¿Qué competencias requiere el proceso?
La transformación digital como salto de calidad que es dentro del proceso de la informatización requiere en el individuo del perfeccionamiento de competencias relacionadas con el manejo de las TIC. En estas mejoras del capital humano que se ponen en función al operar las tecnologías también deben desarrollarse nuevas competencias.
Es conocido que la ciberseguridad constituye un eje transversal que incide en muchos procesos y en la transformación digital, por el peso que tiene en ella las TIC, requiere de especial atención para asegurar la viabilidad de esta etapa de la informatización donde hay una modificación sensible de la cultura organizacional, los modelos de gestión y los procesos asociados a esta cambio radical en las maneras de hacer y pensar.
Las competencias, cuyo análisis se inicia en esta entrega, vista desde la óptica de la ciberseguridad, no pueden ser vistas de manera aislada, sino en su interacción con las restantes, dentro de lo que se ha nombrado modo de actuación proactivo.
Este término es visto como el manejo de las TIC por el individuo desde la prevención, con independencia del contexto y ante situaciones predeterminadas o no, que le permiten la solución de cuestiones relacionadas con el quehacer cotidiano.
Esta actuacción desde la prevención no es una condición estática, sino que implica superación continua del capital humano que eleva el nivel de las competencias de los individuos en el manejo seguro de las TIC desde la proactividad, lo que está marcado como una competencia vital en el hombre: el autoaprendizaje continuo.
Esta competencia general en el individuo aplica a la ciberseguridad, donde el entorno es cambiante y requiere de respuestas que se adapten a ese medio, en el que los ciberdelincuentes encuentran cada día, maneras diferentes de actuar para lograr sus objetivos.
En el enfrentamiento al delito informático existen múltiples vertientes en las que el individuo debe prepararse partiendo de es una realidad, que la actualización de sistemas operativos y de aplicación no puede ser exclusivo de los informáticos, por la diseminación de los medios donde deben realizarse estas operaciones. Es preciso recordar que solo así se podrán atender brechas ante las vulnerabilidades que son cerradas con estas acciones. Pero para ello es vital estar preparado para desarrollar el proceso, pero también en el conocimiento de las buenas prácticas en el manejo seguro de las TIC.
No se puede soslayar la necesidad del autoaprendizaje para el enfrentamiento a los códigos malignos, la obtención de datos de veracidad garantizada de manera segura, realizar copias de seguridad de la información vital, comprender la información como un resultado de procesos sociales cuya pérdida es irreparable. La protección de la información y los datos implica aprender a garantizar la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad.
Este proceso de autoaprendizaje solo está separado en esta exposición por razones didácticas pues se complementa con el uso seguro de las redes y la comunicación, que es una competencia vital en la era de la transformación digital donde los procesos esenciales están sustentados en la comunicación 5G y garantizar la internet de las cosas (IoT por su sigla en inglés).
Continuará …