Cada paso que se da a través de los canales de la virtualidad deja un rastro del que debe tomarse conciencia porque representa una especie de pasaporte de lo que se es o de cómo se actúa ante las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Este conjunto de datos que se deja en el uso de las TIC es una representación de nuestra identidad en el mundo virtual. Comprender cómo se genera, para qué se utiliza y su importancia, es fundamental para mantener un comportamiento seguro en esta esfera de la vida y se conoce como huella digital. Interiorizar en este aspecto es de importancia capital en la toma de conciencia de la necesidad de la protección de datos en una época donde la privacidad constituye un escudo para la defensa ante los ciberdelincuentes.
La huella digital (digital footprint) es el registro de todas las interacciones que un usuario realiza en la red de redes. En este aspecto se incluyen las publicaciones en redes sociales, las solicitudes para recopilar información realizadas a través de los motores de búsqueda, las compras en línea, pero también los registros en aplicaciones y servicios digitales, entre otros.
Como señala Krotoski (2012): “Tu huella digital es la sombra que proyectas en el mundo virtual, una acumulación de datos que pueden revelar más de ti de lo que imaginas.»
Esta información puede ser activa si se comparten datos conscientemente, como es el caso de un post en Facebook o pasiva si se recopila sin el consentimiento de la persona, como es el caso de la geolocalización de un dispositivo.
Según Solove (2013) en su trabajo «Nothing to Hide: The False Tradeoff Between Privacy and Security»: «Los usuarios subestiman cuánta información personal se recolecta, creyendo erróneamente que su privacidad está protegida.»
No se toma en consideración que la huella digital se crea a través de diversas actividades en línea que se realizan de manera cotidiana y sin valorar en impacto que tienen.
Son muestra de ello cada me gusta, comentario o foto que se sube a un perfil en las redes sociales, las cookies y registros de IP que se almacenan de las búsquedas y páginas visitadas al navegar en la web.
Forman parte de la huella digital también las transacciones en línea que se realizan que dejan trazas financieras y personales de cada compra o pago realizado e incluso el uso de los dispositivos de la internet de las cosas (IoT) que incluyen los teléfonos inteligentes y los asistentes virtuales (como Alexa) que recopilan recopilan datos de comportamiento, como parte de su aprendizaje para personalizar los servicios.
Como se ponen de manifiesto esta huella digital puede ser utilizada de múltiples maneras.
Es común en el mundo actual la llamada publicidad dirigida donde empresas como Google y Facebook usan tu historial para mostrar anuncios personalizados en función de los intereses mostrados a través de la actividad que realiza cada usuario. Esto se sustenta en los llamados análisis de comportamiento, que también se utilizan a nivel empresarial y gubernamental para estudia patrones que redundan en mejoras de servicios o la toma decisiones.
En el área de la seguridad y la autenticación en las instituciones bancarias y las plataformas digitales se usa la huella digital para verificar identidades y prevenir fraudes. Es por ello, que se reciben alertas cuando se entra a un servicio desde una dirección IP o un dispositivo diferente al que se utiliza de manera habitual.
Pero también se puede utilizar en la vigilancia masiva, cuando servicios gubernamentales pueden utilizar este mecanismo para rastrear actividades que pudieran o no ser sospechosas.
Es esencial conocer cuan importante es la huella digital porque permite tomar decisiones que harán más segura la existencia humana, porque servirán como una especie de barrera protectora ante posibles incidentes de seguridad.
En este sentido, tomar conciencia proteger la privacidad y evitar el robo de identidad o el uso malintencionado de tus datos, que pueden ser robados o comercializados desde los sitios por donde se transita en las redes cuya fiabilidad deja mucho que desear y que no siempre se toma en consideración cuando se aplica el principio de que “el fin justifica los medios” para obtener una información a toda costa.
También poseer una percepción del riesgo de la huella qu se deja en la red de redes contribuye a gestionar la reputación digital. Lo que se publica puede convertirse en un boumerán a futuro, afectando la vida. Pero a la vez contribuye a prevenir ciberataques porque los hackers usan información pública que se facilita, sin razonar en sus consecuencias, para ataques de phishing o ingeniería social.
Es por ello que el experto en ciberseguridad Bruce Schneier (2015) dejaba claro que: «La privacidad no es sobre tener algo que ocultar, sino sobre tener control sobre tu información”.
La huella digital es por tanto, un reflejo de tu vida en línea y puede tener consecuencias tanto positivas como negativas y es un imperativo la adopción de buenas prácticas donde son esenciales los ajustes de la configuración de privacidad, la limitación de la información que se comparte en exceso (oversharing) y el uso de herramientas de protección, para navegar de forma segura.
No es ocioso reiterar que es esencial en la prevención de incidentes entorno al tema:
1. Revisar la privacidad de las redes para limitar quienes pueden acceder a la información que se publica.
2. Valorar que información se puede publicar y si realmente es necesario compartir una determinada información.
3. Evitar la geolocalización en tiempo real, porque publicar que la ubicación de que se está en determinado sitio puede ser peligroso.
4. Es conveniente utilizar la autenticación multifactor porque protege las cuentas ante la posibilidad de que se filtren datos a través de la intercepción de los códigos SMS, el robo de cookies de sesión, o los ataques de tipo “hombre en el medio”, etc.
Referencias Bibliográficas:
– Krotoski, A. (2013). Untangling the Web: What the Internet is Doing to You. Ed. Faber & Faber. Reino Unido. ISBN: 9780571303663
– Solove, D. (2013). Nothing to Hide: The False Tradeoff Between Privacy and Security.
– Schneier, B. (2015). Data and Goliath: The Hidden Battles to Collect Your Data and Control Your World. W. W. Norton & Company. ISBN 978-0393244816