José Mercerón Allen

José Mercerón

José Mercerón Allen, nació el 8 de septiembre de 1931, fue el tercer hijo de Elpidio Mercerón, veterano de la Guerra de Independencia e Isabel Allen, natural de Kingston, Jamaica. Sus hermanos eran  Isabel Murillo y Alfredo Murillo Allen, ambos por línea materna.

Cursó los estudios primarios en la Escuela Pública # 34 que hoy lleva su nombre y los secundarios en la Superior # 3, y luego matriculó en la Escuela de Artes y Oficios, donde se graduó de Técnico Electricista. Allí se destacó como atleta. Más tarde inició la carrera de Pedagogía en la Escuela de Educación de la Universidad de Oriente, percatándose luego que su vocación era la ingeniería por lo que matriculó el curso de pre – Ingeniería para estudiar esta carrera.

Resultaba difícil en esta etapa encontrar trabajo y en esta batalla lo sitúan como Secretario General del Colegio de Técnicos. Después de largas luchas y preocupaciones, pudo conseguir trabajo en la Fábrica de Cemento “Titán” de los Babún, hoy “José Mercerón”. Allí ocupó distintas responsabilidades como la de auxiliar del Responsable Técnico.

Con sus sentimientos de lucha y sus ideas revolucionarios, Pepe Mercerón llegaba cada día a la entonces “Titán”. Su prestigio como trabajador le ganaba a cada momento el afecto de sus compañeros, y pese a la abismal deficiencia entre los dueños y él, estos tenían que reconocer a un incansable obrero muy conocedor de su labor; gestión ésta que le llevó inclusive a realizar innovaciones en algunos mecanismos de la planta.

Contrae matrimonio con Yolanda Figarola Camué el 23 de Julio de 1955, con la que tiene 2 hijas que nacen en 1957 y 1958 (Yolandita y Mayi).

En su centro de trabajo se crea una célula del M – 26 – 7 y junto a Casto Amador pronto se convirtió en uno de sus mejores activistas. Bajo la jefatura de Pepito Tey, participa en el ataque a la Estación de la Policía el 30 de noviembre, por la cual guardó prisión y fue juzgado en la causa 37/56, quedando absuelto.

Luego de ser libertado, regresó al trabajo y continuó realizando peligrosas misiones de acción y sabotaje en la clandestinidad, que mantuvieron en jaque a los esbirros de la dictadura. Por segunda ocasión fue detenido en la puerta de su casa en Altamira y puesto en libertad. Simultáneamente, asistía a la Universidad hasta que tuvo abandonar sus estudios, pues los requerimientos de la lucha así lo demandaban.

En esas circunstancias, participó en la huelga de abril de 1958, y fracasada esta, su vida peligraba, por lo que tuvo que marcharse hacia la zona rebelde del II Frente Oriental como integrante de la columna 17, dirigida por el comandante Raúl Menéndez Tomassevich.

Como a las 10 de la mañana del día 2 de agosto, llega al campamento de Tomassevich, en Florida Blanca, la noticia de que el tren central de por la tarde traería preso a Carlos Iglesias (Nicaragua), connotado revolucionario, que sería trasladado a la cárcel provincial de Boniato en Santiago de Cuba, por lo que se decidió llevar a cabo su rescate mediante una acción comando de cinco hombres vestidos de civil, afeitados y con armas cortas, entre los que se encontraba Mercerón, uno de los revolucionarios que ese día perdió la vida. Su cadáver fue inhumado tres veces: primero, en la Caoba (Songo), después en Santa Ifigenia (Santiago de Cuba) y finalmente, sus restos reposan eternamente en el altar de la Patria en el Mausoleo del II Frente.