Por: MSc Albys Ferrer Dubois. Investigadora del CNEA
En los últimos años se ha producido un incremento en el consumo de hortalizas, debido a los beneficios que poseen parala salud. Unidoa ello, la industria farmacéutica tiene cada vez más interés en el desarrollo de fármacos fitoterápicos (fármacos procedentes de plantas), siendo la mejora en la calidad de vida y el uso de productos naturales para el beneficio de la salud, un objetivo importante para el hombre en los momentos actuales.
En el CNEA se están realizando investigaciones en colaboración conla Universidad Federalde Santa Maria (UFSM) de Brasil; sobre las propiedades nutracéuticas del tomate cultivado con agua tratada con campos magnéticos estáticos.
La nutricéutica es la especialidad en la cual se identifican alimentos con actividad terapéutica para la prevención y el tratamiento de enfermedades. Los alimentos funcionales o nutricéuticos, pueden ser extractados y consumidos como suplementos, además de tener un valor terapéutico al consumirse directamente.
El tomate (Solanun lycopersicum L.) es uno de los vegetales más populares en el mundo. Pertenece a la familia de plantas Solanaceae, la cual es la tercera más importante a nivel mundial. En Cuba, es uno de los vegetales más aceptados porla población. Es considerado nutricéutico o fitonutriente, ya que diversas investigaciones médicas han mostrado sus eficaces propiedades antioxidantes. Sus beneficios se han podido constatar en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, además de su papel preventivo en los problemas cardiovasculares, inmunológicos y algunos tipos de cáncer.
De forma general la mayoría de los componentes de esta planta (vitaminas, minerales, carotenos, ácidos orgánicos y polifenoles) son importantes dentro de los procesos metabólicos del organismo humano. Estos compuestos contribuyen al uso terapéutico que puede tener esta planta al modular procesos fisiológicos en el hombre.
El potencial del tomate como antinflamatorio también ha sido estudiado, demostrándose que el fruto puede ser un importante modulador dela inflamación. Elfruto fresco proporciona el 90% del licopeno (caroteno mas abundante en el tomate) necesario para el organismo, ya que es un micronutriente no sintetizado por el cuerpo humano.
Esta es una de las plantas en las cuales se ha aplicado el campo magnético durante su cultivo. El agua tratada magnéticamente se ha utilizado con el objetivo de producir alimentos de mejor calidad, facilitar la absorción de nutrientes, proporcionando así el desarrollo y crecimiento más adecuado.
Un progreso en la investigación del tomate como nutracéutico se ha realizado con el empleo del agua tratada con campo magnético estático, lográndose aumentar el contenido de antioxidantes. Se ha planteado que campos magnéticos pueden mejorar procesos de transferencias de masa y la generación de compuestos bioactivos.
Jugos de tomate procesados con alta intensidad de campos eléctricos mantuvieron un volumen más alto de carotenoides y quercitina. Ha sido demostrado que estos compuestos poseen propiedades antimicrobianas, antitumorales, antihipertensivas y antiimflamatorias. Se ha estudiado el efecto protector de extractos acuosos y etanólicos de tomate irrigados con agua tratada magnéticamente en la peroxidación lipídica (oxidación de los lípidos de las membrana celular causado por las especies reactivas del oxigeno).
La demanda de los consumidores para los productos saludables proporciona una oportunidad de desarrollar alimentos funcionales, así como la calidad alimenticia y farmacéutica de nuevos productos nutricéuticos.
Desde el punto de vista de la salud humana, el desarrollo de alimentos funcionales y de mejor calidad, como el tomate, se torna un aspecto de gran importancia. El agua tratada magnéticamente se ha utilizado con el objetivo de producir alimentos de mejor calidad, facilitar la absorción de nutrientes, proporcionando así el desarrollo y crecimiento más adecuado. Diversos estudios han evidenciado un efecto favorable del tratamiento magnético en la germinación y productividad de tomates.
Con estas investigaciones se puede contribuir a un mejor conocimiento del uso de esta planta como nutricéutico, lo cual mejoraría la calidad de vida de la población.
Si alguna duda quedara a los organizadores del Taller “Comunicación y Divulgación científica: una mirada desde los centros de investigación”, sobre la pertinencia del mismo en el contexto actual de la ciencia santiaguera, quedó totalmente despejada durante los debates sostenidos los días 17 y 18 de mayo en el Salón de Protocolos del CNEA.
Investigadores de instituciones de ciencia del territorio, profesores de la Universidad de Oriente, gestores de información, bibliotecarias, estudiantes de pregrado de la universidad santiaguera, del Instituto y del Instituto Superior de Ciencias Médicas, periodistas, comunicadores sociales, informáticos y otros, se dieron cita en el CNEA para intercambiar ideas, proyectos, experiencias sobre la comunicación y divulgación científica desde nuestro entorno; en una muestra objetiva de lo planteado por la doctora Luisa Massarani cuando comentaba que el perfil de la persona que vaya a divulgar la ciencia es amplio, y afirmaba: “Lo que sí importa es que tenga interés en reducir la brecha entre la ciencia y la sociedad.” Y debemos reconocer que ese interés se evidenció en los asistentes a este primer taller.
El programa del Taller se dividió en dos jornadas. La primera de ella estuvo dedicada a la presentación de Conferencias que sentaron las bases teóricas para el debate. De esta forma, el auditorio reunido en el acogedor ambiente del Salón de Protocolos del CNEA, pudo disfrutar de la exposición del Dr.C. Giovanni Villalón, especialista de Comunicación Social de la Delegación Provincial del CITMA en Santiago de Cuba, quien abordó el tema “Sustentos teóricos metodológicos de la comunicación y divulgación científica. Experiencias en Santiago de Cuba”, durante el cual expuso a los oyentes importantes aspectos conceptuales e hizo hincapié en la necesidad “profesionalizar la divulgación científica”. Otra de las conferencias que más amplia aceptación encontró en los asistentes fue la impartida por la Dra.C. Liliana Gómez Luna, investigadora prolífica, y Asesora de Ciencia y Técnica de la Vicerrectoría de Investigaciones de nuestra sexagenaria universidad, quien tituló a su exposición “Comunicación y divulgación científica: una responsabilidad individual e institucional” y evidenció, desde el contexto de nuestras universidades, lo expuesto por la Dra.C Diana Cazaux en su artículo “¿Quién debe comunicar la ciencia?”, cuando expuso que la escasa participación de los científicos en actividades de comunicación pública de la ciencia se debe a causas multifactoriales entre las que sobresale “la multitud de labores y gestiones que acompañan habitualmente a su [de los científicos] trabajo de investigación, o la escasa importancia que se da a estas tareas a la hora de evaluar la actividad de los científicos (…)” . Según la opinión de la Dra Liliana Gómez, ampliamente compartida por los presentes, los indicadores de evaluación del desempeño científico de los profesores (que además actúan en la mayoría de los casos como investigadores) “crea un modelo de profesional que no sabe divulgar”, al exigir al profesional la especialización en producción de artículos científicos especializados que sólo puede ser consumido por un público también especialista en la temática tratada. La Dra Gómez Luna sentenciaba: “No es ético atender a un solo tipo de público, desconociendo al gran público”.
En este sentido, sin embargo, nos aportó una buena nueva al informar que apenas dos semanas atrás, el Ministerio de Educación Superior de Cuba (MES) había incluido entre los indicadores de evaluación del desempeño científico del profesor/investigador universitario, el de “Cultura y percepción social de la ciencia”, noticia esta que de inmediato tuvo excelente acogida por parte de los presentes.
La última conferencia de la jornada estuvo a cargo de la Dra.C Maribel Brull González, presidenta de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales en Santiago de Cuba, quien nos introdujo, de una forma muy amena, los conceptos referidos a la contaminación comunicacional. Además, en conjunto con Lic. Luisa Cepeda, mostraron parte de sus trabajos investigativos en el campo de la Comunicación de la Ciencias en nuestro territorio.
Por otra parte, la segunda jornada de trabajo, celebrada el miércoles 18 de mayo, estuvo dedicada a la presentación de experiencias de comunicación y divulgación científica realizadas desde los diferentes centros de investigación. Previo a la presentación de estos trabajos, disfrutamos de la exposición del Dr.C. Fidel Gilart González quien abordó una vez más la temática “Ciencia y seudociencia: una mirada desde el electromagnetismo”, fragmento de la presentada, con gran acogida, durante las jornadas de la pasada IV Conferencia Internacional de Electromagnetismo Aplicado.
Las experiencias mostradas hicieron uso de varias herramientas comunicativas: desde el documental científico, con la muestra de la bella obra “Ecosistemas del Caribe”, realizada por estudiantes canadienses de la Universidad de Alberta, Canadá, bajo la dirección general de la Dra.C. Liliana Gómez Luna, pasando por el uso de los blogs institucionales (CNEA), las multimedias (Centro de Estudios de Biotecnología Industrial, CEBI) y el espacio histórico-cultural “Desempolvando”, desarrollado por el Archivo Histórico de la ciudad de Santiago de Cuba, que pretende “desempolvar” no solo la historia de la ciudad, sino temáticas y tradiciones que en su conjunto contribuyen a la conformación de la idiosincrasia de los cubanos y los santiagueros en especial.
Al final de la jornada de este 18 de mayo, se presentó a los asistentes, la Convocatoria al segundo Taller, a celebrarse en semejante fecha del año 2012, en conmemoración a la fundación de la primera Academia de Ciencias de Cuba (el 19 de mayo de 1861).
Debates
Cada jornada dispuso de un espacio para el debate de los temas tratados durante las exposiciones de conferencias y experiencias, aunque el mismo fue aprovechado igualmente para comentar y analizar otras experiencias desarrolladas en diferentes instituciones de ciencia del territorio.
En cada momento se resaltó la pertinencia de un evento de este tipo y, en tal sentido, fue muy importante la intervención de la Dra.C. Maribel Brull quien brindó el coauspicio de la segunda edición por parte de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, y del Programa Ramal de Comunicación Científica.
Además, comentó de la necesidad de que, como parte del evento, pudiera contarse con una publicación donde se recojan las experiencias presentadas en el mismo.
Otro tema muy debatido fue el relacionado con el uso de los blog institucionales, y se manifestó, como uno de los retos y estrategias posibles a seguir, la creación de una “blogosfera de la ciencia santiaguera”, desde donde se pueda mostrar al mundo, los resultados científicos de la ciencia que se hace en esta región del país.
Retos para el futuro
La necesidad de un espacio donde se debata sobre la comunicación y divulgación de los resultados científicos, haciendo énfasis en el papel de los centros de investigación como gestores de los mismos; quedó confirmada con la celebración de este primer Taller. Sin embargo, como todo lo que inicia, muchos detalles quedarán por ajustar en el año que media entre esta edición que recién vio luz y la segunda que desde ya se hace imprescindible.
Convocar de forma especial a aquellos representantes de los centros de investigación que no estuvieron representados en esta experiencia inicial, ampliar el número de temáticas tratar, e involucrar a un mayor número factores clave dentro de la comunicación de la ciencia (dígase periodistas, comunicadores y científicos; sin demeritar a otros), se nos presentan como algunos de los principales retos a alcanzar para el año 2012.
El primer paso está dado. De ahora en adelante, tal y como lo exige la comunicación de los resultados de la ciencia, lo importante es la constancia.
1. Avanza la divulgación de la ciencia en América Latina, pero debe ser más crítica y regionalizada. Tomado de: http://www.oei.es/divulgacioncientifica/reportajes162.htm
2. Cazaux, Diana (2009, julio-septiembre) ¿Quién debe comunicar la ciencia? Razón y Palabra, 69. Consultado el 5 de marzo de 2011, en http://www.razonypalabra.org.mx/periodismocientifico/jul31.htm
Los días 28 y 29 de abril del 2011 se sostuvieron conversaciones entre dirigentes y líderes científicos del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado y el Director General de DISEÑOS ELECTRÓNICOS PM, S.A. DE C.V., DE MEXICO, las que se desarrollaron animadas por el interés de la empresa mexicana de establecer vínculos con nuestro centro y que culminaron con la firma de las Memorias de Conversaciones, en las cuales se plantea el interés por materializar un Proyecto de validación técnica de dispositivos magnéticos para fluidos, valorándose también la posibilidad de comercialización de separadores magnéticos producidos por el CNEA, y la necesidad de que se les ofrezca servicios de diagnósticos.
Igualmente, el pasado día 7 de mayo se sostuvieron conversaciones con investigadores del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), durante las cuales quedó establecido el interés de que el CNEA colabore con dicha institución, por lo que se acordó realizar en breve las acciones necesarias que permitan llegar a la firma de un Convenio Marco de Colaboración que ampare las acciones de asesoría, diagnóstico y el diseño de los equipos para pruebas de laboratorio que demanda el instituto mexicano.
Estas conversaciones dieron conclusión al desarrollo del curso de postgrado Aplicaciones industriales del Tratamiento Magnético al Agua, que a lo largo de una semana fue impartido a los colegas del IMTA, por un colectivo de docentes e investigadores del CNEA
Los científicos que sólo trabajan para obtener premios y reconocimiento de otros científicos no sirven a la humanidad, dijo en la ciudad de México el ganador del Premio Nobel de Química 1991, Richard Ernst, durante una conferencia magistral posterior al anuncio de la Semana de la Ciencia y la Innovación 2011, que se realizará en septiembre en la ciudad de México.
El químico suizo, que fue el creador de un sistema para estudiar detalladamente los núcleos de las moléculas y saber cómo interactúan unas con otras, dijo que los científicos tienen que “salir de su torre de marfil”, pues observa que en todos los países se elaboran programas de estudios muy enfocados en los aspectos técnicos de la ciencia y que tienen graves carencias éticas y un nulo fomento del humanismo. Los calificó como programas de excelencia pero sin alma.
Por: MSc Elizabeth Isaac Alemán. Investigadora del CNEA
El mejoramiento de la producción agrícola, en aras de incrementar la producción de alimentos, constituye para nuestro país, en la actualidad, un asunto de seguridad nacional, tal y como ha sido reconocido en más de una ocasión en los últimos tiempos por la más alta dirigencia cubana. En el resto del mundo no lo es menos, tanto para los estados como para las empresas privadas.
Pero los incrementos de esta producción se enfrentan a múltiples dificultades entre las que se destacan: una creciente demanda alimenticia, en conjunto con un crecimiento demográfico descontrolado; la escasez de tierras cultivables aparejado al empeoramiento productivo de las ya existentes; así como el uso masivo de fertilizantes y plaguicidas, que si bien incrementan notablemente el rendimiento de los cultivos, a la larga causan un daño irreversible al medio ambiente.
De ahí que términos como agricultura sostenible se hacen cada vez más comunes, toda vez que la producción agrícola depende, en gran medida, de recursos limitados como los suelos, el agua y la energía.
Por estas razones, en los últimos años se ha potenciado la búsqueda de soluciones y métodos económicamente viables y compatibles con el ambiente, que conlleven al desarrollo sostenible de la producción agrícola, como resultado de la cual se aumente, o al menos se mantengan, altos rendimientos. Uno de estos métodos ha sido el uso de los campos electromagnéticos.
Aunque la acción de estos campos sobre los sistemas biológicos ha tenido lugar desde los orígenes mismos de la vida, el empleo por parte del hombre data desde hace pocos siglos.
La aplicación del electromagnetismo es un fenómeno complejo, que encierra una serie de condiciones experimentales que abarca desde diferentes formas de aplicación, tiempo de exposición, inducciones magnéticas, frecuencias, intensidades y tipos de campos electromagnéticos. Desde principios de la década de los años 80 comenzaron a publicarse trabajos científicos que demuestran que los sistemas vivos (desde microorganismos hasta organismos superiores) son sensibles a campos magnéticos. Sin embargo, la interacción de estos campos en cada nivel del organismo con estructuras cada vez más complejas, hace más difícil su descripción e interpretación, por lo que aún no se han podido contestar innumerables interrogantes que se presentan a la hora de explicar el ó los mecanismos biofísicos de acción, a pesar de la existencia de muchas hipótesis sobre tales aspectos. Esto evidencia cuánto debe profundizarse en los estudios de este fenómeno.
En la esfera de la agricultura se ha empleado el tratamiento magnético al agua de riego para propiciar a la planta una mejor asimilación de nutrientes, acelerar los ciclos de maduración, evitar las puntas quemadas, entre otros beneficios.
De igual forma se ha empleado esta técnica para incrementar la germinación de semillas, el crecimiento y desarrollo de las plantas, incremento del peso de los frutos y con ello de los rendimientos, así como el mejoramiento de procesos metabólicos en el vegetal.
El Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado ha centrado sus aplicaciones en el empleo de la tecnología del riego con agua tratada magnéticamente (GREMAG®) en el incremento de los rendimientos en cultivos protegidos de hortalizas, fundamentalmente en la producción de tomates, pepino y pimientos, que alcanzan un incremento en el rendimiento, superior al 10%, en más de 5 años de utilización.
Al mismo tiempo, se realizan investigaciones en otros sistemas de cultivos como: organopónicos, viveros, parcelas y casas de aclimatización; con evidencias científicas, de que esta tecnología no agrede al suelo, al aire, al agua, ni al hombre, siendo así, compatible con el medio ambiente.
Más recientemente se han hallado evidencias de las potencialidades del método para la protección fitosanitaria de los cultivos sometidos al tratamiento.
Según nuestra experiencia, y la de decenas de colegas que investigan el uso de los campos magnéticos en la agricultura como métodos físicos de estimulación del crecimiento y el rendimiento de las plantas, esta tecnología constituye una solución prometedora para el mejoramiento de la producción agrícola y de la situación alimentaria y nutricional, de una forma sostenible y en armonía con el medio ambiente.
La imagen del científico encerrado en su laboratorio y desentendido de la realidad ya no va más. La nieta de la célebre física Marie Curie, Hélene Langevin Joliot, sostiene que “los científicos deben ocuparse del uso que se le dan a sus descubrimientos. Y la sociedad debe participar en las decisiones”. Langevin Joliot tiene 83 años y también es física como su abuela. Trabajó en los inicios de su carrera en el laboratorio que habían abierto sus padres, Irène Joliot-Curie y Frédéric Joliot-Curie, en el Instituto de Física Nuclear, en Orsay, Francia, y hoy pertenece al cuerpo de asesores científicos del gobierno francés. Se ha dedicado a difundir el legado de su familia, y a la promoción del rol de la mujeres en la ciencia. Esta semana, la física –nacida en París– estuvo en Buenos Aires para dar conferencias y participar en los festejos por los 80 años del Hospital de Oncología Marie Curie de Capital. Fue declarada visitante ilustre de la Ciudad por la Legislatura porteña. La mujer, que aceptó una charla con periodistas en un despacho del hospital, insiste con la responsabilidad social de los científicos: “Un investigador no puede sólo decir: ‘Miren lo que encontré’. Como decía mi abuelo Pierre Curie, en manos de criminales, el radio puede ser muy peligroso ”. El radio es uno de los elementos químicos que Marie y Pierre Curie descubrieron en 1898, y que sirvió para el desarrollo de tratamientos contra el cáncer, entre otras aplicaciones. Vivaz y amable, la nieta cuenta que ella misma se involucró desde su juventud en el movimiento pacifista para evitar el desarrollo de armas atómicas (aunque con poco éxito). Ahora, tras las explosiones en la planta nuclear de Fukushima después del terremoto y el tsunami que sacudieron a Japón, la física opina: “Se impone la reflexión sobre la energía nuclear. Aunque hay que tener en cuenta que los efectos sobre las vidas de las personas de las explosiones en la planta nuclear son mucho menores al impacto del terremoto y el tsunami en sí mismos” . A Langevin Joliot también le preocupa que la sociedad en general entienda la actividad científica. “Generalmente se dice que tenemos ciencia por todos lados, pero la realidad es que la mayoría de la gente recibió educación e incluso fue a la universidad pero se ha olvidado sobre el método científico”. En su memoria hay pocos recuerdos de su abuela Marie Curie cuando estaba viva. “Yo era chica y no la veía como una persona famosa. Sé por mis padres que era muy curiosa. Ella era la organizada, y mi abuelo Pierre era más soñador”. Cuenta que tiempo atrás su familia decidió donar todos los materiales que poseían de la abuela a la principal biblioteca de Francia , y se dieron cuenta que debían hacerles un análisis: “Todos los papeles estaban contaminados. Estuvieron un año en cuarentena, y después los donamos” . Ella se ocupó de recopilar las cartas entre su abuela y su madre en un libro que fue publicado en enero pasado, como parte de las celebraciones del Año Mundial de la Química, en homenaje a los 100 años de la entrega del segundo premio Nobel a Marie Curie. Cuando se le pregunta por qué eligió la física nuclear, contesta que era la disciplina que más rápido avanzaba en la época de su adolescencia”. Nunca se arrepintió. Estuvo casada con un físico nuclear, Michel Langevin, con quien tuvo un hijo que hoy es astrofísico. A los jóvenes, la mujer les aconseja: “No sigan una carrera porque está únicamente de moda. Sólo sigan una carrera porque les apasiona. Y si eligen la física, hay que evitar la competencia agresiva con los colegas. La investigación es una actividad demandante, pero el éxito se logra con el balance entre la vida personal y familiar , los papers y la responsabilidad como científico y ciudadano”.
Tomado de Clarín.com: “Los científicos deben ocuparse del uso que le dan a sus descubrimientos”.
A menudo, explicaciones que parecen debates académicos superados aún perduran en algunos discursos, en las medidas políticas propuestas, en los mensajes de los medios de comunicación o en la opinión pública en general. Esto ocurre con la movilidad de los profesionales altamente cualificados quienes, según la mayoría, no emigran sino que se desplazan de unos países a otros; no son expulsados sino atraídos por las instituciones científicas o académicas extranjeras; no causan problemas de socialización sino enriquecimiento. Estos mensajes positivos se multiplican evitando el angustioso debate sobre la pérdida de capital humano y la responsabilidad internacional de todos los países involucrados en los flujos de entrada y salida. Es un discurso interesado pues predica sus beneficios mientras limita las entradas y los permisos de residencia a colectivos similares con nacionalidades diferentes, o que presuntamente no son tan necesarios para las economías locales. Además, las cuotas no son estables en el tiempo sino que cambian de manera discrecional según cada equipo de gobierno, tal como ahora mismo está ocurriendo en Reino Unido
Para continuar leyendo el texto puede acceder la Revista Ibeoramericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad, a través del siguiente enlace: EL DEBATE: ¿Empujados o atraídos? Movilidad del personal altamente cualificado.
Así se titula un interesantísimo artículo que aborda la relación entre la ciencia, los científicos y la divulgación de los resultados científicos; dondese afirma que “la divulgación no es sólo una obligación del científico hacia la sociedad; aprender a comunicar es también, en cierto modo, aprender a organizar las propias ideas”; lo cual convierte a la divulgación científica, en una herramienta necesaria para el trabajo de los hombres y mujeres de ciencia.
Además, se mencionan algunas de las principales limitantes que atentan contra la labor comunicativa de los científicos hoy en día, asegurando que “el esfuerzo por comunicar no siempre se ve recompensado: escribir un ensayo divulgativo, mantener un ‘blog’ o colaborar con la prensa no puntúa oficialmente en la carrera del investigador”.
Para leer el artículo completo les dejo el siguiente vínculo: La falta de reconocimiento aleja a los científicos de la divulgación.