Oscar Lucero Moya

OSCAR LUCERO MOYA (Mártir del Silencio)

Nació el 30 de abril de 1928 en el antiguo centra Miranda. A los tres años quedó huérfano de padre. Sus estudios primarios los comenzó en un colegio bautista de Palma Soriano más tarde pasó a estudiar en los colegios internacionales de El Cristo, propiedad entonces de la Iglesia Bautista. Cuando la familia se trasladaba para Santiago de Cuba, Oscar matricula en el Instituto de Segunda Enseñanza de esta ciudad. Alternaba con Frank la presidencia del Movimiento Juvenil de la Iglesia Bautista.

Ante el cuartelazo del 10 de marzo de 1952 fue uno de los jóvenes que esperaron inútilmente en el parque de la Libertad las armas prometidas para combatir a Batista. El estudiantado comenzó a demostrar en toda la isla su descontento. Con la misma decisión de los demás jóvenes de inquietudes revolucionarias se levantó contra la tiranía, integrando en esos días la Juventud Ortodoxa.

Fue uno de los fundadores de Acción Libertadora junto a Renato Guitart, Félix Pena, Frank País, Pepito Tey, Carlos Díaz Fontain, Otto Parellada y otros. Los mejores elementos de esta organización pasarían a integrar Acción Revolucionaria Oriental.

Se graduó de bachiller en letras el 8 de septiembre de 1955, matriculando en la escuela de Derecho de la UO, a la par trabajaba como pesador de caña en el Central Miranda.

En junio de 1955 queda estructurado el M- 26- 7, Siendo Lucero uno de los primeros en sumarse. Estando trabajando en el central se puso en contacto con René Ramos Latour, a quien Frank había incorporado al movimiento y nombrado responsable de la zona norte de Oriente.

Participa en el frustrado plan de abrir un Segundo Frente en Oriente con el objetivo de organizar la lucha armada en el norte de la provincia y dividir las fuerzas de la tiranía. Después de conseguir algunas armas y reunirse en la finca El Cauchal, fueron delatados. A pesar de la sorpresa lograron salvar la mayoría de las armas. Pasado unos días se trasladaba a Holguín donde realizó un extraordinario trabajo en el M- 26- 7 y en la realización del atentado al sanguinario Coronel Fermín Cowley Gallegos. Después marchó para la Habana a fin de trabajar como jefe de acción bajo la dirección de Faustino Pérez, jefe del movimiento en esa provincia.

En medio de circunstancias altamente riesgosas y difíciles toma parte en numerosas acciones, destacándose en la huelga del 9 de abril y en el secuestro del as argentino del volante Juan Manuel Fangio. Entre el 30 de abril al 1ro de mayo del 1958 fue detenido Lucero, por el teniente Calzadilla, en un apartamento del Vedado, donde residía junta a Enma Montenegro. Este lo entregó a Orlando Piedra, quien en unión de  Pérez Coujil e Irenaldo García, lo sometieron a horribles torturas, sin que pudieran arrancarle una sola confesión. Algunos afirman que sangrando en su celda, aún tuvo ánimo para escribir en la pared con sus muñones:”Aún vivo, mayo 18”. Se asegura que pasó 20 días en este calvario y que murió el 19 de mayo, precisamente el mismo día que se cumplía otro aniversario de la muerte de José Martí.