En Santiago de Cuba: sendero de las personalidades de las ciencias en el cementerio Santa Ifigenia

Joel James Figarola, uno de los intelectuales y científicos incluidos en el sendero de las personalidades de las ciencias en el cementerio Santa Ifigenia

A partir de una selección de figuras cimeras de la ciencia en esta provincia y como parte del Proyecto Historia de la Ciencia y la Tecnología Santiago de Cuba, existe en el cementerio Santa Ifigenia un sendero que recorre los sitios de descanso perenne de algunas personalidades científicas santiagueras y mundiales.

El intelectual Joel James Figarola, el profesor y crítico literario Ricardo Repilado Parreño, además de los naturalistas Charles Ramsden y Fernando Boytel Jambú, son algunas de estas personas que se destacaron en alguna rama del conocimiento humano y que hoy son reconocidas como grandes figuras de la historia de la ciencia del país.

Este recorrido se insertó como una de las actividades del V Taller de Información y Gestión Tecnológica INFOGEST 2011 y forma parte de la estrategia de la Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente en la divulgación de sus principales personalidades en toda su historia, su vida y obra.

El recorrido por el Cementerio Santa Ifigenia incluye 9 sepulcros de grandes personalidades y partió de una investigación que tuvo en cuenta las obras científicas en función del desarrollo y la sociedad además de los valores éticos y morales que caracterizaban el humanismo y la actuación profesional de cada uno de ellos.

Además de este sendero por la historia de la ciencia, otra de las acciones de divulgación científica del CITMA en esta provincia es el salón de exposiciones de la ciencia santiaguera que tiene por sede a MEGACEN y que hasta la fecha ha desarrollado 8 presentaciones cada una dedicada a los logros de este sector.

Precisamente esta fue otra de las buenas prácticas socializadas por la delegación del CITMA en el V Taller de Información Y gestión Tecnológica INFOGEST 2011.

Tomado de Ciencia cubana

La Royal Society pone en Internet los secretos

De forma gratuita, cualquier interesado puede consultar más de 60.000 documentos que cubren tres siglos de grandes descubrimientos y pequeños avances que han ido forjando el actual conocimiento científico, recogidos en el archivo de la sociedad, galardonada este año con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

El jurado del galardón apreció el impulso a la «investigación y difusión del conocimiento generado por la humanidad» de la Royal Society, una institución que comenzó su andadura en el año 1660.

Navegar por el vasto archivo de la sociedad británica permite rescatar pedazos de la historia de la ciencia como los pavorosos relatos sobre las primeras transfusiones de sangre.

O saber de jóvenes estudiantes alcanzados por rayos cuando trataban de aclarar la naturaleza de la electricidad, además de las trascendentes investigaciones de científicos como Faraday, Maxwell o Boyle.

«Si se destruyesen todos los libros del mundo y sólo quedara la revista de la Royal Society ‘Philosophical Transactions’, no es aventurado decir que los fundamentos de la ciencia y el progreso intelectual de los últimos dos siglos se salvarían», escribió en 1870 el biólogo Thomas Huxley.

La sociedad británica fue la primera institución del mundo en publicar, en 1665, una revista que cumplía con los estándares de control y rigor que hoy en día se imponen a sí mismas las publicaciones científicas más prestigiosas.

Entre quienes pasaron esos controles estuvo Isaac Newton, quien publicó, en 1672, el que está considerado su primer escrito científico, la «Nueva teoría sobre la luz y los colores».

También escribió en la revista «Philosophical Transactions» Benjamin Franklin, que utilizó una cometa para demostrar, en 1752, que la electricidad de los rayos viaja desde las nubes hacia la Tierra y que se puede recoger de forma artificial.

La ciencia moderna avanzó a ciegas sus primeros pasos, en un recorrido que se puede seguir al detalle a través del archivo de la Royal Society.

Sus publicaciones recogen curiosidades como los escritos del astrónomo francés Adrien Auzout, que en el siglo XVII publicó su particular «Visión de la Tierra desde la Luna», en la que describía el aspecto que debería presentar el planeta para unos «supuestos habitantes» del satélite terrestre.

«Para la gente de la Luna, la Tierra debe mostrar diferentes caras según la época del año. En invierno no debe haber nada verde en la mayor parte del planeta mientras, en verano, todos los campos deben verse amarillos», relataba en 1665 el astrónomo, que llegó a proyectar un telescopio de más de 300 metros para observar la Luna.

La Royal Society se inspiró en las ideas del científico y filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626) para crear una institución dirigida a extender las fronteras del conocimiento a partir del desarrollo de la ciencia, las matemáticas, la ingeniería y la medicina.

«La apertura del archivo abre una ventana fascinante a la historia del progreso científico durante los últimos siglos e interesará a todos aquellos que quieran comprender la evolución de la ciencia», destacó la psicóloga Uta Frith, miembro del comité de bibliotecas de la sociedad.

Los miembros de la Royal Society son elegidos de por vida entre los científicos más destacados en sus respectivos campos y entre sus integrantes han figurado Isaac Newton, Charles Darwin, Albert Einstein, James Watson o Stephen Hawking.

Hoy en día, la institución cuenta con cerca de 1.500 miembros, entre ellos 75 premios Nobel y nueve Príncipe de Asturias, además de cinco representantes de la Familia Real inglesa, entre ellos la reina Isabel II

Tomado de Madrimasd.org

Academia Cubana de Ciencias por mayor acercamiento a jóvenes

La doctora Lilian Alvarez, secretaria de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), afirmó que la institución procura hoy un mayor acercamiento a los jóvenes y elevar su inserción en las carreras científico-técnicas.
La física-matemática, Académica de Mérito de la ACC, disertó aquí en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Antonio Maceo acerca de la presencia de la mujer en las Matemáticas y consideró que es un campo amplio y atractivo para el desempeño profesional.
La experta se refirió a la necesidad de fortalecer las matrículas universitarias en las especialidades de las ciencias naturales, exactas y técnicas, acorde con los requerimientos del desarrollo económico y social del país.
Consideró Alvarez que prevalece una tendencia en las familias cubanas de que sus hijos cursen carreras de las ciencias médicas e informáticas, necesarias también pero sin desconocer la importancia de las restantes.
Apuntó la secretaria que son 305 los miembros actuales de la ACC, de ellos 187 titulares, y a principios del próximo año serán renovados en un 30 por ciento, lo cual significará una notable inserción de nuevos talentos.
Resaltó la categoría de asociados jóvenes como parte de la estrategia de la Academia en pos de garantizar el futuro científico de Cuba.
Tomado de: Ciencia Cubana

Instalada la Filial Oriental de la Academia de Ciencias de Cuba

Con la entrega del Acta Fundacional, de manos del académico Sergio Jorge Pastrana, a las autoridades de la provincia Santiago de Cuba, quedó oficialmente instalada la Filial Oriental de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC), en acto solemne celebrado en la tarde de ayer día 20 de octubre, en el Salón de los Vitrales dela histórica Plaza de la Revolución santiaguera.

De esta forma, la ACC, que recién celebró el Aniversario 150 de la fundación de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana (fundada el 19 de mayo de 1861) de la cual es continuadora, crea por vez primera una filial fuera de la capital del país y es precisamente en la región oriental, como un alto reconocimiento a la obra de los hombres y mujeres de ciencia de esta región, tal y como expresara durante el acto fundacional, Vicente González Díaz, Vicepresidente del consejo dela Administración Provincial en Santiago de Cuba, en representación de la dirección del gobierno de la ciudad.

La académica Lilliam Álvarez Díaz dio lectura a un mensaje del Dr Ismael Clark, presidente de la ACC, quien refirió sentirse seguro de que esta filial será un motivo de orgullo para el país.

Por su parte, el académico Sergio Jorge Pastrana, quien tuvo a su cargo las palabras centrales el acto en representación de los miembros de la Academia de Ciencias, agradeció el gesto de las autoridades de la provincia al hacer coincidir la instalación de la filial con la fecha en que se celebra en todo el país el Día de la Cultura Cubanay en este sentido expresó que a la filial oriental se le entrega “la responsabilidad de continuar construyendo nuestra identidad cultural desde el campo de la ciencia”.

El acto fundacional de la filial oriental de la ACC contó con la participación de destacados miembros de esta institución, directivos dela Delegación Provincialdel Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), directivos e investigadores de los principales centros de ciencia de la provincia santiaguera, rectores de las principales universidades de la ciudad, así como los representantes de la prensa.

Múltiples reconocimientos fueron otorgados a la Academia de Ciencias de Cuba por parte de la Universidad de Oriente, el Universidad Médica de Santiago de Cuba, el Instituto Superior de Cultura Física,la Universidad Pedagógica, la Casa del Caribe y la dirección política de la provincia.

Coincidiendo con el Día dela Cultura Nacionaly las celebraciones por el Aniversario 20 de la creación del Complejo Escultórico Monumental de la Plaza de la Revolución “Antonio Maceo” en Santiago de Cuba, el acto contó con exquisitos momentos culturales y estuvo todo el tiempo presidido por una réplica del la obra plástica “La jura de Hernán Cortés”, del pintor santiaguero Juan Emilio Hernández Giró (1882-1953), cuyo original se conserva en el Museo Provincial Emilio Bacardí y que justo ayer cumplía 100 años de haberse mostrado por primera vez al público cubano.

La Academia de Ciencias de Cuba tiene entre sus objetivos el contribuir al desarrollo de la ciencia cubana y la divulgación de los avances científicos nacionales y universales; prestigiar la investigación científica de excelencia en el país; elevar la ética profesional y la valoración social de la ciencia; estrechar los vínculos de los científicos y sus organizaciones entre sí, con la sociedad y con el resto del mundo.

Academia de Ciencias de Cuba abrirá filial en el Oriente

La primera filial de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) fuera de La Habana funcionará en Santiago de Cuba para las cinco provincias orientales, informó  el Dr. Pedro Beatón Soler, delegado del Ministerio del ramo en el territorio.

Precisó Beatón que el próximo día 20 será constituida esa dependencia, que tendrá por sede al Museo de Historia Natural Tomás Romay, primera institución científica creada tras el triunfo revolucionario, 45 años atrás.

Antes de la ceremonia de apertura, apuntó el directivo, miembros de la ACC impartirán conferencias en universidades y otros centros docentes locales y cumplirán un programa de visitas a sitios históricos de la urbe.

Los doctores Nicasio Viña Bayés y Vitelio Ruiz, de los Centros Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad y de Lingüística Aplicada, respectivamente, son miembros de mérito de la institución, a la cual pertenecen también otras destacadas personalidades de la ciencia aquí.

La creación de esta filial de la Academia de Ciencias propiciará la coordinación de este quehacer para esta provincia y las de Granma, Holguín, Las Tunas y Guantánamo, donde funcionan instituciones de investigación en diversas ramas de la economía y la sociedad.

En la red de esas entidades en territorio santiaguero se destacan los Centros Nacionales de Investigaciones Sismológicas, Biofísica Médica, Anticuerpos y Biomodelos Experimentales, Toxicología, Energía Solar y Electromagnetismo Aplicado.

Tomado de Prensa Latina

Leer más. Otra vez es noticia el polo científico de Santiago de Cuba.

“Etiquetas geográficas” para rastrear la ciencia del Sur

Herramientas en línea informan sobre la ciencia mundial, pero no sobre su ubicación. Las ‘etiquetas geográficas’ acortan la brecha de conocimientos, dice Nigel Pitman.

Cualquiera que haya hecho una búsqueda en Google Scholar puede dar fe de los asombrosos avances en el acceso, organización y análisis de la literatura científica.

A medida que los viejos catálogos impresos son reemplazados por herramientas de referencia digital con la velocidad de un rayo, los investigadores tienen una opinión cada vez más clara de qué preguntas se han formulado, cuándo, por qué, cómo y por quién.

Pero algo falta en esta lista. Las bases de datos y las herramientas de referencia en línea aún realizan un trabajo muy pobre de información acerca de dónde se está haciendo ciencia.

¿Los ríos de cuál país han sido más exhaustivamente estudiados por los ictiólogos (científicos de peces)? ¿Qué proporción de publicaciones científicas sobre el mundo en desarrollo han sido escritas por científicos realmente ubicados allí? ¿Cuál es el campo más estudiado en la Amazonía?

Respuestas rápidas y rigurosas a este tipo de preguntas siguen estando más allá del alcance de las bases de datos actuales. Pero hay una forma simple de resolver el problema: asignar una ‘etiqueta geográfica’ (geotag en inglés) a cada artículo, libro o tesis de literatura científica. Una etiqueta geográfica es un conjunto de coordenadas geográficas que muestra de dónde obtienen sus datos los autores de una publicación.

Imaginemos por un minuto que podemos hacerlo. El resultado sería un mapa del mundo que identifica cada sitio de donde los científicos han recogido sus datos alguna vez, y que es capaz de decirle —a través de las bases de datos ya existentes— qué pasó con esos resultados.

Seleccionando un punto del mapa se tendría una lista pormenorizada de lo que se ha publicado sobre esa región en particular, cuántos científicos lo han hecho y cuándo, entre otra información.

Patrones sorprendentes

¿Es demasiado ambicioso o muy difícil? Realmente no. En 2009, mis colegas de la Universidad de Florida y yo hicimos un mapa de este tipo para describir los patrones de investigación ecológica en los Andes tropicales y la cuenca amazónica. [1]

Lo hicimos a la vieja usanza: revisando las dos principales revistas sobre ecología tropical desde 1995 hasta 2008, buscando cualquier artículo basado en el trabajo en esas regiones y anotando las coordenadas de los sitios donde se había realizado el trabajo de campo.

El resultado fue una ‘nube’ de 278 puntos repartidos por todo el mapa de Sudamérica tropical: los sitios de campo de donde se recogieron datos para los 373 artículos.

El conjunto de datos reveló patrones que nadie había notado antes. ¿Quién sospecharía, por ejemplo, que el pequeño Ecuador llevaba la delantera a todos los países sudamericanos en número de estudios de campo publicados por kilómetro cuadrado de su territorio? ¿O qué tres sitios de campo representaban más de la mitad de todas las publicaciones sobre la Amazonía?

Hubo más sorpresas. El sitio de campo responsable de producir más artículos científicos revisados por pares en la Amazonía occidental resultó ser una choza con techo de paja en el sur del Perú, a100 kilómetrosde la carretera más cercana. Y más del 85 por ciento de lo que se había escrito sobre la biodiversidad andina en ese periodo estuvo basado en trabajo de campo realizado en la mitad norte de la cordillera (la sierra).

Las brechas y las oportunidades

Dada la velocidad y la creatividad con la que la literatura científica mundial se está organizando, es solo cuestión de tiempo antes de las etiquetas geográficas científicas se conviertan en una herramienta generalizada de investigación.

Sin embargo, hay varias razones por las que las organizaciones científicas en los países en desarrollo deberían tratar de sacar ventaja de ellas.

Por ejemplo, mapas como los nuestros pueden ayudar a identificar sitios de campos especialmente productivos (estaciones de campo, reservas naturales, sitios de monitoreo y otros) que merecen apoyo financiero de largo plazo pero que a menudo pasan desapercibidos para los organismos de financiamiento.

Estos mapas también pueden identificar las brechas de conocimiento —como regiones que los científicos no han explorado aún de manera adecuada— y ayudarlos a diseñar incentivos para cerrarlas.

Lo más importante es que nuestros datos indican que la mayoría de áreas clave de publicación de Sudamérica lo son también para capacitación. En otras palabras, esos mapas pueden ayudar a que las agencias científicas localicen lugares olvidados pero cruciales donde los jóvenes científicos del mundo en desarrollo reciben experiencia práctica en el campo.

Debe ser relativamente fácil construir un mapa completo de la ciencia en el terreno en los países en desarrollo porque hay mucho menos estudios de campo que en el mundo desarrollado. Debería ser más fácil levantar mapas de todos los sitios de investigación en Guyana que en el Reino Unido, por ejemplo.

Y mientras los mapas de las publicaciones etiquetadas geográficamente serán útiles para muchas disciplinas científicas, puede que sean más valiosos para la biología de campo yla conservación. Enestas áreas, donde la habilidad de los científicos para organizar y comunicar la información está directamente relacionada con su efectividad para proteger la asediada naturaleza de la Tierra, hacer una cartografía del mundo puede ser un pequeño paso para su salvación.

Nigel Pitman es investigador asociado del Centro de Conservación Tropical de la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos. Su sede actual es Paraná, Brasil.

Tomado de Scidev.net

Si eres investigador, publica y divulga en Internet

En Santiago de Cuba, he podido constatar cómo los investigadores de esta ciudad abogan por retomar la función social de las ciencias de comunicarlas, divulgarlas. Y me parece bien, pues al final, y no recuerdo la frase completa, la ciencia que no se conoce…

Ciertamente, salvando las diferencias, periodistas, comunicadores, investigadores, tienen cada uno su función dentro de esa gran orquesta es dar a conocer los logos, problemas, personalidades, etc del ámbito científico cubano, y en este caso santiaguero.

En la ciudad de Santiago de Cuba, y no porque sean mis amigos, sino porque realmente lo considero así, los trabajadores del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado van a la vanguardia, y muestra de ello es la fuerte imagen coorporativa, fruto me imagino yo de algún tipo de diseño, investigación, lo que sea, pero que se evidencia en el centro y fundamentalmente en la proyección al exterior.

Otros ejemplos son los diferentes eventos que se desarrollan, como el de comunicación y divulgación científica, y la propia creación de un blog otro escenario donde se divulga su quehacer.

Algo si tienen claro, y así lo han manifestado siempre, hacer algo es muy provechoso, no hacer nada, puede ser muy caro.

Así se mueven las ciencias en el mundo, no basta con investigar, también es necesrio comunicar, así lo entiende el CNEA y esperemos que capten el mensaje otros centros de Santiago que realmente están muy mal.

¿Por qué me interesa como investigador publicar y divulgar en Internet? Porque es un medio de comunicación idóneo para la comunicación y la divulgación de la ciencia. Nos permite, generalmente de forma gratuita, o con unos costes muy bajos, sobre todo en comparación con los demás medios de comunicación, publicar, modificar y actualizar contenidos de manera instantánea con posibilidades mundiales de difusión.

Tomado de «La fórmula del loco» (Leer más)

Nobel de Química para el descubridor de los cuasicristales

Según informó esta mañana el sitio oficial de los Premios Nobel, el galardón en Química fue concedido en solitario al israelí Daniel Shechtman «por el descubrimiento de los cuasicristales», un resultado que ha revolucionado la forma en que los químicos conciben la materia sólida y por el cual su descubridor a tenido que librar una dura batalla contra la ciencia establecida.

En toda la materia sólida, se creía que en toda la materia sólida los átomos estaban empacados dentro de los cristales formando patrones simétricos que se repetían periódicamente una y otra vez. Para los científicos, estas repeticiones eran necesarias para la obtención de un cristal.

Sin embargo, el 8 de abril de 1982, Daniel Shechtman halló una imagen en su microscopio electrónico que mostraba que los átomos en el cristal observado, estaban empacados en un patrón que no podía ser repetido. Los cuasicristales obtenidos por Shechtman exhiben simetrías (icosaédrica o decagonal) que no presentan los sólidos cristalinos. Por tanto, su estructura cristalina no es periódica, es decir, no se puede construir mediante la repetición de una celda unidad.

Su descubrimiento fue muy controvertido. Mientras defendía sus hallazgos, se le pidió que dejara su grupo de investigación. Sin embargo, su batalla forzó a los científicos a reconsiderar su concepción de la naturaleza misma de la materia.

Los cuasicristales han sido comparados con los mosaicos aperiódicos como las que se encuentran en los mosaicos medievales islámicos del palacio de la Alhambra en España y en el Darb-i Imam Santuario en Irán. En los mosaicos, como en los cuasicristales, los patrones son regulares -siguen reglas matemáticas – pero nunca se repiten.

Tras el descubrimiento Shechtman, los científicos han producido otros tipos de  cuasicristales en el laboratorio y descubrieron que se hallan en estado natural en algunas muestras minerales de ríos rusos. Una empresa sueca ha encontrado  cuasicristales en una cierta forma de acero, donde los cristales refuerzan el material como una armadura. Actualmente los científicos están experimentando con el uso  cuasicristales en diferentes productos, tales como sartenes y los motores diesel.

Daniel ShechtmanDan Shechtman nació en Tel Aviv, Israel, en 1941. Es profesor en el Instituto de Tecnologia de Israel (Technión) y profesor de ciencias de los materiales enla Universidad Estatal de Iowa.

Entre otros reconocimientos alcanzados destacan:

  • El Premio Aniversario 25 dela Sociedad Europeade Investigación de Materiales (E-MRS) en 2008.
  • El Premio EMET en Química en 2002
  • El Premio Muriel y David Jacknow Technion a la Excelencia en la Enseñanza, 2000
  • El Premio Gregori Aminoff Premio dela Real Academia Suecade Ciencias.

El Universo en un Nobel

La Real Academia Suecade las Ciencias decidió otorgar de forma compartida el Premio Nobel de Física a Saul Perlmutter, del Proyecto The Supernova Cosmology del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de la Universidad de California en Estados Unidos; en conjunto con Brian P. Schmidt, de la Universidad Nacional de Australia y Adam G. Riess. de la Universidad Johns Hopkins, ambos pertenecientes a The High-z Supernova Search Team; por el “descubrimiento de la expanción acelerada del Universo a través de la observación de una supernova distante”.

Estos investigadores han estudiado varias decenas de supernovas y en 1998 asombraron al mundo cuando mostraron sus hallazgos en los que se evidenciaba que el Universo se está expandiendo a un ritmo cada vez más acelerado, lo cual significó un sorpresa incluso para los propios laureados.

Durante casi un siglo, se ha conocido que el Universo se expande como consecuencia del Big Bang. Sin embargo, el descubrimiento de que esta expansión es acelerada es asombroso. Si la expansión continuará su aceleración el Universo pudiera terminar completamente helado.

Se cree que esta aceleración se debe a una energía oscura, pero qué es esta energía es aún desconocido; quizás el mayor misterio de la física moderna. Lo que se sabe es que la energía oscura que constituye alrededor de las tres cuartas partes del Universo.

Saul Perlmutter

Saul Perlmutter es norteramericano. Nació en 1959 en Champaign-Urbana, Illinois. Se tituló en Ph:D en la Universidad de California, Berkeley. Lidera el Proyecto Supernova Cosmology Project. Profesor de Astrofísica del Labortaorio Nacional Lawerence Berkeley y de la Universidad de California.

www.physics.berkeley.edu/research/faculty/perlmutter.html

Brian P. Schmidt tiene doble naciolidad, norteamericana y australiana. Nacido en 1967 en Nissoula, Montana, Estados Unidos; se graduó de Ph.D en la Universidad de Harvard, Cambridge. Lidera el equipo High-z Supernova Search Team. Profesor Distinguido de la Universidad Nacional de Australia. msowww.anu.edu.au/~brian/

Adam G. Riess nació en Washington DC, Estados Unidos, en 1969. Doctorado en la Universidad de Harvard, Cambridge. Profesor de Astronomía y Física de la Universidad Johns Hopkins y miembro del Instituto Space Telescope Science, Baltimore, Estados Unidos www.stsci.edu/~ariess/

Mañana día 5 de octubre se estarán dando a conocer los galardonados con el Premio Nobel de Química.

Reír para después pensar

A inicios del mes de octubre se darán a conocer los galardonados con los Premios Nobel en las ramas de Física, Química, Medicina y Fisiología, de la Paz y el Premio SverigesRiksbank Prize en Ciencias Económicas, otorgado porla Real Academia Sueca de las Ciencias.

Sin embargo, desde poco menos de una semana antes, el mundo científico también asiste a la entrega de un singular galardón que pretende hacer reír para luego hacer pensar, tal y como anuncia la revista de humor científico Annals of Improbable Research, encargada de dar a conocer estos premios, denominados como Premios Ig Nobel. Este reconocimiento es concedido a las investigaciones más extrañas e incluso a las más aparentemente inútiles e inverosímiles.

El pasado 29 de septiembre se llevó a cabo la ceremonia de entrega de los IgNobel 2011 y estos fueron los galardonados:

En Fisiología: Para el equipo de investigación liderado por Anna Wilkinson, Natalie Sebanz, Isabella Mandl  and Ludwig Huber por corroborar la ausencia del contagio del bostezo en la tortuga terrestre de patas rojas; tal como recoge el artículo:

‘No Evidence Of Contagious Yawning in the Red-Footed Tortoise Geochelone carbonaria,» Anna Wilkinson, Natalie Sebanz, Isabella Mandl, Ludwig Huber, Current Zoology, vol. 57, no. 4, 2011. pp. 477-84.

En Química: Para un equipo de investigadores japoneses formado por : Makoto Imai, Naoki Urushihata, Hideki Tanemura, Yukinobu Tajima, Hideaki Goto, Koichiro Mizoguchi y Junichi Murakami por determinar la cantidad adecuada de wasabi vaporizado que se debía de suministrar a la gente dormida para que se despertara, y aplicaron esos conocimientos para fabricar una alarma de wasabi.

Estudio que fue referencia por la patente: US patent application 2010/0308995 A1. Filing date: Feb 5, 2009.

En Medicina: Para un equipo de investigadores de varias nacionalidades encabezados por Mirjam Tuk, Debra Trampe y Luk Warlop, en conjunto con Matthew Lewis, Peter Snyder Robert Feldman, Robert Pietrzak, David Darby, y Paul Maruff; por demostrar que las personas toman mejores decisiones sobre determinadas situaciones –pero peores decisiones respecto a otros asuntos—cuando tienen la vejiga llena y fuertes ganas de orinar.

Este estudio está avalado por las siguientes referencias:

«Inhibitory Spillover: Increased Urination Urgency Facilitates Impulse Control in Unrelated Domains,» Mirjam A. Tuk, Debra Trampe and Luk Warlop, Psychological Science, vol. 22, no. 5, May 2011, pp. 627-633.

«The Effect of Acute Increase in Urge to Void on Cognitive Function in Healthy Adults,» Matthew S. Lewis, Peter J. Snyder, Robert H. Pietrzak, David Darby, Robert A. Feldman, Paul T. Maruff, Neurology and Urodynamics, vol. 30, no. 1, January 2011, pp. 183-7.

En Psicología: Para el psicólogo Karl Halvor Teigen de la Universidad de Oslo, en Noruega, por tratar de comprender por qué las personas suspiran.

«Is a Sigh ‘Just a Sigh’? Sighs as Emotional Signals and Responses to a Difficult Task,» Karl Halvor Teigen, Scandinavian Journal of Psychology, vol. 49, no. 1, 2008, pp. 49–57.

En Literatura: Para John Perry de la Universidad de Stanford, por su por su “Teoría de la Procastinación Estructurada” que sostiene que debemos ir haciendo cosillas medianamente importantes para poder dilatar al máximo el tiempo que tardamos en dedicarnos a algo aún más importante.

«How to Procrastinate and Still Get Things Done,» John Perry, Chronicle of Higher Education, February 23, 1996. Later republished elsewhere under the title «Structured Procrastination.»

En Biología: Para los investigadores Darryl Gwynne y David Rentz por el descubrimiento de que algunos escarabajos prefieren aparearse con un cierto tipo de botella de cerveza australiana que con sus congéneres. Según aparece recogido en:

«Beetles on the Bottle: Male Buprestids Mistake Stubbies for Females (Coleoptera),» D.T. Gwynne, and D.C.F. Rentz, Journal of the Australian Entomological Society, vol. 22, , no. 1, 1983, pp. 79-80; y «Beetles on the Bottle,» D.T. Gwynne and D.C.F. Rentz, Antenna: Proceedings (A) of the Royal Entomological Society London, vol. 8, no. 3, 1984, pp. 116-7.

En Física: Para Philippe Perrin, Cyril Perrot, Dominique Deviterne, Bruno Ragaru y Herman Kingma que determinaron por qué se marean los lanzadores de disco y no así los de martillo.

«Dizziness in Discus Throwers is Related to Motion Sickness Generated While Spinning,» Philippe Perrin, Cyril Perrot, Dominique Deviterne, Bruno Ragaru and Herman Kingma, Acta Oto-laryngologica, vol. 120, no. 3, March 2000, pp. 390–5.

En Matemáticas. Para una grupo de personas que han predicho en alguna oportunidad el Fin del Mundo: Dorothy Martin (de Estados Unidos), que predijo que el mundo acabaría en 1954; Pat Robertson (de Estados Unidos), que predijo que terminaría en 1982; Elizabeth Clare Prophet (de Estados Unidos), que fijó esa fecha en 1990; Lee Jang Rim (de Korea), que profetizó el fin del mundo en 1992; Credonia Mwerinde (de Uganda), que sostuvo que el fin del mundo ocurriría en 1999; y Harold Camping (de Estados Unidos) que emplazó el fin de los tiempos en 1994 y más tarde el 21 de octubre de 2011. El premio se lo conceden por enseñarle al mundo a ser cuidados cuando se realizan cálculos cálculos matemáticos predictivos.

A la Paz: Para Arturas Zuokas, alcalde de Vilnius, capital de Lituania, que demostró que se puede solucionar el problema de los vehículos mal aparcados aplastándolos con una tanqueta.

En Seguridad Pública. Para John Senders de la Universidad de Toronto, Candá por la realización de una serie de experimentos en el cual una persona conduce un automóvil por una autopista mientras bajan y suben un visor que le impide ver.

«The Attentional Demand of Automobile Driving,» John W. Senders, et al., Highway Research Record, vol. 195, 1967, pp. 15-33. VIDEO

Una vez más los promotores de los Premios IgNobel muestran un elevado sentido del humor. Para mayor información al respecto puede visitar el siguiente link:

http://www.improbable.com/ig/winners/