La información personal, expresada en datos bancarios, medios, credenciales de usuarios, propiedad intelectual y otros, constituyen información sensible que debe ser protegida a toda costa con independencia de si lo hace la propia persona o una organización. Lo esencial es que se cumpla lo establecido en la ley 149/2022 que protege este tipo de información.
Uno de los grandes problemas está en la dependencia de dispositivos y aplicaciones en esta esfera, más si se ha tornado tan común la práctica del BYOD (trae tu propio dispositivo) en las operaciones habituales de las organizaciones.