“Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones”

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Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Cumbre Río+20, en Río de Janeiro, Brasil, el 21 de junio de 2012, “Año 54 de la Revolución”.

Señor Presidente;

Excelencias:

Hace 20 años, el 12 de junio de 1992, en este mismo recinto, el líder de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz expresó, y cito: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.

Lo que pudo haber sido considerado alarmista, constituye hoy una realidad irrefutable. La incapacidad de transformar modelos de producción y consumo insostenibles atenta contra los equilibrios y la regeneración de los mecanismos naturales que sustentan las formas de vida en el planeta.

Los efectos no se pueden ocultar. Las especies se extinguen a una velocidad cien veces más rápida que las indicadas en los registros fósiles; más de cinco millones de hectáreas de bosques se pierden cada año y cerca del 60 por ciento de los ecosistemas están degradados.

A pesar del hito que significó la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, las emisiones de dióxido de carbono se incrementaron en un 38 por ciento entre 1990 y el 2009.  Ahora vamos hacia un aumento de la temperatura global que pondrá en riesgo, en primer lugar, la integridad y existencia física de numerosos Estados insulares en desarrollo y producirá graves consecuencias en países de África, Asia y América Latina.

Un profundo y detallado estudio realizado durante los últimos cinco años por nuestras instituciones científicas, coincide en lo fundamental con los informes del Panel Intergubernamental Sobre Cambio Climático y confirma que en el presente siglo, de mantenerse las actuales tendencias, se producirá una paulatina y considerable elevación del nivel medio del mar en el archipiélago cubano.  Dicha previsión incluye la intensificación de los eventos meteorológicos extremos, como los ciclones tropicales, y el aumento de la salinización de las aguas subterráneas.  Todo ello tendrá serias consecuencias, especialmente en nuestras costas, por lo que hemos iniciado la adopción de las medidas correspondientes.

Este fenómeno tendría, igualmente, fuertes implicaciones geográficas, demográficas y económicas para las islas del Caribe que, además, deben enfrentar las inequidades de un sistema económico internacional que excluye a los más pequeños y vulnerables.

La parálisis de las negociaciones y la falta de un acuerdo que permita detener el cambio climático global son un nítido reflejo de la falta de voluntad política y la incapacidad de los países desarrollados para actuar conforme a las obligaciones que se derivan de su responsabilidad histórica y su posición actual.  Esto se ha puesto de manifiesto en esta reunión, a pesar del extraordinario esfuerzo que ha hecho Brasil y que le agradecemos.

Se incrementa la pobreza, crece el hambre y la desnutrición y aumenta la desigualdad, agravada en las últimas décadas como consecuencia del neoliberalismo.

Durante estos veinte años, se han lanzado guerras de nuevo tipo, concentradas en la conquista de fuentes energéticas, como la ocurrida en el 2003 con el pretexto de las armas de exterminio en masa que nunca existieron, y la que recientemente se produjo en el Norte de África.  A las agresiones que ahora se vislumbra continuar contra países del Medio Oriente, se añadirán otras, con el fin de controlar el acceso al agua y a otros recursos en vías de agotamiento.  Debe denunciarse que intentar un nuevo reparto del mundo, desatará una espiral de conflictos de incalculables consecuencias para un planeta ya gravemente inseguro, y además enfermo.

El gasto militar total ha crecido en estas dos décadas a la astronómica cifra de 1,74 millones de millones de dólares, casi el doble que en 1992, lo que arrastra a la carrera armamentista a otros Estados que se sienten amenazados.  ¿A dos decenios del fin de la Guerra Fría, contra quiénes se usarán estas armas?

Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones.  Esta vez, todos, absolutamente todos, pagaremos las consecuencias del cambio climático.  Los gobiernos de los países industrializados que actúan de esta forma no deberían cometer el grave error de creer que podrán sobrevivir un poco más a costa de nosotros.  Serían incontenibles las oleadas de millones de personas hambrientas y desesperadas del Sur hacia el Norte y la rebelión de los pueblos ante tanta indolencia e injusticia.  Ningún hegemonismo será entonces posible.  Cese el despojo, cese la guerra, avancemos hacia el desarme y destruyamos los arsenales nucleares.

Estamos urgidos de un cambio trascendental.  La única alternativa es construir sociedades más justas, establecer un orden internacional más equitativo, basado en el respeto al derecho de todos; asegurar el desarrollo sostenible a las naciones, especialmente del Sur, y poner los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de la salvación del planeta y de la dignidad humana.

Cuba aspira a que se impongan la sensatez y la inteligencia humana sobre la irracionalidad y la barbarie.

Muchas gracias (Aplausos).
Tomado de Palabras de Raúl en Río + 20: “Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones” (+ Fotos y Video) | Cubadebate.

Tiempos para aprovechar


Nunca antes hemos tenido tantas oportunidades para comunicar ciencia. ¿Las estamos aprovechando?

En los grabados y fotografías de la historia de la ciencia puede verse al investigador trabajando solo en un laboratorio, aislado del mundo. Pero esta situación ha cambiado dramáticamente, especialmente en las últimas décadas.

Aunque hoy en día muchos sigan adhiriendo a esa imagen romántica del científico trabajando solo, la situación ya no esla misma. Losescándalos desatados en torno al reciente premio Nobel en Fisiología o Medicina por la autoría de los trabajos nos recuerdan que estos investigadores no han trabajado solos. Asignar el premio a una sola persona es más una cuestión práctica que el reflejo de una realidad.

Los trabajos científicos ya no son actividades iniciadas y llevadas adelante en solitario. Las estadísticas muestran que la gran mayoría de los trabajos científicos publicados son el resultado de colaboraciones locales, nacionales e internacionales entre varios investigadores. El aspecto social de las ciencias, incluidas las ciencias duras, no puede ser negado. La interacción humana abre la posibilidad y el desafío asociado de generar conversaciones efectivas entre los integrantes de los equipos, única forma de poder alcanzar los resultados buscados.

Pero además de verse expuestos a comunicarse entre ellos de manera efectiva, los científicos tienen ahora la oportunidad (buscada o no) de comunicarse con el resto dela sociedad. Nuncacomo en los tiempos que corren hemos tenido tantos canales para que un mensaje llegue a una audiencia determinada. A pesar de ello, no deja de sorprender lo poco que estos canales son utilizados por la comunidad científica en general. Más que una crítica, trato de reflejar una situación que, de ser abordada a tiempo y convenientemente, abre nuevas posibilidades de avances tanto en lo científico como en lo social de la ciencia.

Estamos ante un cambio de paradigma: pasando de una cultura de “no comunicación científica” a otra donde cada vez con mayor insistencia y desde los más altos niveles, aquellos que fijan las políticas científicas, se insiste en la necesidad de que los científicos desarrollen actividades comunicacionales.

Sería poco sabio considerar a estos requerimientos solo como un item más a llenar en el formulario de rendimiento del investigador. Si entendemos que la comunicación del trabajo científico que hacemos reporta beneficios para el mismo en todos los niveles (colaboraciones con otros científicos, mayores posibilidades de obtener financiamiento, atracción de nuevos recursos humanos a las carreras científicas, interacción con distintos grupos sociales y medios de comunicación), podremos abordar la tan mentada comunicación científica desde otra perspectiva.

Leonardo Wolk nos habla en su libro “Coaching: El arte de soplar brasas” dela secuencia CONTEXTOà OBSERVADOR à ACCIÓN à RESULTADOS. Si queremos cambiar los resultados, en nuestro caso comenzar a comunicar ciencia o mejorar dicha comunicación si ya lo venimos haciendo, necesitamos reevaluar nuestras acciones. Esperar resultados distintos ejecutando las mismas acciones, como dijo Einstein, es locura. Para cambiar las acciones, entonces, necesitamos cambiar al observador que las ejecuta. ¿Qué significa cambiar al observador? Crear espacios para que repiense sus interpretaciones acerca de la comunicación científica. Pasar de verla como otro incordio burocrático para completar en un formulario a verla como una posibilidad concreta de abrir nuevos espacios de crecimiento para su actividad científica.

Para pasar de una visión a la otra habrá que vencer miedos e ignorancias, adentrándonos en la exploración de las herramientas comunicacionales que tenemos a nuestra disposición y adquiriendo conocimientos en aquellas que consideremos más apropiadas para nuestros objetivos.

Ya no es una cuestión de SI la falta de comunicación científica afectará las actividades de investigación, más bien es una cuestión de CUÁNDO se comenzarán a sentir los efectos de esta incomunicación. Algunos podrán darse el lujo de darle la espalda a la comunicación y perder enriquecedoras posibilidades de crecimiento como científicos, y sobre todo como individuos. Otros, las nuevas generaciones sobre todo, no podrán alejarse de la comunicación científica sin perder espacios de crecimiento que serán más difíciles de recuperar a medida que pase el tiempo.

Wolk también considera que el cambio de OBSERVADOR se estimula creando el CONTEXTO apropiado para el aprendizaje y el planteamiento de dudas y temores en un clima de confianza y respeto. Los más altos niveles ejecutivos del sistema científico argentino están creando este contexto, lo cual indudablemente facilita los cambios buscados.

Sería interesante que este contexto sea aprovechado por los investigadores en su conjunto y que ellos contribuyan a que los cambios buscados no queden en una moda pasajera sino que se concreten en la creación de una nueva realidad en la cual ellos se verán ampliamente favorecidos.

Tomado de Tiempos para aprovechar | Rosario3.com.

El Foro desde sus protagonistas

Participantes en el Foro de Comunicación de la Ciencia
Algunos de los participantes en el Foro de Comunicación de la Ciencia

El pasado día 18 de la mayo se dio clausura al “Foro de Comunicación de la Ciencia”. La actividad final tuvo lugar en el Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba, sitio que acoge desde hace ya catorce meses, la Peña Cultural “Desempolvando”, cuyas experiencias durante todo un año de divulgación del quehacer científico de esta institución fueron expuestas en las jornadas del Foro.

Comoquiera que llegamos con suficiente tiempo de antelación al inicio de la Peña, Magnetismo Aplicado decidió acercarse al Foro de Comunicación de la ciencia desde la percepción de sus protagonistas.

Yamila Lebeque es bióloga, investigadora del Centro de Estudio de Biotecnología Industrial de la Universidad de Oriente. Se puede considerar como fundadora de estos eventos pues participó en el Taller “Comunicación y Divulgación Científica: una mirada desde los centros de investigación”, antecesor del Foro, celebrado en mayo de 2011.

Al comentar sobre esta nueva edición expresó: “En relación al año anterior es notable el paso de avance hacia un nivel superior, tanto en los aspectos organizativos como en la calidad de las ponencias, de la presentación de los trabajos, del público asistente al mismo; creo que las proyecciones en esta edición del evento marcan un paso de avance en relación a lo que será el futuro de este Foro. Realmente me he sentido muy satisfecha por como he visto en general la organización y demás.”

Igual de satisfecho dijo sentirse el Dr.C. Luis Bergues Cabrales, investigador del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA) y Personalidad de la ciencia santiaguera. A su entender no se puede concebir la ciencia y los científicos sin la comunicación.

Al preguntarle cómo pudieran aportar los investigadores de las llamadas ciencias duras, a un evento de comunicación científica comentó: “En primer lugar con la participación, incluso una de las recomendaciones que se tuvieron en cuenta allí [en el Foro] fue que los investigadores participaran con sus investigaciones de la parte científica [y haciendo hincapié en] cómo la comunicación puede ser utilizada como instrumento para mejorar la calidad de las publicaciones que se redactan, trasmitir una idea para que pueda llegar a cualquier tipo de auditorio.”

Por su parte, la Dra.C Maribel Brull González, Premio Provincial de Comunicación, elogió las características de un evento como el Foro de Comunicación de la Ciencia:

“Este evento tiene para mi un diseño muy especial, por los participantes, por los programas, excelentes conferencistas y personalidades que ya se han dado cita, [incluso] de otras provincias orientales y, a mi juicio, mi parecer como profesional de la ciencia de la comunicación social, es que debemos de mantenerlo, lograr un diseño superior para la tercera edición. Me parece una idea excelente y como profesional y promotora pues felicito a los expositores, al Comité Organizador y celebro todos y cada uno de las intervenciones. Muy bien y felicidades.”

Una de los distintivos de esta segunda edición fue la participación de colegas de la vecina provincia Guantánamo. Esther Reyes, profesora dela Universidad Pedagógica de ese territorio, resumió el sentir de sus compañeras con las siguientes palabras: “ha quedado un saldo muy positivo, a partir de la organización del empeño de sus organizadores porque todo salga bien, ha sido de mucho peso toda la parte científica, teórica, hemos compartido experiencias muy útiles en todos los sentidos y ha quedado abierto el espacio para que también podamos invitar a otros guantanameros para que participen. Auguramos al evento una larga vida.”

Mientras tanto, José A. Expósito, Presidente de la Asociación de Comunicadores Sociales en Santiago de Cuba, calificó al evento como “un punto de partida para la integración de todos los centros de la ciencia, las universidades, personalidades científicas, no solamente en Santiago de Cuba, sino en la Región Oriental y, por qué no, también del país”.

A su vez, el Dr.C Rafael Fonseca Valido, Premio Provincial de Comunicación y autor de la Conferencia Inaugural del Foro, cataloga al evento como “un espacio necesario y que en el ámbito universitario no teníamos”, y añade “pensamos que es un evento que, por su propia proyección, se ha ganado un lugar que le permite, posteriormente, rebasar esas fronteras”.

Mantener una pluralidad de voces

El Dr.C Rafael Fonseca durante la Mesa Redonda celebrada como parte del Foro
El Dr.C Rafael Fonseca durante la Mesa Redonda celebrada como parte del Foro

Ese es uno de los retos que el Dr.C Fonseca ve para las próximas ediciones del Foro de Comunicación de la ciencia: “Todo evento que comienza es perfectible –dice el maestro de periodistas-; “los principales retos están dados fundamentalmente en la posibilidad de crecer, y crecer manteniendo la coherencia de la concepción original, es decir, sin tergiversar el sentido que ha tenido hasta ahora, aumentar el diapasón de participación, de aspectos a tratar, pero que conserve su frescura, la pluralidad de voces y la capacidad de convocatoria que demostrado hasta el momento”.

Sobre la pertinencia de este evento como formador de las nuevas generaciones de periodistas comentó:

“En primer lugar, cualquier espacio que se convierta en un reservorio de experiencias y de intercambio, enriquece las posibilidades del docente que concurre a él y además, crea unos datos para una base de datos activa, en el sentido que tiene que ver con las problemáticas actuantes en el momento en que se origina el Foro, que es invaluable para que ese estudiante tenga un elemento de referencia, pero además, su participa en el evento, empieza adiestrarse en los espacios de discusión científica, y eso es muy importante en la formación de cualquier profesional.”

Al inquirir entre los protagonistas sobre los principales retos de este evento para próximas ediciones, todos, de una forma u otra, coincidieron en afirmar que el principal desafío es crecer y extenderse a otras regiones del país.

La Dra.C Maribel Brull agregó:

“Tenemos el reto también de lograr que se inserten más nuestros investigadores, nuestras personalidades de la Academia de Ciencia, los hombres y mujeres que hacen “ciencia dura” y que tienen resultados científicos pero que muchas veces no se democratizan esos conocimientos, el pueblo no llega a conocer quienes son los verdaderos autores, qué significa consagrarse a la ciencia, el resultado tangible de esta divulgación científica y por otra parte, la importancia que tiene de formar en la universidad de Oriente el pensamiento y la acción de nuestros futuros profesionales en función de la comunicación de la ciencia.”

 

La comunicación científica generó debates por segundo día consecutivo

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Una vez más el debate adquirió protagonismo durante la segunda jornada del Foro de Comunicación de la ciencia, fecha en la que el Programa prometíala Conferencia Magistral “Reflexiones sobre la visibilidad dela ciencia. Enfoques, retos y oportunidades”, y la Mesa Redonda “Comunicación científica: retos, ética y responsabilidad”.

Desde las palabras iniciales del conferencista, el Dr. C Giovanni Villalón, especialista de Comunicación Social de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA); se pudo percibir que las horas programadas no bastarían para el intercambio de opiniones, de ahí que, en aras de promover lo que desde un inicio se planteó como objetivo de estos espacios: la discusión científica, la exposición de ideas y reflexiones; se optó por asumir algunos pequeños cambios en el esquema del evento.

El tema propuesta por el Dr.C Villalón sirvió de excelente resorte para las reflexiones de varios de los presentes, alrededor del concepto visibilidad. El Dr.C Luis Bergues Cabrales, investigador y personalidad de la ciencia santiaguera fue categórico cuando afirmaba que después de lo escuchado en las jornadas del Foro, queda convencido que “la visibilidad es [depende de una] buena comunicación”.

Por su parte, y enlazando ideas a partir de otras intervenciones, el Dr.C Rafael A. Fonseca, abogó por la existencia de una debate científico en nuestros medios, en los cuales, en no pocas ocasiones, se carece de ese rebatir de ideas que también contribuyen al desarrollo científico.

De lenguaje, escritura y artículos científicos…

…se habló enla Mesa Redonda moderada por la DraC Liliana María Gómez Luna, investigadora, divulgadora científica y Directora de Ciencia y Técnica en la Universidad de Oriente (UO).

Desde aristas tan diversas como la opinión de una bioquímica, de lingüistas, o de periodistas, se analizaron algunos de los aspectos formales necesarios en el lenguaje científico, tanto el especializado, como el destinado a otros públicos.

Los términos “discurso divulgativo” y “discurso de vulgarización” también movieron a reflexiones, acerca de la pertinencia e importancia de factores mediadores como pudieran ser los periodistas científicos.

En este sentido se pidió, desde las palabras de Mailen Portuondo, joven estudiante de periodismo de la Universidad de Oriente, por una especialización de los jóvenes estudiantes en materias como la comunicación científica. En cambio, el Dr.C Fonseca, docente de la carrera de Periodismo en la UO, mencionaba el término de sub-especialización.

Otro tema que suscitó debate fue el referido a las publicaciones científicas cubanas.La MSc Manuela Arias, editora de la Revista Digital Ciencia en su PC, expuso algunos de los retos de las publicaciones científicas seriadas en nuestro país y abogó entre otras cosas por una uniformidad en la evaluación de las revistas existentes.

Homenajes

Una vez finalizada la sesión de debate se hizo un espacio para el Homenaje.

La carrera de Comunicación Social de la Universidad de Oriente y el Comité Organizador del Foro de Comunicación de la Ciencia, otorgaron la Distinción “La Estrella de Cuba” a cuatro destacadas personalidades que, desde sus labores individuales diarias, “promueven la Paz Mundial, la salvación de la especie humana y la liberación de los cinco héroes cubanos presos en cárceles norteamericanas

Las personalidades reconocidas en esta segunda entrega de la Distinción fueron: el DrC Pedro Aníbal Beatón Soler, Delegado del CITMA en Santiago de Cuba; la DraC Liliana Gómez Luna; la MSc Luisa Villafruela, directora de Relaciones Internacionales de la UO y la periodista del Sistema Informativo de la televisión cubana, Coral Vázquez Peña.

La Distinción “La Estrella de

Foro de Comunicación de la Ciencia
Las distinguidas con «La Estrella de Cuba». De izquierda a derecha: MSc Luisa Villafruela, DrC Liliana Gómez, Lic. Coral Vázquez

Cuba” hace suyo los versos del Héroe Nacional Cubano:

Ésta, oh misterio que de mi naciste

Cual la cumbre nación de la montaña

Ésta, que alumbra y mata, es una estrella

Como que riega luz, los pecadores

Huyen de quien la lleva, y en la vida,

Cual un monstruo de crímenes cargado,

Todo el que lleva luz se queda solo.

El que la estrella sin temor ciñe

¡Como que crea, crece!

Desempolvando…un gran final

La actividad final del Foro de Comunicación de la ciencia tuvo lugar en el Archivo Histórico Provincial, institución que sirve de anfitrión a la Peña Cultural“Desempolvando”, una espacio dedicado al rescate de tradiciones, costumbres e historias de la ciudad de Santiago de Cuba, con la perfecta imbricación de cultura y ciencia historiográfica.

En esta ocasión se dedicó al mes de mayo y las tradiciones que lo asocian en Cuba (equivocadamente, como bien se encargaron de demostrar los anfitriones e invitado) a las flores.

Fue una hora muy amena, en la cual los participantes en el Foro compartieron con parte de los asiduos a este espacio cultural que se celebra cada mes en el Archivo, y no pocas de las investigadoras regresaron a casa con una flor en sus manos.

"A los periodistas nos compete la función de educar"

Palabras de la Dra.C Diana Cazaux, Presidente de la Asociación Iberoamericana de Periodismo Científico, a los participantes en el Foro de Comunicación de la Ciencia.

En primer lugar felicito a los organizadores por llevar a cabo este Foro de Comunicación de las Ciencias.

Siempre resulta muy grato conocer que una especialidad, como es la Comunicación de las Ciencias, es tenido en cuenta para presentar, como es en esta oportunidad, una actividad de intercambio de experiencias y capacitación a través de talleres que consideran a las nuevas tecnologías como una herramienta valiosa para lograr mayor difusión de los materiales que se produzcan.

Es de esperar que este esfuerzo realizado por los organizadores pueda contribuir a que los medios de comunicación cada vez más presten sus espacios a una información tan enriquecedora como es la información científica y que paulatinamente vayan reconociendo que, además de entretener e informar, a los periodistas nos compete la función de educar. Función que el periodismo científico cumple cabalmente.

En un ensayo escrito hace más de 40 años, Norman Mailer[1]comparó a la prensa con una cabra, con una máquina, con un “leviatán intelectual obligado a comer cada día golosinas, cartílagos, grava, cubos de basura, neumáticos viejos, chuletas, cartón mojado, hojas secas, tarta de manzanas, botellas rotas, comida para perros, escamas y espinas de pescado, polvo de cucarachas, bolígrafos secos y zumo de pomelo. Toda la basura, todos los desperdicios, todas las heces y un poco de riqueza se meten cada día y cada noche en la barriga de esa vieja cabra americana que son nuestros periódicos”.

Es una metáfora preciosa pero, sin embargo, no dice demasiado sobre lo que sale por el otro extremo. Lo que sale son historias: sobre la tarta de manzanas, sobre las botellas rotas, sobre el polvo de cucarachas, sobre la vida de los peces, pero historias al fin y al cabo.

Cuando los lectores dejan de leer los periódicos –y lo hacen cuando no quieren escuchar las historias que se les explican-, los periódicos mueren. Hay un corolario: cuando los periódicos detectan, de algún modo, que una historia determinada interesa, todos empiezan a explicarla.

Queridos colegas hago votos porque cada vez más los medios de comunicación “hagan salir por el otro extremo” noticias científicas que se destaquen por la manera en que están presentadas y por que en la lucha por competir con tantos temas banales que inundan los medios sean los elegidos como una tabla salvadora para aumentar nuestros conocimientos, nuestro pensamiento reflexivo y nuestra capacidad crítica.

Sin duda este Foro contribuirá a que este deseo se haga realidad. Porque así sea.
Dra.Diana Cazaux
Presidente de la Asociación Iberoamericana de Periodismo Científico
Presidente de la Asociación Argentinade Periodismo Científico


[1] Mailer N. (1965), The presidential papers, Corgi, Londres.

Desde hoy, la comunicación científica tiene un espacio en el CNEA

Foro de lcomunicación de la cienciaCuando el reloj marque las nueve de la mañana de este 17 de mayo, habrá quedado inaugurado el Foro de Comunicación de la Ciencia, en el Salón de Protocolos del Centro Nacional de Electrmagnetismo Aplicado (CNEA).

En la jornada de hoy sesionará el Taller «Experiencias, herramientas e impactos de la divulgación científica», durante el cual se expondrán una docena de trabajos relacionados con algunas experiencias realizadas por entidades de ciencia, universidades, periodistas e investigadores, para divulgar el conocimiento científico.

Destaca entre estos trabajos la propuesta del Dr.C Giovanni Villalón García, especialista de Comunicación Social de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente sobre el «enfoque integrado de la comunicación científica» en Santiago de Cuba.

Asimismo, se presentarán las experiencias del Portal de la Ciencia Cubana, blog dedicado al quehacer científico cubano, administrado por periodistas santiagueros.

La jornada de Taller estará precedida por la Conferencia Magistral «Periodismo y Ciecia» impartida por el Dr.C Rafael A. Fonseca Valido, Premio Provincial de Comunicación Social.

En próximas entradas del blog, daremos a conocer nuevos detalles de la celebración del Foro que desde hoy y hasta mañana, dará protagonismo a la comunicación de las ciencias. 

Acogerá el CNEA Foro de Comunicación de la ciencia

Exactamente un año después de la celebración del Taller de Comunicación y Divulgación científica: una mirada desde los centros de investigación, los días 17 y 18 de mayo de 2011; el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA) vuelve a servir de anfitrión a un evento dedicado a la comunicación científica.

En esta ocasión se trata del Foro de comunicación de la ciencia, espacio que da continuidad a la experiencia anterior y que debe su nombre a una propuesta realizada por la Dra.C Maribel Brull González, por entonces Presidenta de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACCS) en Santiago de Cuba y miembro de su ejecutivo nacional.

Como su predecesor, el Foro… tiene como objetivo el “propiciar un espacio para el intercambio de ideas, opiniones y experiencias relacionadas con la comunicación y divulgación de los resultados científico-técnicos y el papel de las Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica y los científicos, en la apropiación social de las ciencias”.

Hasta el momento se espera la presentación de una veintena de trabajo que responden a las siguientes temáticas:

1. Retos de la comunicación y divulgación de los resultados de la ciencia y la técnica.

2. Ética de la comunicación y la divulgación científica.

3. Experiencias de la divulgación científica desde los Centros de Investigación.

4. Papel de las Entidades de Ciencia e Innovación Tecnológica en la democratización y apropiación social de la ciencia y la tecnología.

5. Impacto social de la ciencia y la técnica.

6. Cultura científica y percepción de las ciencias.

Se destaca, por el número de trabajos propuestos, la temática “Experiencias de la divulgación científica desde los Centros de Investigación”; lo cual coincide con el interés primigenio de este evento: el de compartir herramientas que permitan comunicar y divulgar el quehacer científico desde el propio centro gestor de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Cerca de una decena de Doctores en Ciencia prestigiarán las dos jornadas del evento, que estarán matizadas, además, por la participación de estudiantes de Periodismo y Comunicación Social del pregrado de la Universidad de Oriente; institución que, junto ala Delegación Provincialen Santiago de Cuba del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), coauspician el evento.

El Foro… tendrá lugar, coincidentemente, los días 17 y 18 de mayo, y de cierta forma constituirá nuestro tributo a un nuevo aniversario de la fundación de la Academia de Ciencias de Cuba (Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana), el 19 de mayo de 1861.

La clausura del Foro de comunicación de la ciencia se espera llevar a efecto en la Peña Cultural “Desempolvando”, espacio creado por el Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba para la divulgación de la historiografía de esta ciudad que se acerca a su quinientos años de fundada.

Espere en nuestro blog, nuevos detalles sobre el desarrollo de este encuentro.

CTS en la educación superior: oportunidades y desafíos de un área en (trans)formación

Por: Marcos Paulo Fuck. Universidade Federal do Paraná, Brasil. Clecí Körbes. Universidade Tecnológica Federal do Paraná, Brasil; Noela Invernizzi. Universidade Federal do Paraná, Brasil.

Se observa en las últimas décadas, en muchos países, un mayor énfasis en los estudios de las relaciones entre Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS). A pesar de que todavía no ocupa el lugar que merece, sin duda esto significa un gran avance en la consolidación de este ámbito de estudio cuyo principal aporte es la comprensión de la dimensión social de las relaciones entre ciencia, tecnología e innovación en sus diversos matices. Este desarrollo, en el caso de Brasil, se confirma con la formación de grupos de investigación, de cursos de postgrado, y también por la oferta de cursos relacionados con los estudios CTS en cursos de grado, así como la incorporación de algunos de sus elementos de análisis en la educación científica.

En este sentido, los estudios CTS también ayudan a ampliar la percepción de la sociedad –o, por lo menos en un primer momento, de los estudiantes de este tema– sobre los condicionantes e implicaciones de la investigación y del desarrollo científico y tecnológico. Además de una mejor comprensión de estas relaciones, estos estudios dan fundamento a un posicionamiento crítico y ampliamente difundido, una base indispensable para la construcción de prácticas de participación pública más calificadas en cuestiones relacionadas a las políticas públicas de ciencia, tecnología e innovación (CTI).

No hay duda de la importancia de ampliar estos estudios, que se destacan por su carácter interdisciplinario y la relevancia de un enfoque metodológico creativo en el tratamiento de un conjunto tan amplio de relaciones. Ocurre, sin embargo, que la práctica de la enseñanza de la disciplina CTS, así como el propio campo de CTS, debe ser discutido para brindar a los estudiantes, especialmente los de educación superior, una comprensión introductoria sobre cuáles son las principales razones que componen este conjunto bastante amplio de posibilidades de estudio y reflexión intelectual.

Si la idea es ampliar este campo de estudios, nada mejor que hacer que la disciplina sea interesante para las nuevas generaciones de profesionales de diferentes áreas (estén o no vinculadas a las actividades de investigación). En esta perspectiva, es imprescindible una mirada crítica hacia el mundo en que vivimos, de manera de superar la visión común entre los estudiantes en relación a la neutralidad y al determinismo de la ciencia y la tecnología, una visión que todavía es reproducida cotidianamente en la enseñanza y en los medios de comunicación.

Además, creemos que las discusiones sobrela disciplina CTS no puede limitarse a los cursos más directamente relacionados con temas de ciencia y tecnología, tales como cursos de ciencias naturales e ingeniería, sino que también deben ser contempladas en los cursos de humanidades, ciencias sociales y jurídicas, entre otros, dada la importancia del cambio científico y tecnológico en nuestra cotidianeidad y las implicaciones que estos cambios tienen en los ámbitos que son objeto de estudio de estas áreas.

El objetivo de este texto es justamente poner en discusión cómo debería ser el «núcleo duro» o los puntos en común –en términos de contenido teórico– de un programa de estudios de CTS para estudiantes de grado que aún no estén familiarizados con estos temas. Esta preocupación se justifica por la dificultad práctica de establecer un diálogo con distintas perspectivas de análisis, representadas, por ejemplo, por las disciplinas relacionadas con el campo de estudios CTS, tales como la gestión de la innovación tecnológica, la historia de la técnica y la tecnología, la sociología de la ciencia, etc.  Una disciplina más general sobre CTS –que no minimiza la importancia de las disciplinas más específicas– consiste en la adición de elementos de estas disciplinas en un programa que sirva de referencia para reducir la disonancia en la práctica docente, lo que representa una tarea conceptual y metodológica necesaria, pero también un desafío. Además de los conflictos entre las disciplinas, no se pueden ignorar los conflictos entre los diferentes conceptos teóricos dentro de sus propias disciplinas y la necesidad de abrir la discusión al conjunto de profesores de modo de articularla perspectiva CTS con el resto del plan de estudios.

Al mismo tiempo, no se pueden perder de vista las dificultades que encuentran los estudiantes en un campo de estudio relativamente nuevo y todavía en formación. Más allá de hacer estos temas «populares» entre los estudiantes, una mayor formalización, en el mejor sentido del término, también podría aumentar la aceptación de la disciplina entre los propios docentes, muchos de ellos conservadores en lo que se refiere a nuevas disciplinas que compiten por el espacio en los planes de estudio con disciplinas ya establecidas y planes de estudio centrados enla especialización. No se puede ignorar la disputa de la carga horaria de las nuevas disciplinas con las disciplinas tradicionales, razón que puede explicar la mayor facilidad en incorporar la temática de CTS en los cursos de grado de las universidades nuevas, como la Universidad Federal el ABC (UFABC) en Brasil, por ejemplo.

Otro punto importante es que discutir una base común no significa que debemos pensar en un formato único parala disciplina CTS. Obviamente, cada institución de enseñanza tiene un conjunto de disciplinas relacionadas con sus cursos, su propia orientación pedagógica para explorar las complementariedades entre estas disciplinas, diferentes vocaciones regionales, distintos cuerpos docentes, etc., que sin duda influyen en la articulación de los fundamentos de la disciplina.

Además, la forma en que se lleva a cabo la discusión CTS también puede ir más allá de la disciplina. En este sentido, López Cerezo (1998), a partir de la revisión de la literatura, presenta tres tipos de CTS en la enseñanza de ciencias y humanidades: CTS como un anexo al plan de estudios, o sea, la inclusión en el plan de estudios de un curso tradicional una disciplina CTS pura, opcional u obligatoria; CTS como un anexo a las materias, como complemento de los temas tradicionales de la educación científica con anexos CTS; y CyT a través de CTS, que implicaría reconstruir o rehacer los contenidos de la enseñanza de ciencia y la tecnología a través de la  óptica CTS.

Según el autor, estas reglas no son excluyentes entre sí y sus diferencias están relacionadas con los materiales didácticos, las necesidades de formación de profesores, etc. En este trabajo se llama la atención sobre la inclusión de la disciplina CTS como anexo al plan de estudios y se consideran las otras opciones como complementarias en el sentido de la evolución en el tiempo.

Por lo tanto, el título de este artículo refleja, como se ha dicho, una preocupación: si, por un lado, este campo de estudios es interesante precisamente por su flexibilidad y su dimensión crítica, por el otro, su amplitud hace que la profesión docente, por lo menos aquella pensada de forma mínimamente didáctica, no sea un desafío para nada trivial. ¿Cómo articular tantos enfoques disciplinarios (por ejemplo, sobre la base de las contribuciones de la historia, ciencias políticas, economía, sociología, filosofía, educación, etc.) en la enseñanza de la dinámica de las relaciones CTS en los cortos períodos de tiempo en que se ofrecen las disciplinas?

Sólo la práctica acompañada de la evaluación y de la comparación de las experiencias podrá decir cuál es el camino más apropiado a seguir con respecto a esta cuestión. Cualquiera sea la opción (incluso teniendo en cuenta que varios caminos pueden ser escogidos), lo importante es no perder de vista la esencia del campo de estudios CTS es la génesis y el desarrollo de los fenómenos científicos y tecnológicos, así como sus implicaciones sociales y ambientales, en un contexto caracterizado por profundas innovaciones técnicas, culturales, organizacionales e institucionales.

Esto significa que en lugar de reducir el número de disciplinas que se articulan en este campo para componer el plan de estudios (que podría estar justificado por la actual organización y distribución del tiempo escolar), sin duda sólo tiene sentido pensar en ampliarla educación CTS al conjunto de las disciplinas cuyos métodos se utilizan para el mismo propósito. Por ejemplo, la gestión conjunta de la innovación tecnológica con la sociología de la ciencia y la tecnología. ¿Y eso es fácil de llevar a la práctica? Por supuesto que no, pero este es el gran reto de querer entender la frontera del conocimiento científico y tecnológico, sus implicaciones y la dinámica de cambiar el mundo en que vivimos.

Por lo tanto, la educación CTS va más allá de las cuestiones relativas a la incorporación de estudiantes en el mercado laboral. Se refiere principalmente a la expansión de las condiciones para un análisis que reconozca el aspecto humano, el desarrollo económico y social de CyT y, por consiguiente, aumenta la acción participativa y mediadora, dentro de los límites históricos, en la definición de las posibles políticas que se priorizarán en CTI .

Ciertamente, los foros de discusión como éste promueven el intercambio de experiencias entre los investigadores de los países que tienen diversos aspectos en común y, al mismo tiempo, diversas especificidades. Tienen la palabra los compañeros del área de estudios CTS.

Referencia bibliográfica:

López Cerezo, J. A. (1998): Ciencia, Tecnología y Sociedad: el estado de la Cuestión en Europa y Estados Unidos, Revista Iberoamericana de Educación, Nº 18, pp. 41-68.

Tomado de : Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad

El periodismo científico mira al sur

Más de 700 comunicadores se han reunido en Qatar durante el 7º Congreso Internacional organizado por la Federación Mundial de Periodistas Científicos. El corresponsal de SINC Pere Estupinyà estuvo allí y fue testigo de la brecha que separa a los informadores según su realidad social. Mientras que los profesionales de occidente, con más camino a sus espaldas, observan la ciencia de los países emergentes en busca de nuevas historias originales que contar, los periodistas del mundo en desarrollo asumen la responsabilidad de educar y no solo de informar a la población.

Pere Estupinyà – SINC – Asia «¡Esto es la jungla!». Esa era la sensación sobre el futuro del periodismo científico que se respiraba en su 7ª Conferencia Mundial, celebrada del 27 al 29 de junio en Doha (Qatar). Todos coinciden en que, como un meteorito, internet ha desestabilizado el ecosistema de los medios de comunicación. La selección natural es ciega: los grandes dinosaurios pueden quedar relegados a pollos y nadie sabe cuáles de todas las nuevas especies que florecen en época de crisis lograrán colonizar el nicho que abre el nuevo ecosistema. A pesar de eso, 726 periodistas, editores y comunicadores de 87 países se reunieron para intentar vislumbrar el futuro que le espera a la comunicación de la ciencia.

“En realidad, nadie sabe si en 10 años tendremos revistas impresas”, comentaba a SINC Wolfgan Goede, editor de la revista de ciencia alemana FM. Wilson da Silva, editor dela australiana Cosmos, explicaba que las tabletas como el iPad “son al mismo tiempo una gran amenaza y una oportunidad”, y aseguraba que la transición implicará un esfuerzo económico enorme.

Muy en su línea, el popular divulgador británico Ed Yong, autor del blog Not Exactly Rocket Science, lanzó su provocación afirmando que los periodistas tradicionales “son como los osos polares, muy bonitos, pero se van quedando sin hielo y entonces empiezan a llegar los poderosos grizzlies”.

Algunas sesiones se convirtieron en auténticas catarsis. Periodistas con egos hinchados, en busca de reconocimiento tras soportar la presión del trabajo en solitario, discutían el papel de los bloggers en la comunicación dela ciencia. Losmismos debates que en algunos generaban expectativas, dejaban perplejos a los reporteros de países en desarrollo que se sentían ignorados y con discusiones más fundamentales por resolver. Y es que algo que constató el encuentro fue las enormes distancias que separan el estado del periodismo de ciencia en distintas partes del mundo.

Sociedades diferentes, periodismos diferentes

Una de las ideas que se defendieron fue la necesidad de mantener la calidad informativa por encima de todo. En este sentido, la experimentada periodista Cristine Russell defendía ante SINC el principio básico de que “los periodistas no somos amigos de los científicos. No tenemos ninguna obligación de estar de su lado. Y nuestro trabajo no es educar a la población, ni generar vocaciones, ni exigir mayores presupuestos. Nosotros tenemos que informar”.

El criterio de Russell puede considerarse acertado desde el panorama occidental, donde el pastel de la comunicación científica está muy repartido. Pero desde una realidad social diferente, la periodista de Uganda Esther Nakkazi exclamaba a SINC: “¡Claro que mi función es educar cuando estoy informando de la malaria!”.

Son mundos y responsabilidades diferentes. La reportera chilena Andrea Obaid también defendía el papel de la comunicación al posicionarse “a favor de la ciencia y de promover que mi gobierno invierta más en ella para mejorar el bienestar de la población”.

Precisamente, países de Oriente Medio como Arabia Saudí, Dubai y Abu Dabi están promoviendo descomunales inversiones en I+D. Qatar llegará al 2,8% del PIB en inversión en ciencia y tecnología en los próximos años, según anunció en la conferencia.

Esta explosión de la investigación y el desarrollo en países productores de petróleo no pasó desapercibida en el encuentro. Los propios periodistas de estas regiones se exigieron a sí mismos una perspectiva más crítica para abordar esta inversión y dilucidar si en realidad existe una planificación sólida detrás del torrente de millones lanzados ala ciencia. Unacultura de investigación no se construye tan fácilmente como los rascacielos futuristas del skyline de Doha. El asunto preocupa a los reporteros locales e interesa sobremanera a los del mundo desarrollado, que sufren de un mal solo presente en sus países: la competencia.

Interés por la ciencia del mundo en desarrollo

Cuando un periodista ambiental de Zimbabwe como Busani Bafana oye las palabras ‘entretenimiento’ u ‘originalidad’, le suenan a capricho superfluo. “Yo lo que quiero son herramientas para conectar mejor con los científicos y mejorar la calidad de mi trabajo; como la sesión de interpretación de estudios médicos de este congreso”, explicaba Bafana a SINC. Sin embargo, dicha sesión era demasiado fundamental para los estadounidenses participantes.

Un ejemplo: si alguien publica un libro de neurociencia en EE UU la reacción es “¿otro más?”, mientras que si lo hace, por ejemplo, en Centroamérica, se convierte en un referente. En EE UU hay tal cantidad de buenos escritores científicos, que su principal preocupación es desmarcarse del resto buscando historias o ángulos originales.

De aquí nace el enorme interés por África, Oriente Medio y Latinoamérica. Como si la aproximación occidental a los grandes temas –el cambio climático, el universo, la genética– fuera ya cansina, hay una búsqueda creciente hacia la ciencia que emerge fuera del mundo desarrollado.

El peso de la religión

“Queremos establecer lazos con América Latina porque estamos muy cerrados en la ciencia que se produce en Estados Unidos y Europa”, explicaba a SINC Nancy Shute, presidenta de la Asociación Nacional de Escritores Científicos de EE UU. Pero esta predisposición a veces choca con el recelo. “En realidad es un interés falso. Tenemos mucho que ofrecer, pero nos sentimos discriminados. Nos tratan con superioridad, como si no tuviéramos idea de nada”, reclamaba el periodista científico de Bangladesh Mir Lutful Kabir Saadi, mientras defendía que “por ejemplo, la teoría de la evolución no está probada”.

Al celebrarse la conferencia en un país islámico, la cobertura periodística de la evolución era un tema obligado. Cuando en 2010 se presentó el descubrimiento del homínido Ardipithecus ramidus (Ardi), la web en inglés de Al Jazeera lo redactó siguiendo el patrón occidental, pero en la versión árabe lo anunció como “un hallazgo que contradecía la teoría de Darwin”.

Salman Hameed, director del Centro para el Estudio de la Ciencia en Países Islámicos en la Universidad de Hampshire (EE UU), reconoce que en los medios musulmanes la religión tiene un peso fundamental, pero defiende que “la percepción que se tiene desde occidente es errónea. En realidad la confrontación es mucho menor de la que existe en EE UU con el Young Earth creationism, que defiende literalmente que la Tierra fue creada hace 6.000 años, como describe la Biblia”.

Según los datos preliminares de una encuesta que está realizando Hameed, la progresiva mejora en la educación hace que cada vez mucha más gente crea en la teoría de la evolución y la vea compatible con sus creencias religiosas. En su charla explicó que un investigador turco “creía científicamente en la evolución, pero la rechazaba religiosamente”, y que un estudiante de medicina paquistaní “la aceptaba cuando estaba en el hospital, pero la rechazaba al llegar a casa”.

Escasa presencia del español

La conferencia tuvo una pobre representación iberoamericana. Cuatro periodistas mexicanos, cuatro argentinos, tres chilenos, uno de Guatemala, otro de Colombia, seis brasileños y solo dos de España discutieron en una mesa redonda sobre cómo impulsar de una vez el periodismo científico en América Latina y cómo lograr que el idioma no sea una barrera entre periodistas anglosajones e hispanohablantes. Federico Kukso de Muy Interesante Argentina lo tenía claro cuando conversaba con SINC: “Nosotros partimos con ventaja porque conocemos ambos idiomas, pero no lo estamos aprovechando lo suficiente”.

Por ejemplo, las investigaciones en el Amazonas esconden más historias apasionantes que los satélites de la NASA, aunque no llegan al público. Los medios anglosajones son conscientes y empiezan a estar interesados en esta ciencia global, pero América Latina no le está sacando partido. “Necesitamos una especie de Eurekalert latinoamericano”, sugirió el chileno Nicolás Luco en su exposición. Son conversaciones que, sin duda, continuarán dentro de dos años en el 8º Congreso Mundial de Periodismo Científico que se celebrará bajo un foco eminentemente multicultural en Helsinki (Finlandia).

Tomado de: El periodismo científico mira al sur.

¿Internet 2.0 para Usuarios 0.2?

La red de redes sigue avanzando y ya se ha convertido en “2.0”. Este término que hace hincapié en la mayor interacción entre todos los usuarios al mismo tiempo sigue dejando al descubierto las falencias que tenemos para comunicarnos. La tecnología avanza a pasos agigantados pero muchas veces a la sociedad no se le hace fácil seguirle el ritmo a la hora de aprovechar sus posibilidades al máximo.

Si nos referimos específicamente al campo de la ciencia y la educación las cosas no son muy distintas. No es raro ver entidades educativas de distintos niveles o centros de investigación con páginas desactualizadas en Internet, ofreciendo cursos que finalizaron hace 2 años atrás, incluyendo hipervínculos que no funcionan y otras cuestiones por el estilo.

Como me decía un amigo “crear el sitio es sencillo, mantenerlo es el tema”. Y pareciera que en muchos casos los creadores del sitio o los que han pedido su diseño, luego de haberlo visto en la pantalla salieron corriendo por las calles gritando con emoción “¡Ya estamos en la Internet!”. Para nunca más volver.

Correo electrónico y Facebook
Dos de las herramientas que siguen mostrando nuestras falencias e incertidumbres a la hora de comunicarnos son el e-mail y Facebook.

Las fallas en el manejo del correo electrónico vienen desde el inicio de la Internet y estuvieron entre las primeras en exponer nuestras debilidades a la hora de comunicarnos. Lamentablemente, las cosas parecen no haber cambiado demasiado: mensajes que no dicen nada en el “asunto”, correos que languidecen sin ser contestados por razones que no quedan claras generando malestares innecesarios (los cuales pueden terminar siendo un dolor de cabeza en temas laborales), textos interminables y redactados de manera complicada donde el receptor lee ansiosamente mientras aprieta el mouse para seguir bajando en la pantalla sin saber cuál es el objetivo del mensaje.

¿Cuántas personas dejan un aviso automático informando que no se encuentran en su trabajo y especificando a partir de qué fecha van a responder un mensaje?
Seguimos sin entender que el hecho de que remitente y destinatario no compartan tiempo y espacio al momento de intercambiar un mensaje no significa que el mismo puede quedar sin contestar. Excusas tales como “recibo muchos mensajes por día” y “no tengo tiempo” pueden sacarnos del paso en algunas ocasiones pero no van a servirnos siempre. Al dar una dirección de email, estamos tácitamente comprometiéndonos a que si nos escriben vamos a leer el mensaje y contestarlo en manera y tiempo apropiados. Las cuestiones problemáticas que pueden ser pasadas por alto en la comunicación meramente social tienen un peso importante cuando se trata de interacción laboral.

Con respecto a las redes sociales y tomando Facebook como ejemplo, seguimos comunicándonos sin comunicarnos. La idea de que tenemos amigos en vez de contactos contribuye a la nebulosa que no nos permite ver la línea que divide los comportamientos apropiados de los que no lo son. El problema es que, en algunos casos, esta línea no solo parece no existir sino que no sabemos dónde trazarla. ¿Con quién compartir información privada? ¿A quién aceptar entre nuestros “amigos”? El sistema nos obliga a poner en una misma bolsa a aquellos con quienes tenemos una relación cercana y simples conocidos. Gente que no hemos visto en años, de repente aparece pidiéndonos “amistad” sin siquiera incluir un mensaje de salutación. Y después de aceptarlos nunca más sabemos de ellos. El sistema no permite llegar al millón de amigos pero algunos parecen dispuestos a llegar a los 5.000 de cualquier forma.

Los límites entre lo privado y lo público están tan distorsionados en esta red social que el gobierno alemán propuso, en Septiembre de 2010, que los empleadores no puedan buscar empleados en Facebook y solo puedan hacerlo en sitios de interacción laboral tales como LinkedIn.

La cantidad de situaciones ambiguas que se generan sigue poniendo de manifiesto nuestro desconocimiento sobre cómo interactuar una vez que ingresamos al mundo FB.

Páginas y blogs
De igual manera, y ya en la era 2.0, es preferible no tener una página en Internet a tenerla desactualizada. La falta de mantenimiento da una imagen de desprolijidad y abandono que va en contra del sitio. De igual manera, no es raro encontrar páginas con notas escritas sin especificar la fecha en que están siendo publicadas, un error bastante común y fácilmente subsanable. Recuerde que una persona puede leer dentro de 3 meses lo que Ud. publica hoy. Para entonces, “esta tarde” puede haber perdido todo significado si el autor no se tomó el trabajo de poner la fecha de publicación.

Los blogs, aplicados al ámbito científico, se perfilan como una excelente herramienta para dar a conocer resultados, debatir artículos publicados y generar nuevos contactos y colaboraciones. Lamentablemente, esta útil herramienta todavía no ha tenido la atención que merece por gran parte de la comunidad de investigadores, algo que esperamos cambie en un futuro no muy lejano.
¿Y Ud. en qué grupo está?: ¿“Usuarios2.0” o “Usuarios0.2”?

Tomado del Blog de Claudio Pairoba