La prevención como premisa en el trabajo con las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). (I)

Los usuarios de la Universidad de Oriente, por regla general, actúan con una baja percepción de riesgo. Esta afirmación se manifiesta en procederes que dejan mucho que desear en el área de  la seguridad informática, entre los que se pueden anotar:

  1. La introducción en las PC de memorias flash, sin tomar medidas de control para evitar la pérdida de información.
  2. No comprobar los procesos de actualización de antivirus.
  3. Descarga de programas desde sitios de terceros y utilizarlos sin comprobar que son inicuos.
  4. Uso de las redes sociales sin configurar los mecanismos básicos de seguridad.
  5. Dar continuidad a “cadenas” por correo electrónico.
  6. Enviar datos a solicitud de mensajes sin comprobar su procedencia, con lo que se cae en “trampas” desarrolladas a partir de la ingeniería social.

La lista pudiera extenderse, sin que el simple enunciado de cada un de estos factores, contribuya a la solución de la problemática.

Para enfrentar el problema, se requieren mucho más que barreras físicas y lógicas impuestas desde un plan de seguridad informática con sus mandatos, o directivas de seguridad dispuestas en los servidores de la red. El papel del factor humano es determinante para llevar a feliz término el proceso.

Por ello, es importante el desarrollo de un modo de actuación proactivo que se traduzca en una actuación desde lo preventivo, que es el proceder responsable, seguro, crítico, abierto y ético, ante los aportes de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), que son el resultado de procesos sociales donde el hombre y la información como creación humana, constituyen el núcleo del sistema de relaciones en cualquier sistema informático.

Para comprender mejor esta concepción, es conveniente realizar un análisis de cada una de las partes que componen este modo de actuación.

La información que se crea, procesa y almacena con la ayuda de las TIC no puede ser vista como verdad absoluta, de ahí que mantener una posición crítica ante estos aportes, es el punto de partida para comprender su esencia.

Aquí entran a desempeñar su papel los valores de la personalidad, que no se circunscriben solamente a lo ético, visto desde la óptica de la honestidad, la responsabilidad, la laboriosidad, etc. También inciden de manera notable las posiciones a asumir ante la actividad de los hackers, los códigos maliciosos, la información como hecho sociohistórico, en fin, en la definición de la postura que adopta el individuo ante la manera en que se usan las TIC y cómo las utiliza él mismo.

(continuará)

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