Frank País García – Patrimonio UO

Frank I. País García (1934-1957)

Frank Isaac País García, nació el 7 de diciembre de 1934 en Santiago de Cuba, fue el primogénito de los tres hijos que tuvo el matrimonio conformado por Francisco País Pesqueira, un pastor protestante quien fue uno de los miembros fundadores de la primera Iglesia Bautista de Santiago de Cuba, casado con Rosario García Calviño, dedicada a las labores del hogar, situado definitivamente en la calle San Bartolomé (Gral. Banderas) a pocas cuadras de la casa natal de Antonio Maceo. Ambos padres procedían de Marín, Pontevedra, Galicia, España, que emigraron a Cuba. Al morir su padre, Frank contaba con 5 años de edad, y sus hermanos: Agustín y Josué de 3 y 2 años, respectivamente. Su primera vocación profesional fue la arquitectura, para ello, matriculó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba, hoy Cuqui Bosch, pero ante la necesidad de encontrar un trabajo que le permitiera ayudar a la manutención familiar, decidió cursar los estudios de magisterio, otra de sus grandes vocaciones, en la Escuela Normal de Maestros de Oriente (1949-1953). Allí fue condiscípulo de Pepito Tey, y obtuvo excelentes calificaciones en las asignaturas cursadas, asimismo, en 1952 fue electo presidente de la Asociación de Alumnos de la ENO y cambió el nombre de la revista estudiantil “Hosanna” por “El Mentor”, una evidencia de su raigal apego al pensamiento del Apóstol de la independencia de Cuba. Fue uno de los estudiantes que participó en las acciones de repudio al golpe militar encabezado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, y uno de los primeros en comprender la necesidad de emplear el recurso de las armas para sacarlo del poder, integrando o creando varias organizaciones de ese carácter en esta etapa.

El 26 de julio de 1953, concurrió con otros jóvenes al cuartel Moncada para averiguar lo sucedido y salió en busca de armas a fin de sumarse a los que combatían. Este hecho y la firmeza conservada por los participantes en el juicio, vino a confirmarlo en la idea de que la vía armada era el único camino a seguir para derrocar al régimen usurpador instaurado el 10 de marzo, y hacer la “revolución verdadera”.

Se graduó de maestro normalista el 6 de julio de 1953, y comenzó a trabajar como maestro en el Colegio El Salvador de la Segunda Iglesia Bautista de Santiago de Cuba, donde se destacó por la pasión con que formaba a sus alumnos en el respeto y amor a la Patria y sus próceres independentistas, especialmente, la veneración al pensamiento y obra de José Martí. Creó el Centro La Flor Martiana y puso en práctica la República Escolar, basada en conceptos de democratización de la escuela y participación de los estudiantes. Al mismo tiempo, matriculó junto con Pepito Tey, la carrera de Pedagogía en la Universidad de Oriente, en el curso especial de los sábados.

Frank, junto con Pepito Tey y Jorge Ibarra, entre otros estudiantes, fue partidario de situar a la FEUO en la lucha frontal contra el régimen. Durante los dos curso que estuvo en la Universidad de Oriente (1953-1954 y 1954-1955) se destacó como dirigente estudiantil universitario en su condición de secretario de la Asociación de Alumnos de la Escuela de Educación entre 1953 y 1954, miembro del Buró Agrario de la FEUO, del Comité de Lucha “Pro-Guatemala”, etc. Sin embargo, sin desdeñar la importancia de las manifestaciones de lucha estudiantil, le concedía el papel determinante a la lucha armada, de ahí su incorporación o creación de organizaciones insurreccionales: el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), constitución de Acción Revolucionaria Oriental (ARO), devenida posteriormente en Acción Nacional Revolucionaria (ANR) y su integración con el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (MR 26-7) creada por Fidel. A finales de 1955, renunció a su plaza de maestro y a proseguir sus estudios universitarios, para entregarse en cuerpo y alma a la lucha contra la tiranía.

Durante los preparativos para hacer estallar la insurrección armada en 1956, se entrevistó en dos oportunidades con Fidel en México, ocasión en que el líder revolucionario pudo aquilatar todas sus cualidades como organizador y jefe militar, promoviéndolo al cargo de Jefe Nacional de Acción de Sabotaje. Frank, organizó las acciones de apoyo al desembarco de la expedición del Granma y el alma de las acciones armadas del 30 de noviembre en Santiago de Cuba y el central Ermita en Guantánamo. Luego de resultar absuelto en el juicio por estos sucesos, se sumergió de lleno en la clandestinidad bajo los seudónimos de David-Cristian y Salvador, desarrolló una extraordinaria labor de organización y en la concepción de la estrategia de lucha y de apoyo a la Sierra Maestra, contentiva de su vertiginosa maduración política, reflejada en las palabras escritas por Fidel al conocer la noticia de su asesinato en las calles de Santiago de Cuba el 30 de julio de 1957, con apenas 22 años de edad, hecho que desencadenó una ola de protestas en todo el país y constituyó un importante acicate para impulsar la lucha contra la tiranía. Ese día ha sido instituido en Cuba como “Día de los Mártires de la Revolución”.

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