la edad laboral apenas alcanza a las de los que llegan a la jubilación.

En la compleja causalidad de esta transición demográfica está el aumento de la esperanza de vida al nacer, y la reducción de la natalidad que sigue al incremento del nivel educacional de la mujer y su incorporación social. Un fenómeno similar ocurrió en el siglo XX, en Europa y Norteamérica, pero allí fue mucho más lento, y paralelo al desarrollo industrial. En Cuba produjimos un desarrollo social por delante del económico. Y eso es esencialmente positivo: refleja el principio político de que los derechos humanos a la salud y la educación deben ejercerse de manera inmediata, repartiendo lo que tengamos. Es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos; pero no por eso deja de ser un problema, cuya solución hay que encontrar. Si logramos construir desarrollo social desde la política (no desde la economía), ahora tenemos que construir desarrollo económico a partir de aquel. Ello va a requerir mucha creatividad. No hay referentes externos para un desafío de esta naturaleza.

Una estructura demográfica como la que tenemos demanda una economía tecnológica, de alto valor agregado. Pero ese aparato productivo hay que construirlo en el contexto de la globalización de la economía; que es muy diferente de la que había en los años 60, cuando la Revolución emprendió sus primeros programas de desarrollo. El capitalismo ha sido “globalizante” desde su surgimiento, pero el ritmo de esa globalización y el crecimiento del comercio internacional se han acelerado en los últimos cincuenta años. La economía cubana —como la de todos los países pequeños— será cada vez más dependiente de sus relaciones externas. Y no podremos equilibrar nuestra balanza de exportación con productos tradicionales, y menos aún con recursos naturales no renovables, de los que tenemos pocos. El turismo y los servicios médicos están funcionando como compensación y factores de estabilidad económica, pero tienen límites de crecimiento.

Si no logramos que nuestro aparato industrial transite rápidamente hacia productos de alto valor agregado, con capacidades productivas para aquello que está en la frontera entre la ciencia y la tecnología, corremos el riesgo de desindustrialización, pérdida de empleos fabriles, expansión desmedida de los servicios, déficit comercial persistente, y erosión del propio capital humano. El reto es muy grande y muy importante. Establecer relaciones económicas diversificadas y simétricas con el mundo es, en última instancia, un problema de soberanía nacional. Si no construimos aceleradamente capacidades productivas para bienes de alta tecnología, el país estaría en un plano de subordinación, porque sería abastecido de cosas complejas desde fuera, incapacitado de potenciar los nuevos conocimientos. En esa batalla tiene que involucrarse todo el potencial científico cubano. Pero no podemos desconocer un tercer desafío: recuperarnos del daño que hizo el Período especial, en todas las esferas de la vida nacional. Sería pretensioso e ingenuo afirmar que la ciencia no recibió ese impacto. En 2001, el porcentaje del PIB invertido en ciencia y técnica era de 0,98%, superior al promedio de América Latina. En 2007, decreció hasta 0,72%, por debajo de la media latinoamericana de 1,09%. Nuestra producción de publicaciones científicas fue, en 2007, de 6,67 artículos por cada cien mil habitantes, cifra inferior a la media de 8,20 para América Latina y el Caribe. En una compilación hecha para la UNESCO por el Observatorio Canadiense de Ciencia y Tecnología, se registraron 775 publicaciones científicas de instituciones cubanas, contra 6 197 provenientes de Argentina, 8 262 de México y 26 482 de Brasil. La cifra de usuarios de Internet era, en 2008, de 12,94 por cada cien personas, también inferior a la de 28,11 en Argentina, 21,43 en México y 37,52 en Brasil.

Más allá de las cifras, la percepción compartida por muchos es que las dificultades económicas del Período especial afectaron sensiblemente la actividad científica, y que precisamente el sector de la biotecnología es una de las excepciones. De hecho, en el capítulo sobre Cuba del Informe UNESCO sobre la Ciencia en 2010, al tratar de los resultados de la investigación, prácticamente todos los ejemplos que se citan son de este sector. Debemos preguntarnos por qué. Obviamente, no se trata de que en unas instituciones laboren científicos más competentes o más dedicados que en otras. La respuesta hay que buscarla precisamente en el modelo de interacción directa, a ciclo completo, que se construyó con un doble trasvase: el de los resultados científicos a la actividad productiva en la misma organización; y el de recursos de la actividad comercial y exportadora hacia la científica.

Encontrar dentro del modelo económico que estamos rediseñando un esquema viable de financiamiento de la investigación científica, dentro y fuera del sistema empresarial, es uno de los retos importantes que tenemos, no solo para la ciencia, sino para el propio modelo económico. En tal sentido, el número 24 de los Lineamientos establece: “Los centros de investigación que están en función de la producción y los servicios deberán formar parte de las empresas o de las organizaciones superiores de dirección empresarial, en todos los casos que sea posible”. Ahí está uno de los componentes dela estrategia. Noel único.

Tomado de: Cuba en Noticias – Las funciones de la ciencia en el modelo económico cubano (III).
 

La ciencia cubana: un factor de desarrollo económico

Reconocidos científicos proclamaron hoy en la Mesa Redonda Informativa de la radio y la televisión cubanas que la ciencia en Cuba es un producto de la Revolución.
La aseveración se hizo teniendo en cuenta que el primero de enero de 1959 sólo había en el país tres universidades y prácticamente no existían centros de investigación.
Los panelistas expusieron que actualmente son más de 60 los centros de educación superior y 231 entidades científicas, entre ellas 127 dedicadas a la investigación.
“Se trata de que la ciencia se conecte mucho más, sobre todo con la vida económica del país, y que sus resultados tengan realmente un resultado económico tangible”, dijo este jueves, en la Mesa Redonda, Osvaldo Martínez, director del Centro de Estudios de la Economía Mundial.
Martínez explicó que “toda unidad de ciencia trata de solventar sus gastos con sus ingresos y creo que los Lineamientos van encaminados a estrechar los lazos de la ciencia con la base económica del país”.
El directivo hizo hincapié además en que la ciencia cubana juega un papel esencial en la actualización de nuestro modelo económico y destacó que el Sistema Nacional de Ciencia y Técnica no está en manos de las grandes trasnacionales.
En dos horas, panelistas pertenecientes al sector expusieron los resultados de este campo en la mejora de las condiciones de vida de la población y de la economía nacional.
Vito Quevedo, director de Ciencia, Tecnología e Innovación del CITMA, explicó, al hacer un recuento histórico de la actividad científica, que está siempre ha estado aparejada al desarrollo del país.
Un total de 231 centros de investigaciones en la Isla y una cantera de más de 94 mil trabajadores, respaldan la actividad científica nacional, la cual ostenta un alto nivel avalado por los más de 300 titulados en doctor en ciencias y por una cifra de graduados universitarios que supera el millón.
Luis Herrera Martínez, director del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, resaltó los logros obtenidos con las producciones biotecnológicas, un campo que comenzó a desarrollarse en la década de 1970.
Herrera apuntó que desde los inicios, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro, dio una proyección estratégica a esta esfera.
De ahí que la mirada que se tiene de la biotecnología sea la de “una organización de investigación –producción, con una capacidad exportadora, que cierra el ciclo con un flujo de caja positivo, basada en productos innovadores y de alta tecnología”, ahondo Herrera.
Refirió cómo han surgido distintos productos para prevenir enfermedades y que constituyen también fuentes de ingreso para el país y puso el ejemplo de la vacuna contra la hepatitis B que por concepto de exportación ha reportado a la economía más de 200 millones de dólares.
Otro resultado científico importante es el relacionado con Heberprot-P, medicamento cubano, único en el mundo, que se utiliza en el tratamiento a la úlcera en pies de personas con diabetes, y evita la amputación de ese miembro inferior en la mayoría de los casos.
En el programa se patentizó que en los últimos 25 años se han instalado 325 laboratorios en instituciones sanitarias para la cobertura de programas como el materno infantil, certificación de sangre y el diagnóstico de malformaciones congénitas.
Por su parte, la doctora Gisela Alonso, presidenta de la Agencia de Medio Ambiente, sostuvo que desde hace 50 años el gobierno cubano ha protegido y administrado con equidad los recursos naturales, y ha propiciado estudios como los geológicos y físicos para evaluar las alternativas en la minería, el petróleo y el agua.
Tomado de La ciencia cubana: un factor de desarrollo económico ( Video) | Mesa Redonda.

Cuba y EEUU explorarán oportunidades para cooperación científica

Expertos de Cuba y Estados Unidos preparan hoy cinco días de encuentros en la búsqueda de oportunidades para la cooperación en investigaciones en materia de ciencias biológicas, ambientales, tecnologías habilitantes y política científica.

Al foro, coordinado por la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) y la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), asistirán unos 40 directivos de centros de estudios e investigadores de los dos países, anunciaron fuentes de la primera institución.

La intención es conseguir una colaboración sostenible entre los dos países, cuyos gobiernos carecen de relaciones diplomáticas desde la ruptura por la Casa Blanca de sus vínculos con La Habana en 1961.

Para los organizadores se trata de una consulta entre representantes de las comunidades científicas e incluirá sesiones especializadas para discutir proyectos específicos, con el fin de integrar un informe sobre las posibilidades de trabajo conjunto.

Los resultados podrían concretarse en planes de trabajo detallados para la futura cooperación, expresó un comunicado de la ACC, en el que anunció la reunión que iniciará mañana y concluirá el viernes próximo.

El encuentro entre líderes científicos del más alto nivel permitirá  la discusión de las tendencias de investigación que puedan crear nuevos conocimientos en la atención de prioridades urgentes, para la sostenibilidad de las sociedades humanas.

Uno de los grupos intercambiará sobre trastornos cerebrales y del desarrollo, ensayos clínicos en psiquiatría y en el control de cáncer, así como en el manejo de enfermedades crónicas como la diabetes.

Las enfermedades infecciosas emergentes y desatendidas, además de la salud pública y las investigaciones que vinculan a la clínica de enfermedades infecciosas,  completarán los debates en torno a las ciencias de la vida.

El expresidente de AAAS, premio Nobel de química y experto en enfermedades tropicales infecciosas Peter Agre será uno de los 17 norteamericanos presentes en el encuentro, que tendrá como contraparte a 23 cubanos encabezados por el presidente de la ACC, Ismael Clark.

Otras discusiones versarán sobre sostenibilidad de sistemas ambientales complejos, simulación de clima, y en materia de política de ciencia se analizará el rol de asesoramiento que desempeñan los científicos, así como la relación entre ciencia y diplomacia.

Tomado de Cubadebate

 

Cuba posee dos mil científicos e investigadores por millón de habitantes, afirma experto

Vito Quevedo, especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), informó en La Habana que Cuba cuenta con dos mil científicos e investigadores por millón de habitantes.

La cifra demuestra la existencia en el país de recursos humanos altamente calificados, incluidos 528 investigadores con sus correspondientes categorías y 943 doctores en ciencias, también por millón de cubanos, respectivamente.

Cerca de 95 mil trabajadores, en su mayoría mujeres, prestaron servicio en actividades científico-tecnológicas el año pasado, cuando había 201 programas orientados a contribuir con la solución de prioridades nacionales, ramales y territoriales, comentó Quevedo a la AIN.

Explicó que en ese sentido estaban encaminados a la producción de alimentos, energía, preservación del medio ambiente, biotecnología y las ciencias sociales.

Solo en el primer caso, precisó, se relacionaban con el control biológico de plagas, mejoramiento y tratamiento de suelos y de variedades de la agricultura urbana, y el desarrollo de frutales.

Añadió quel el objetivo del segundo es ayudar a la transformación del sistema energético por la energía renovable.

Sin embargo, aclaró que el nivel de investigadores de la nación no está en proporción con el impacto alcanzado por sus resultados en esferas del desarrollo socio-económico, debido a la necesidad de una mayor integración y a la insuficiencia de financiamiento.

De acuerdo con estadísticas internacionales, la fracción de la población dedicada a la ciencia y la tecnología en el Norte llega al 0,2 por ciento, pero en el Sur es inferior al 0,05 por ciento.

Aproximadamente un tercio de los expertos formados en el llamado Tercer Mundo no trabajan en sus países.

(Con información de la AIN)

Tomado de Cuba posee dos mil científicos e investigadores por millón de habitantes, afirma experto | Cubadebate.