El año 2012 estuvo marcado por acontecimientos trascendentales. La visita del papa Benedicto XVI a América Latina, elecciones presidenciales, la agudización de la crisis económica, conflictos en el Medio Oriente, huracanes, tifones, terremotos y hasta la erupción de un volcán caracterizaron un año que —para algunos— incluso amenazaba con ser el último.
Pero 2012 también hizo gala de importantes avances en los más diversos campos de la ciencia. Por ello la prestigiosa revista Science identificó los que, a su juicio, son los diez hallazgos más significativos.
La partícula de Dios es el primer puesto
El primer escaño del top ten de Science lo ocupa el descubrimiento del bosón de Higgs, considerado como el acierto científico más importante de 2012.
Un equipo de científicos confirmó con emoción el 4 de julio pasado la existencia de una partícula que coincidía con la descripción teórica del anhelado bosón, en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), cerca de Ginebra, en Suiza.
El bosón de Higgs, que los físicos buscaban de forma incansable desde hace 40 años, es la clave para explicar cómo otras partículas elementales, entre estas electrones y quarks, obtienen su masa.
Los científicos asumen que existe un campo energético (campo de Higgs), similar a un campo eléctrico, que permea todo el universo, por donde las partículas se mueven y colisionan con los famosos bosones, que les confieren la materia. Cuanto mayor es la partícula, más resistencia encuentra al moverse.
En definitiva, el Higgs es lo que hace que los objetos tengan masa, desde el más diminuto insecto hasta la más colosal estrella, incluidos, por supuesto, nosotros mismos.
Pese a que aún no se vislumbra el alcance total de este hallazgo dentro del campo de la física de partículas, es innegable su impacto en el conocimiento del mundo subatómico, pues agrega la pieza que faltaba en el complicadísimo rompecabezas conocido como modelo estándar de la física.
Láser contra el sueño
Un equipo internacional de científicos utilizó un innovador láser de rayos X en el Laboratorio del Acelerador Nacional SLAC (California, Estados Unidos) para revelar la estructura de una enzima requerida por el parásito Trypanosoma brucei, que causa la enfermedad del sueño en África.
El avance demostró el potencial de este tipo de láser de rayos X para descifrar proteínas, pues es mil millones de veces más brillante que las fuentes sincrotrónicas tradicionales.
Con ello se vislumbra una nueva vía de tratamiento contra la infección, que transmite la mosca Tsé-Tsé a unas 70 000 personas cada año.
Con los genes como blanco
Investigadores de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, crearon en 2012 una nueva tecnología de edición del genoma denominada TALENs, que permite modificar genéticamente peces cebras, sapos, ganado y otros animales.
El TALENs, que significa «nucleasas efectoras tipo activador de transcripción», demostró ser más efectivo, rápido y barato que otras herramientas establecidas, las cuales tienen a los genes como blanco.
Con ello los especialistas pueden alterar o inactivar genes específicos con más habilidad, lo que también les permitirá aprender más sobre las enfermedades humanas.
Aterrizaje feliz
El pasado agosto el robot explorador Curiosity, de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA), aterrizó en Marte tras realizar una serie de maniobras que nunca antes habían sido probadas.
Los ingenieros de misión en el Laboratorio de Propulsión de Jets de la NASA en Pasadena, California, lograron depositar al Curiosity de forma segura en la superficie marciana, pero la maniobra era tan peligrosa que fue catalogada como los «siete minutos de terror».
El vehículo explorador, de 3,3 toneladas, era demasiado pesado para un aterrizaje convencional, por lo que fue descolgado con un complejo sistema de grúas y correas.
El éxito del aterrizaje abrió la puerta a una nueva misión en Marte, destinada a recoger muestras del terreno y traerlas a la Tierra.
A partir de un dedo meñique
Un lugar en la lista le corresponde al investigador Svante Pääbo, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leizpig, Alemania, quien logró secuenciar el genoma del homínido de Denisova, una misteriosa especie encontrada en 2010 en Siberia y emparentada con los neandertales.
Una nueva técnica que une moléculas especiales a hebras individuales de ADN permitió al investigador y su equipo secuenciar el genoma completo del denisovano, únicamente a partir de un fragmento de un dedo meñique infantil y dos piezas dentales.
La secuencia genómica permitió a los especialistas comparar a los denisovanos con los humanos modernos. Además reveló que el hueso del dedo perteneció a una niña de ojos marrones, cabello castaño y piel morena, quien murió en Siberia hace entre 74 000 y 82 000 años.
Materia exótica
Durante más de siete décadas se puso en duda la existencia de fermiones de Majorana, unas partículas que, entre otras cosas, actúan como su propia antimateria y se aniquilan a sí mismas.
Pero el pasado año, un equipo de físicos y químicos holandeses obtuvieron la primera evidencia sólida de que dicha materia exótica existe en la forma de quasi-partículas: grupos de electrones interactuantes que se comportan como partículas individuales.
Los especialistas auguran que las misteriosas partículas tendrán una indiscutible aplicación en la computación cuántica para fabricar equipos más eficientes, ya que —dicen— los «cubits» hechos de estas misteriosas partículas podrían ser más eficientes en cuanto a almacenamiento y procesamiento de datos que los bits utilizados actualmente en computadoras digitales.
Telepatía para robots
Un equipo de la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, que previamente demostró cómo registros neurales del cerebro podían ser utilizados para mover un cursor en la pantalla de una computadora, logró en 2012 que algunas personas con parálisis movieran un brazo mecánico con sus mentes y realizasen movimientos complejos.
Si bien es cierto que la tecnología es aún experimental y extraordinariamente costosa, los científicos esperan que con algoritmos más avanzados se puedan mejorar estas prótesis y así ayudar a pacientes paralizados por apoplejías, lesiones vertebrales y otras condiciones.
Óvulos por «encargo»
Científicos japoneses de la Universidad de Kioto también ganaron protagonismo en el pasado año. Y es que por primera vez fabricaron en el laboratorio una gran cantidad de óvulos fértiles con capacidad para ser fecundados, a partir de células madre de ratón.
Los óvulos examinados dieron lugar a una amplia descendencia de ratoncillos sanos. Con ello los especialistas nipones demostraron que las células madre embrionarias de ratones pueden convertirse en óvulos viables.
Hasta la fecha el método implica que las ratonas sean por un lapso de tiempo las anfitrionas de los óvulos en desarrollo dentro de sus cuerpos, por lo que esto no cumple la meta final de los científicos: obtener óvulos totalmente en el laboratorio.
No obstante, el hallazgo puede dar lugar a nuevos tratamientos para combatir la infertilidad femenina, especialmente en el caso de las mujeres que han agotado sus óvulos fértiles, por edad o por un tratamiento médico agresivo.
El ADN no tiene basura
Un estudio de más de una década reveló que el genoma humano es más «funcional» de lo que se pensaba. La investigación, considerada la de mayor envergadura en ese campo, consiguió adentrarse en la parte oscura del genoma, que supone el 98,5 por ciento de todo el ADN humano.
El proyecto, conocido como ENCODE (Enciclopedia de elementos de ADN), develó que lo que se consideraba ADN basura no es en absoluto un desecho, sino que desempeña un papel clave en la regulación de los genes.
Si bien apenas un dos por ciento del genoma codifica proteínas, el ENCODE sugirió que alrededor del 80 por ciento del genoma es activo y ayuda, entre otras cosas, a encender o apagar los genes.
Según los científicos, los resultados contribuirán a comprender porqué pacientes con la misma enfermedad evolucionan de forma distinta, y también puede aportar importantes pistas sobre patologías como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn (inflamación crónica del tracto gastrointestinal) o afecciones cardíacas.
Los neutrinos cambian de «sabor»
Cientos de investigadores que trabajan en el Experimento Neutrino del Reactor de Daya Bay, en China, demostraron cómo los neutrinos
—generados, por ejemplo, por el Sol— se transforman de un tipo a otro mientras viajan determinadas distancias a la velocidad de la luz.
Estas elusivas partículas son muy difíciles de detectar porque atraviesan todo, casi sin interactuar, y porque «sufren» una verdadera crisis de identidad.
Existen hasta la fecha tres tipos de neutrinos, también conocidos como «sabores»: neutrino electrónico, neutrino muónico y neutrino tau. Al parecer, cuando uno de estos se propaga en el espacio, cambia de un tipo a otro, en un fenómeno que se conoce como oscilación de neutrinos.
Al decir de los expertos, los resultados podrían ayudar a explicar porqué el universo contiene tanta materia y no a partes iguales de materia y antimateria.
Tomado de Juventud Rebelde