Repercusiones del Foro de Comunicación de la Ciencia

Foro de Comunicación de la cienciaDurante los días 17 y 18 de mayo se celebró en el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA), el Foro de Comunicación de la Ciencia.

Dos jornadas en las que se debatieron diferentes aspectos relacionados con la comunicación científica, y se expusieron experiencias en materia de divulgación del quehacer científico-técnico de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo.

En su segunda edición (la anterior bajo el nombre de Taller de Comunicación y Divulgación científica: una mirada desde los centros de investigación), el Foro despertó mucho interés por parte de los participantes quienes abogan por una continuidad y extensión de la experiencia, como espacio necesario para la reflexión sobre esta temática.

Estas son algunas de las repercusiones que en diferentes sitios han tenido las sesiones del Foro:

La Emisora provincial de radio CMKC, recogía en un trabajo periodístico la primera jornada del evento indicando que “el proceso de divulgación científica no puede ser un oficio menor, coinciden en señalar así los participantes en el Segundo Foro de Comunicación de las Ciencias, que se desarrolla en la ciudad de Santiago de Cuba bajo los auspicios del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado ‘CNEA’, ubicado en la Universidad de Oriente.”

La periodista CaryFerriol, señalaba igualmente algunos de las ponencias presentadas durante el Foro y cita al Lic. Noel Pérez García, especialista en Comunicación y Promoción de la ciencia del CNEA cuando dice “ hoy se aboga en el mundo completo, no solamente en Cuba, porque la humanidad esté cultivada científicamente, que sea capaz de no solo asimilar una tecnología, sino también de modificarla, criticarla, dudar de ella, y para ello se necesita una cultura científica que emane de los propios centros donde se crea la ciencia.”

Por su parte, el joven periodista José Roberto Loo Vázquez, en el Portal de la ciencia cubana recoge algunas de las intervenciones realizadas por los participantes del Foro para destacar algunas ideas respecto a la sustentabilidad de la ciencia, sus retos y desafíos. En este mismo sitio se recoge una amplia muestra fotográfica sobre las sesiones del evento.

El sitio web de la televisión santiaguera también se hace eco de las jornadas y los debates del Foro de Comunicación de la Ciencia.

El Foro quedó clausurado en la tarde de este viernes 18 de mayo, y su actividad final la celebró en la peña cultural “Desempolvando”, espacio que acoge el Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba y cuyas experiencias en la divulgación científica fueron presentadas durante las jornadas del evento.

Dará inicio en la UO año jubilar en conmemoración al centenario del Dr. Soto del Rey

El próximo 9 de marzo se celebrará el acto de apertura del año jubilar en conmemoración del centenario del natalicio del Dr. Roberto Joaquín Soto del Rey (4 de marzo de 1913-25 de diciembre de 1995.
El acto está convocado por el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Oriente (UO) y tendrá lugar, desde las 2:00 pm, en el Museo de Historia de este centro universitario.
Con el mismo, quedará inaugurada una amplia jornada de actividades que se extenderá durante todo el 2012 y los primeros meses del 2013, para celebra la vida y obra de quien fuera considerado un “fundador de escuelas”.
El Dr. Roberto Joaquín Soto del Rey fue fundador de la universidad santiaguera y de su Departamento de Física. En 1948 se opuso firmemente a una moción que pretendía pasar la Universidad a un patronato, privándola de su carácter público.
Luego del Triunfo de la Revolución cubana, en enero de 1959, el Dr. Soto del Rey participó activamente en la Reforma Universitaria, actuando como miembro de la Asamblea Estatuaria y designado representante de la UO en el Consejo Superior de Universidades.
Entre sus obras científicas destacan: “Tensión superficial y Soluciones Líquidas”, “Estática”, “Cinemática”, Hidrodinámica”, “Vibraciones y Ondas”, “Problemas de Mecánica” y la que puede considerarse su obra cumbre “Introducción a la Biofísica” en cuatro tomos, publicada por la editorial Oriente en la que resume su excelsa labor como profesor de Física y de Biofísica, iniciada en 1968.
Soto del Rey fue también un precursor de los estudios de Biofísica en nuestra Universidad de Oriente y su siembra, con el decursar del tiempo, se ha materializando en el Centro de Biofísica Médica y en algunas investigaciones que se realizan en el Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado.

Viaje a la semilla

 
El 20 de febrero se conmemora el Aniversario 50 de la creación, en igual fecha de 1962, de la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba. Con la misma, por primera vez la Academia adquirió un alcance efectivo a nivel nacional.
La Comisión Nacional quedó facultada para, entre otras atribuciones, llevar a cabo “la reorganización, incorporación y disolución de cuantas sociedades, academias y corporaciones estimare conveniente a los efectos de esta ley” (la ley 1011 de 20 de febrero de 1962) y para proponer al gobierno la incorporación a esta de entidades científicas adscritas a ministerios o universidades. El presidente de la Comisión era Antonio Núñez Jiménez. Contaba entre sus miembros a Juan Marinello, Fernando Ortiz, Julio Le Riverend y Emilio Roig de Leuchsenring, entre otros.
A propósito de la efeméride compartimos con ustedes el siguiente texto tomado de la Revista Juventud Técnica

Pasaban los meses y los años de aquella gente que no se cansaba de esperar tiempos mejores, alelados entre anuncios de bebidas, noticias de la lotería, algún que otro escándalo político y ciertas obras “dignas” de uno de los pueblos más rebeldes de América.

 Un Capitolio y un túnel asombroso por debajo de la Bahía de La Habana traían las luces del capital que, en pleno auge algunas millas más arriba, inoculaba el virus del consumismo en hogares que, con trabajo, lograban reunir para ganarse el derecho a una consulta médica.
Bajo la piel de esa isla pintoresca, destino turístico de mafiosos connotados, paraíso pretendido de ron y mujeres, verdaderas sanguijuelas chupaban los recursos naturales y esquilmaban el patrimonio cultural construido con sangre y pensamiento criollos.

Dormía el legado de Poey, Finlay, Romay, Varela, Saco, Reynoso, adelantados de una ciencia originaria, de pura cepa cubana. Aquella real corporación por ellos soñada había renunciado a sus tiempos de gloria. La fusta colonial, que finalmente cedió ante el empuje nacional por edificar una ciencia autóctona, se retocaba con métodos doblemente siniestros.

 La Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana se sacudió la “realeza”, pero continuaba cargando la cruz del coloniaje. Se le perseguía y acallaba, se le apaciguaba como a las otrora epidemias, se le vapuleaba cual mendigo insalubre.

Algunas instituciones bregaron entre la barahúnda, y permanecieron “colgadas” a entidades del estado. Un orden “surreal” se había impuesto, en tanto nombres como los de Carlos de la Torre, Pedro Kourí y Juan Tomás Roig salvaban la honra de la ciencia en Cuba.

La Academia estaba adscripta al Ministerio de Justicia, y recibía unos exiguos 400 pesos para solventar sus gestiones;la Sociedad Geográficafuncionaba como una dependencia del Ministerio de Estado; el Parque Zoológico permanecía a la sombra del Ministerio de Obras Públicas; la Marina de Guerra rectoraba los estudios en meteorología.

La Sociedad Espeleológicaera atacada por fuerzas represoras y sus miembros perseguidos. Una resolución del Ministerio de Educación, de Batista, prohibió la difusión de la Geografía de Cuba, de Antonio Núñez Jiménez, fundador del grupo, en tanto la obra monumental de Felipe Poey, Ictiología Cubana, permanecía inédita, “por emanar de un hombre progresista y materialista”.

La investigación estaba refugiada en las universidades, a expensas del tiempo y voluntad de los profesores. Ninguna publicación. Nada de dar a conocer resultados de investigaciones. Nula colaboración entre centros. Absoluto desmembramiento de la labor científica en el país.

¿Ciencia? Esa palabra olía a élite, permanecía desconocida por el pueblo.

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La Royal Society pone en Internet los secretos

De forma gratuita, cualquier interesado puede consultar más de 60.000 documentos que cubren tres siglos de grandes descubrimientos y pequeños avances que han ido forjando el actual conocimiento científico, recogidos en el archivo de la sociedad, galardonada este año con el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

El jurado del galardón apreció el impulso a la «investigación y difusión del conocimiento generado por la humanidad» de la Royal Society, una institución que comenzó su andadura en el año 1660.

Navegar por el vasto archivo de la sociedad británica permite rescatar pedazos de la historia de la ciencia como los pavorosos relatos sobre las primeras transfusiones de sangre.

O saber de jóvenes estudiantes alcanzados por rayos cuando trataban de aclarar la naturaleza de la electricidad, además de las trascendentes investigaciones de científicos como Faraday, Maxwell o Boyle.

«Si se destruyesen todos los libros del mundo y sólo quedara la revista de la Royal Society ‘Philosophical Transactions’, no es aventurado decir que los fundamentos de la ciencia y el progreso intelectual de los últimos dos siglos se salvarían», escribió en 1870 el biólogo Thomas Huxley.

La sociedad británica fue la primera institución del mundo en publicar, en 1665, una revista que cumplía con los estándares de control y rigor que hoy en día se imponen a sí mismas las publicaciones científicas más prestigiosas.

Entre quienes pasaron esos controles estuvo Isaac Newton, quien publicó, en 1672, el que está considerado su primer escrito científico, la «Nueva teoría sobre la luz y los colores».

También escribió en la revista «Philosophical Transactions» Benjamin Franklin, que utilizó una cometa para demostrar, en 1752, que la electricidad de los rayos viaja desde las nubes hacia la Tierra y que se puede recoger de forma artificial.

La ciencia moderna avanzó a ciegas sus primeros pasos, en un recorrido que se puede seguir al detalle a través del archivo de la Royal Society.

Sus publicaciones recogen curiosidades como los escritos del astrónomo francés Adrien Auzout, que en el siglo XVII publicó su particular «Visión de la Tierra desde la Luna», en la que describía el aspecto que debería presentar el planeta para unos «supuestos habitantes» del satélite terrestre.

«Para la gente de la Luna, la Tierra debe mostrar diferentes caras según la época del año. En invierno no debe haber nada verde en la mayor parte del planeta mientras, en verano, todos los campos deben verse amarillos», relataba en 1665 el astrónomo, que llegó a proyectar un telescopio de más de 300 metros para observar la Luna.

La Royal Society se inspiró en las ideas del científico y filósofo inglés Francis Bacon (1561-1626) para crear una institución dirigida a extender las fronteras del conocimiento a partir del desarrollo de la ciencia, las matemáticas, la ingeniería y la medicina.

«La apertura del archivo abre una ventana fascinante a la historia del progreso científico durante los últimos siglos e interesará a todos aquellos que quieran comprender la evolución de la ciencia», destacó la psicóloga Uta Frith, miembro del comité de bibliotecas de la sociedad.

Los miembros de la Royal Society son elegidos de por vida entre los científicos más destacados en sus respectivos campos y entre sus integrantes han figurado Isaac Newton, Charles Darwin, Albert Einstein, James Watson o Stephen Hawking.

Hoy en día, la institución cuenta con cerca de 1.500 miembros, entre ellos 75 premios Nobel y nueve Príncipe de Asturias, además de cinco representantes de la Familia Real inglesa, entre ellos la reina Isabel II

Tomado de Madrimasd.org

Cumpleaños

El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia […]”Fidel Castro Ruz

Hoy, hace 84 años, Cuba recibía los llantos de quien luego sacudiría sus cimientos logrando hacer lo que, durante más de 100 años había resultado imposible: alcanzar la verdadera y definitiva independencia.
Fidel se levanta cada día con los mismo ímpetus, renaciendo de las cenizas en la que sus adversarios lo han colocado en más de una oportunidad, brindando con cada nueva aparición esperanzas a quien creemos, porque así nos lo enseñó, que un mundo mejor es posible. Desde anoche su pueblo celebra este nuevo aniversario, con el estímulo que ha significado el ver su rápida recuperación, la claridad intacta de sus ideas, y  el pulso firme de su voz. Para todos los revolucionarios del mundo hoy es día de festejos. Hoy le nació un grande a la historia. Y es cubano.
!Muchas felicidades Comandante!

Magnesia: el magnetismo de una región

Si realizáramos una breve indagación acerca de la etimología de la palabra magnetismo o magneto, muchos darán fe de su origen griego. Proveniente, en efecto, del griego “magnítis líthos” (μαγνήτης λίθος), significa literalmente “piedra de magnesia”, compartiendo su origen con el elemento químico que ocupa el escaño 12 de la Tabla Periódica. Ambos, deben su denominación a la región griega de Magnesia, la cual, sin embargo, permanece oculta desde su modesta lejanía ante los ojos y el conocimiento de quienes a diario, hacemos ciencia con el fruto de su herencia.
Magnesia
Del griego Μαγνησία, Magnesia se ubica en la región sureste de Tesalia en Grecia Central, y probablemente debe su nombre a las tribus magnetos, quienes liderados por Magnes –hijo de Aiolos—habitaron en el área durante los tiempos prehistóricos. Abarca la península de Magnesia que termina en el cabo Trikeri y contiene en su interior el Golfo Pagasético, donde habita una mayoría de la población local, fundamentalmente en la metropolitana Volos, capital de la región. Sus límites se extienden hacia el norte de las islas Espóradas de Skiathos, Skopelos y Alonnisos.

Magnesia ocupa el sureste de Tesalia en la Grecia Central

Reconocida por sus bellezas naturales donde resalta el Monte Pelión y otras elevaciones (Tisaion, Orthris, Mavrovouni) recubiertas por boques de pinos, robles, castaños y otros árboles y arbustos –en su mayoría con propiedades terapéuticas—, Magnesia cuenta además con un clima saludable de inviernos suaves y frescos veranos, manteniendo un promedio de temperatura alrededor de los 17ºC.
En toda la región, aunque acentuándose en las laderas del Pelión, se revela la inclinación por mantener viva las tradiciones culturales de sus habitantes, observándose no sólo en la preservación de las casas tradicionales sino también en el esfuerzo local por revivir tradiciones en el vestir, el arte y los oficios.
Con estos antecedentes, bien pudieran encontrar los viajeros, una nueva acepción al término magnetismo, menos científica pero más apropiada ante los efectos atractivos que ejerce la belleza natural de esta región sobre sus ojos asombrados.
Volos, capital de Magnesia

Un poco de historia
Entre las primeras áreas de la tierra griega en ser habitadas se encontraba Magnesia. Excavaciones arqueológicas han sacado a la luz hallazgos mesolíticos [1] en las cavernas Sarakinos; asentamientos neolíticos como los de Dimini y Sesklo (dos ciudades de la región); así como ciudades micénicas olvidadas de relevancia histórica durante la Edad de Bronce. Entre estas ciudades, que ocupaban la zona que en la actualidad rodea a Volos y que alcanzaron el cenit de su esplendor durante la Era Micénica[2], se encuentra la legendaria Iolkos, capital de la Tesalia Micénica, justo desde donde partió el Argos con Jasón y sus argonautas en busca del Vellocino de Oro. Homero menciona igualmente la participación de Iolkos, junto con otras ciudades magnesias entre las que destaca Pthia (ciudad natal de Aquiles), en la guerra de Troya.
Después de la Era Micénica, la ciudad de Magnesia fue declinando hasta convertirse, a finales del siglo IV a.n.e, en una insignificante provincia de Macedonia. Sin embargo, durante el curso de la historia griega, algunas de las ciudades que compartían la proximidad al Golfo Pagasético, le devolvieron parte de la gloria pasada a la región, entre las que destacan Dimitriada, fundada en el siglo III n.e, y la ciudad de Almyros, convertida en una poderosa ciudad comercial durante el siglo XII n.e.
La ocupación turca de Magnesia, como parte de los más de 400 años de dominación turca sobre las tierras helénicas, tuvo características inusuales en el sentido en que no se extendió hacia la región más oriental e inaccesible de Pelión lo que resultó en que los pueblos de la costa fueran abandonados, a favor de las remotas villas montañosas, las cuales adquirieron un brillo económico y cultural especial, convirtiéndose al mismo tiempo en bastión de los “maestros y guerreros de la nación griega”, los mismos que contribuirían a preparar los levantamientos de 1821 contra la ocupación turca.
En 1881 con el tratado de Berlín, Magnesia, junto con Tesalia, se incorporó al estado griego libre para convertirse en una de las zonas más vitales del país, que combina belleza natural con el desarrollo económico y cultural
Vista satelital de Magnesia

[1] El Mesolítico es un período prehistórico, entre el Paleolítico y el Neolítico, que duró aproximadamente entre el 10000 a.n.e y el 5000 a.n.e. Su nombre significa Edad Media de la Piedra
[2] Civilización micénica: Civilización prehelénica. Fue descubierta a finales del siglo XIX durante excavaciones en Mecenas y Tirinto.(para ver más sobre la Civilización Micénica http://es.wikipedia.org/wiki/Civilizaci%C3%B3n_mic%C3%A9nica)