Premio internacional a la Biotecnología a investigadora del CNEA

La labor científica rigurosa y sostenida ha dado frutos a la MSc. Albys Ferrer Dubois, del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado.

El trabajo desarrollado por la investigadora de nuestro centro, junto a otros colaboradores, obtuvo Premio Internacional de Poster en la recién concluida III International Conference of Oxidative Stress HAVANA-REDOX 2011, que se  desarrolló del 27 al 29 de enero. (Protective effects of Lycopersicum esculentum M. irrigated with magnetically treated water against the lipid peroxidation) .

Las instituciones coordinadoras del premio fueron Instituto de Farmacia y Alimentos (IFAL) de la Universidad de la Habana, la Sociedad Cubana de Farmacología y la Sociedad Internacional de Investigaciones de Radicales Libres.

En HAVANA-REDOX 2011 participaron representantes de Cuba, Estado Unidos, Canadá, España, Brasil, Polonia, Turquía, Rusia, Bulgaria, Hungría, China. Italia. Chile, India, Argentina, Malasia, Austria.

Fueron presentados 60 Posters en las siguientes temáticas: antioxidantes,  stress oxidativo y enfermedades, stress oxidativo y envejecimiento, mecanismos de señales redox, biomarcadores,y métodos de diagnóstico y intervención farmacológica y dietética. 

 
Premio internacional a la Biotecnología en la Universidad » La Tablilla.

Magia, pseudociencia y ciencia. (II)

Magia, pseudociencia y ciencia.
Una reflexión desde la Neurobiología (II Parte)

Por DrC. Jorge A. Bergado Rosado y DrC. William Almaguer Melián (Centro Internacional de Restauración Neurológica, CIREN)
El pensamiento científico es el cenit de la cultura humana
La Ciencia es un método valioso y útil, aunque no infalible, de poner a prueba las asociaciones que el pensamiento y la experiencia nos sugieren. Es decir, nuestras hipótesis. El experimento científico es la vía para comprobar si esa asociación imaginada es real y obedece a una relación causa-efecto (causal), o si se trata de una relación fortuita (casual). Las relaciones comprobadas por la experiencia son hechos, hechos científicos y una buena parte de la labor cotidiana del investigador es obtener evidencia confiable sobre la realidad de relaciones supuestas. O sea, establecer hechos científicos. Los hechos científicos convierten a la hipótesis en tesis, estas permiten la elaboración de teorías científicas, concatenaciones de ideas que aspiran a interpretar, del modo más simple posible, los hechos comprobados.
Las teorías científicas no son inmutables. Cuando nuevos hechos probados lo hagan necesario, las teorías se renuevan, se modifican o se sustituyen. Las teorías más sólidas y comprobadas se consideran leyes de la naturaleza, lo que tampoco concede perdurabilidad eterna.
La ciencia no es un dogma. No se impone, nada en ella es inmutable, nada en ella tiene pasaporte a la eternidad. Los científicos serios comparten este credo, pero también comparten su escepticismo, su duda metodológica, para aceptar como un hecho algo que no haya sido probado rigurosamente mediante la experimentación, empleando métodos y diseños apropiados. La ciencia no es, por tanto, un sistema cerrado, pero tampoco tan abierto como para aceptar como verdadera cualquier especulación seductora que no haya sido suficientemente probada.
Así hemos progresado. En poco tiempo, apenas cuatro siglos, la nueva Ciencia, armada de esta herramienta metodológica, construyó un colosal monumento intelectual: el de la Ciencia Moderna, donde la física se articula con la química, y ambas con la biología, que no requiere ya de fuerzas vitales, ni demiurgos, ni otros espectros porque es un proceso físico y químico.
La Ciencia Moderna permite viajar, sin solución de continuidad, desde el átomo hasta el organismo, desde la partícula subatómica hasta el universo. Puede que alguna pieza, de momento no encaje, pero ¿en qué disminuye un ladrillo rajado la magnificencia de una catedral?
Con la ciencia hemos construido máquinas y herramientas, hemos entendido las bases de la vida e interpretado innumerables enfermedades y las hemos prevenido y curado. La ciencia nos ha permitido comprender la naturaleza, y las aplicaciones de la ciencia (lo que llamamos tecnología) ponerla a nuestro servicio, aunque hoy la misma ciencia nos ayuda a comprender que no se trata de dominarla, sino de convivir con ella en armonía.
El cerebro predictor, la magia y la religión
Pero el pensamiento científico no es intuitivo, ni innato. Pensar y actuar científicamente no forman parte del acervo biológico de ninguna especie animal, sin excluir al hombre. Sin embargo, el hombre y los animales sí necesitan encontrar asociaciones útiles entre eventos externos, o entre acciones suyas y la ocurrencia de acontecimientos significativos para orientar más adecuadamente su conducta, sobrevivir y reproducirse. El Sistema Nervioso debe ser, más que un órgano de respuestas reflejas, un predictor eficiente que, en lugar de reaccionar ante los estímulos, los anticipe.
Las plantas no tienen sistema nervioso, no lo necesitan. Los animales de vida sésil poseen sistemas muy primitivos de respuesta, pero su modo de vida no requiere una función predictiva. Viven donde se asientan y su medio es relativamente estable. Por el contrario, para los animales que se desplazan, la predicción es fundamental. Solo así pueden sobrevivir y reproducirse eficazmente en un medio cambiante en el cual no solo existen, también se trasladan.
Los animales, aun los más primitivos, comparten con nosotros la capacidad del aprendizaje asociativo y lo que es más, los mecanismos moleculares que la sustentan tienen notables semejanzas en unos y otros. Nada tampoco tan sorprendente: la evolución conserva los mecanismos efectivos.
El aprendizaje asociativo es fundamental para las funciones predictivas del sistema nervioso. Según la teoría pavloviana del reflejo condicionado, el estímulo condicionado adquiere entonces la función de indicador o señal de que un acontecimiento relevante está por ocurrir y debe actuarse previsora y anticipadamente.
Otra característica común del aprendizaje asociativo en hombres y animales es que la relación predictiva, para que tenga real valor adaptativo, debe establecerse con el menor número posible de repeticiones. Ante un alimento desconocido, una rata comerá un poco de este. Si en las horas siguientes manifiesta síntomas de envenenamiento o intoxicación, no comerá jamás de ese alimento nuevamente. Un niño introduce una barrita metálica de su juguete en la ranura de una toma de corriente y recibe una descarga eléctrica que lo sacude. Nunca más volverá a hacerlo. Solo así es útil: pocas repeticiones. Si el niño para aprender que no debe introducir objetos en los tomas de corriente necesitara repetir la acción muchas veces pondría su vida en gran peligro. Aprender con un requerimiento mínimo de repeticiones, de lo contrario no sería efectivo ni útil.
La contrapartida negativa es que la probabilidad de establecer relaciones falsas entre eventos no vinculados causalmente y creer que una simple coincidencia encierra una relación que no existe, es bastante alta. El alimento que probó la rata y los signos de intoxicación que siente después pueden no estar relacionados. Un investigador inyectó a la ingenua rata una pequeña dosis de cloruro de litio que produce síntomas leves de envenenamiento. El alimento nuevo no encerraba ningún peligro, pero la rata no volverá a probarlo jamás. Ante las alternativas de morir joven por lerdo o morir de viejo creyendo en algo falso, la selección natural, obviamente, privilegió la segunda. El resultado es lo que podríamos considerar una mentira piadosa biológica.
Un ejemplo sorprendente de estas falsas asociaciones fue el resultado de estudios de conducta en palomas, realizados por el psicólogo norteamericano B.F. Skinner en los albores de la Psicología Conductual. Las palomas fueron entrenadas a recibir una recompensa, alimento, cuando presionaban un botón con el pico. Lo que se ha dado en llamar condicionamiento operante: hago esto y sucede aquello. De repente, la acción dejó de producir la recompensa (por decisión, claro está, del investigador).
En estas condiciones la respuesta se extingue, es decir, luego de varios intentos sin recompensa, la paloma deja de presionar sobre el botón, algo también muy útil para evitar la perseveración de acciones que han perdido su valor. Pero ¿qué sucede si de pronto, el aparato comienza a dar recompensas al azar? Curiosamente la paloma comienza a asociar acciones propias con la recompensa. Por ejemplo, si de modo casual ocurre que poco antes de que se presente la comida la paloma volteó la cabeza a la izquierda, bastará que ambas acciones coincidan solo un par de veces para que la paloma comience a voltear reiteradamente la cabeza en el intento de obtener la recompensa. Skinner llamó a este fenómeno “superstición conductual”.
Los mismos principios pueden conducir a las personas a establecer relaciones falsas. Si a Ud. le duele el estómago por un resfriado transitorio y un buen vecino le ofrece una tisana de hierba de guinea y poco después su dolor se alivia, quedará Ud. convencido, de una vez y para siempre, que el cocimiento de hierba de guinea alivia los dolores de vientre. El mecanismo es fuerte y funciona lo mismo para el más primitivo hombre de Cromañón que para el más docto profesor universitario.
Nótese que en todos los casos lo fundamental y decisivo es que la asociación funcione, o parezca funcionar. Obviamente, ni la paloma ni la rata intentan explicar por qué esa comida es dañina o por qué oprimir el botón dispensa un bolo de alimento. El hombre tal vez lo intente, puede que incluso lo necesite, pero no es imprescindible; las apariencias pueden ser, y con frecuencia lo son, más convincentes.
El agricultor primitivo no podía entender por qué la luna influía en sus cosechas; al profesor universitario quizás le gustaría conocer qué hay en la hierba de guinea que le hizo mejorar, pero no saberlo no le restará confianza en su “cocimientito”. Puede que ese mismo profesor, siendo muy racional y crítico considere otras opciones posibles: sus mecanismos fisiológicos de defensa estaban actuando y es a ellos a quienes debe su curación; es más, puede que la hierba de guinea lejos de curarle haya retardado el proceso ya en marcha, pero la impronta de la asociación cocimiento-mejoría se quedará por siempre en su memoria.
Cuando estas asociaciones se hacen muy fuertes, se convierten en convicciones, algo en lo que se cree, un motivo de fe. La fe parece un atributo esencialmente humano aunque también aquí podemos encontrar antecedentes en el mundo animal.
Un modelo de aprendizaje, muy empleado en roedores de laboratorio, consiste en ponerlos dentro de una piscina circular llena de agua fría (digamos 21 grados centígrados) que tiene oculta bajo la superficie una plataforma que no puede ver, pero que le permite a la rata escapar del agua. Las ratas son excelentes nadadoras, pero detestan el agua fría, de modo que si mantenemos la plataforma siempre en el mismo lugar y existen puntos de referencia estables que le permiten orientarse adecuadamente en el espacio (es decir, mientras juguemos limpio) ellas aprenderán, en pocas repeticiones, a localizar la plataforma y escapar del agua. Una maniobra importante para medir la fuerza del trazo de memoria que se forma en el cerebro del animal consiste en realizar una última prueba en la cual se retira la plataforma y se mide la cantidad de veces que el animal cruza por el sitio donde aquella había estado (es la parte en que jugamos sucio).
Las ratas que han aprendido bien pasan varias veces por ese lugar. Pasan y de inmediato se dan vuelta, y vuelven a cruzar, y la ansiedad y perseverancia que evidencian en su conducta parece decir: “¡caramba!, ¡yo estoy segura de que aquí había una plataforma!”. Un elemental y primitivo “acto de fe”.

Curso de Bioimpedancia Eléctrica

Entre el 14 y el 18 de febrero de año en curso, se impartirá, por parte del Grupo de Bioimpedancia Eléctrica adjunto al CNEA, un curso titulado «El Método de Bio-Impedancia Eléctrica y los Parámetros Bioeléctricos del Cuerpo Humano». El mismo está diseñado para el aquellos especialistas que tiene un conocimiento mínimo del método de la bioimpedancia eléctrica.
El curso se impartirá de lunes a viernes en el horario comprendido entre las 9.00 am y 1.00pm, y estará a cargo del MSc Alcibíades Lara Lafargue, y los doctores en Medicina Ricardo Morales Larramendi, Ana Ibis Núñez Bouron y Guillermo Vaillant S.

Héctor Manuel Camué Ciria, nuevo Doctor en Ciencias del CNEA

Pasado el mediodía de hoy, y luego de un extensa jornada que sobrepasó las 4 horas de debate, el Tribunal Nacional Permanente de Grado Científico de Ciencias Básicas y Biomedicina, aprobó por unanimidad, el solicitar la entrega del Grado Científico de Doctor en Ciencias Médicas al Licenciado Héctor Camué Ciria, tras la presentación y defensa exitosa de la Tesis titulada “Volumen tumoral y densidad de corriente eléctrica inducida por la acción de un sistema de electrodos con corriente eléctrica directa: descripción experimental y teórica”, la cual contó con la tutoría de los DrC Luis Bergues Cabrales, Gustavo Sierra Gonález y Carla Holandino Quaresma.

El colectivo de trabajadores del CNEA le deseamos muchas felicidades a Camué y a sus familiares por este nuevo éxito en su carrera profesional. Desde ya, el DrC Héctor Camué pasa a formar parte del colectivo de Doctores que prestigian nuestra institución.

Jornadas de altos quilates

Durante tres días, a partir de hoy 21 de diciembre, el CNEA vivirá jornadas de altos quilates en materia científica, que tendrá como eje central la discusión de la Tesis de Doctorado de Héctor Camué Siria, uno de nuestros investigadores, bajo la tutela del DrC Luis Bergues Cabrales.

Con motivo de esta ocasión se trasladó a esta ciudad de Santiago de Cuba, parte del Tribunal Nacional Permanente de Grado Científico de Ciencias Básicas y Biomédicas, el cual será el encargado de evaluar el trabajo realizado por nuestro colega.

En la mañana de hoy, los miembros de dicho Tribunal, encabezados por su Presidente, el DrC Gustavo Sierra, fueron recibidos en el Salón de Protocolo de nuestra institución por parte de los trabajadores del CNEA. La actividad estuvo presidida por el Ing. José J. Tristá Moncada, director del CNEA, y por el Vicerrector de la Universidad de Oriente Hipólito Carvajal, quienes dieron la bienvenida a los destacados científicos cubanos.

Por su parte, el DrC Gustavo Sierra, presentó a los miembros del Tribunal, el cual estará presidido en esta ocasión por el DrC Nivaldo Hernández Mesa, toda vez que el DrC Sierra actuará como uno de los tutores de la tesis a presentar.

El colofón de esta jornada fue la presentación, por parte del DrC Nivaldo Hernández, de una conferencia titulada “Biología-Cerebro-Conocimiento”, la cual resultó en un interesante y muy divertido intercambio de ideas y opiniones entre los trabajadores del CNEA y el Tribunal de Grado Científico.

Mañana día 22 de diciembre, el Tribunal entrará en sesiones para evaluar el trabajo de Tesis de Héctor Camué en opción al grado científico de Doctor en Ciencias.

Se abre foro bara debatir sobre la polémica ciencia vs seudociencia

En la página oficial del CNEA en Facebook, quedó abierto un Foro para debatir acerca de la polémica existente entre la ciencia y la llamada seudociencia, en todos los aspectos del mundo científico.
En los últimos tiempos, la seudociencia ha ido adquiriendo un enorme poder, muchas veces apoyado por grandes medios de comunicación, al extremo que en ocasiones se «vende» como la solución a varios problemas del hombre, por encima de los métodos más tradicionales u ortodoxos.
No pocos científicos del mundo, incluido nuestro país, han mostrado preocupación ante este fenómeno pues, si algo hay que reconocer es que éste resulta mucho más atractivo para el ciudadano medio que lo que puede resultar la explicación científica dada por un Premio Nobel; y en ocasiones se muestra como la «solución a todos los problemas».
Los invitamos pues a dar su opinión sobre el tema.

Proyecto Manhattan

El Proyecto Manhattan era el nombre en clave de un proyecto científico llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados cuyo objetivo final era el desarrollo de la primera bomba atómica, antes que la Alemania nazi la construyera. La investigación científica fue dirigida por el físico Julius Robert Oppenheimer. El proyecto se llevó a cabo en numerosos centros de investigación, liderados por el Laboratorio Nacional Los Álamos, aunque también se trabajó en Handford Site, Washington; en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, Tennessee; el Complejo Nacional de Seguridad Y-12 y otros.

Aunque para mediados de 1945 el proyecto empleaba a más de 130 000 personas, continuaba siendo secreto y muchos investigadores desconocían el objetivo final del mismo.

¿Cómo se inició el proyecto?

Varios científicos nucleares que eran refugiados judíos en los Estados Unidos, ante la amenaza de que Alemania, que llevaba a cabo sus propias investigaciones en materia de armamento nuclear, desarrollara una bomba atómica, convencieron a Albert Einstein de escribir una carta al presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt advirtiendo sobre tal peligro. Años después Eisntein manifestaría “debería quemarme los dedos con los que escribí aquella primera carta a Roosevelt”.

De inmediato el gobierno norteamericano tomó una serie de medidas encaminadas a dar inicio al desarrollo de su propia bomba nuclear. Con tal objetivo se creó un Comité del Uranio, a su vez Enrico Fermi, en la Universidad de Columbia construyó dos prototipos de reactores nucleares. Otros pasos dados fueron la creación de la Oficina de Desarrollo en Investigación Cientifica y la organización del Comité de Investigaciones de la Defensa Nacional con vistas a movilizar los recursos científicos de los Estados Unidos hacia el apoyo de las investigaciones orientadas a la guerra.

En octubre de 1941, finalmente, Roosevelt autorizó el desarrollo de la bomba atómica

No sin varios tropiezos, el Proyecto Maniatan consiguió su objetivo de producir la primera bomba atómica en lapso de tiempo de 2 años, 3 mese y 16 días, y realizó la primera prueba nuclear de la historia de la humanidad el 16 de julio de 1945 en Nuevo México. La continuación del Proyecto dio lugar a las bombas Little Boy y Fat Man, tristemente célebres por haber sido lanzadas en agosto de 1945 en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, respectivamente, cuando la ya la guerra no necesitaba de tal demostración de fuerza

"...“debería quemarme los dedos con los que escribí aquella primera carta a Roosevelt..."

En el Proyecto Maniatan trabajaron grandes científicos de la época, muchos de ellos galardonados con el Premio Nobel. Entre ellos encontramos los siguientes

  • Robert Oppenheimer: Director del proyecto, se opuso al uso militar de la energía nuclear una vez terminada la guerra.
  • Enrico Fermi: Huido de su Italia natal, fue el creador de la primera pila atómica en la Universidad de Chicago.
  • Edward Teller: Uno de los muchos judíos huidos del régimen nazi. Uno de los más fervientes defensores del programa armamentístico nuclear estadounidense.
  • Hans Bethe: Importante teórico del proyecto, director de la división técnica.
  • Richard Feynman: Responsable de la división teórica y de los cálculos por ordenador. En su biografía cuenta numerosas anécdotas sobre su etapa en el Proyecto Manhattan y su sentimiento de culpabilidad al explotar la primera bomba.
  • John von Neumann: Experto en materia de explosivos, entre otras habilidades, le fue encomendada la misión de ayudar en el diseño de explosivos de contacto para la compresión del núcleo de plutonio del dispositivo Trinity test y la bomba Fat Man caída en Nagasaki. También fue el encargado de calcular a qué altura debían explotar las bombas antes de tocar el suelo para que su efecto fuera más devastador. Así mismo también estuvo en el comité encargado para seleccionar objetivos potenciales japoneses (ciudades), donde hacer caer las bombas atómicas.

El CNEA aboga por la PAZ

A partir del próximo  9 de septiembre podrá estar, una vez más, al borde de una guerra de proporciones catastróficas si, en definitiva, prevalece el odio, la avaricia y la hipocresía, sobre la razón común y el bienestar de la especies de la tierra, en especial el Homo sapiens. En esta ocasión, la amenaza no se centra sobre un único país, aunque  los grandes medios de prensa coloquen a Irán y su proyecto nuclear como el objeto de la discordia; sino que, el inevitable uso de armas nucleares, de un poder enormemente superior a las lanzadas hace más de 60 años sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, amenazan con asestar un duro golpe al planeta que nos sostiene, del cual no sabemos cómo habremos de salir.

En una oportunidad, el genial físico y premio Nobel de Física en 1921, Albert Einstein, advirtió sobre las consecuencias del uso de la energía nuclear como arma, al decir que no sabría con qué armamentos se desarrollaría la Tercera Guerra Mundial, pero que en la cuarta se utilizarían palos y piedras.

En los últimos meses, el compañero Fidel ha venido advirtiendo al mundo sobre la necesidad de evitar el conflicto en el Medio Oriente, el cual, debido a los países involucrados, será de naturaleza nuclear, con nefastas consecuencias para la vida en el planeta. Una vez más, como manifetsó Fidel en su Mensaje a los estudiantes universitarios de Cuba, “le ha correspondido a Cuba la dura tarea de advertir a la humanidad del peligro real que está confrontando”.

Nosotros, como trabajadores de la ciencia en Cuba, nos unimos al llamado de PAZ lanzado por Fidel y respaldado ya por muchos intelectuales y personas del mundo. Unamos nuestras voces para preservar la vida en el planeta. Reclamemos el derecho de nuestros hijos y nietos de habitar un planeta saludable.

¡El CNEA también reclama la PAZ!

Cumpleaños

El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia […]”Fidel Castro Ruz

Hoy, hace 84 años, Cuba recibía los llantos de quien luego sacudiría sus cimientos logrando hacer lo que, durante más de 100 años había resultado imposible: alcanzar la verdadera y definitiva independencia.
Fidel se levanta cada día con los mismo ímpetus, renaciendo de las cenizas en la que sus adversarios lo han colocado en más de una oportunidad, brindando con cada nueva aparición esperanzas a quien creemos, porque así nos lo enseñó, que un mundo mejor es posible. Desde anoche su pueblo celebra este nuevo aniversario, con el estímulo que ha significado el ver su rápida recuperación, la claridad intacta de sus ideas, y  el pulso firme de su voz. Para todos los revolucionarios del mundo hoy es día de festejos. Hoy le nació un grande a la historia. Y es cubano.
!Muchas felicidades Comandante!