La ocurrencia de un incidente constituye un freno al desarrollo de los procesos sustantivos de una organización, por ello, la tenencia de un sistema que cuente con todos los requerimientos para enfrentar este tipo de hechos, constituye un imperativo.
De ello se deriva que, cuando el sistema informático es impactado, se deben desarrollar un conjunto acciones, que permitan reducir los daños, a la mínima expresión. Para que esto ocurra, se debe seguir un conjunto de pasos, establecidos de antemano, que definirán el éxito en la tarea.