
Creado con inteligencia artificial.
En un mundo cada vez más digitalizado, donde las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) están presentes en casi todos los aspectos de la vida, la ciberseguridad ha dejado de ser un tema exclusivo de expertos en informática o profesionales de TI para ser un problema de todos los que interactúan con las TIC. Hoy más que nunca, es vital que todas las personas, con independencia de su formación académica, de la esencia de su vínculo con las TIC o su ocupación, se involucren en el uso seguro y preventivo de estas tecnologías. La ciberseguridad no restringe la responsabilidad a empresas o gobiernos; tiene que ser un compromiso colectivo, que requiere la participación activa de cada individuo.
Panorama actual de las TIC en un mundo interconectado y vulnerable.
La digitalización trae consigo innumerables beneficios, que van desde la facilidad de comunicación hasta el acceso a información en tiempo real. Pero también abre la puerta a nuevos riesgos. Los ciberataques son cada vez más frecuentes, sofisticados y dañinos. Según un informe de Cybersecurity Ventures, se estima que el costo global del cibercrimen alcanzará los 10.5 billones de dólares anuales para 2025. Estos ataques no solo afectan a grandes corporaciones o instituciones gubernamentales; también impactan a pequeñas empresas, organizaciones sin fines de lucro y, sobre todo, a los individuos.
El amplio abanico de incidentes que va desde el robo de identidad hasta el secuestro de datos por ransomware, hace que las amenazas cibernéticas tengan consecuencias devastadoras para cualquier persona que utilice dispositivos conectados a Internet. La esencia del problema es que muchas personas subestiman estos riesgos porque creen que no son un objetivo valioso para los ciberdelincuentes, cuando la realidad es que cualquiera es una víctima potencial.
Limitaciones en la formación en TIC: Un riesgo de gran magnitud.
Uno de los mayores desafíos en ciberseguridad son las carencias en el conocimiento y toma de conciencia del problema entre los usuarios. Muchas personas no saben cómo proteger sus dispositivos, crear contraseñas seguras o identificar correos electrónicos de phishing. Este desconocimiento los convierte en eslabones débiles de la cadena, facilitando el trabajo de los atacantes.
En una organización una persona que no está familiarizado con las buenas prácticas de ciberseguridad podría hacer clic en un enlace malicioso, comprometiendo no solo su propia información, sino también la de toda la institución. De igual manera, alguien que utilice contraseñas débiles en sus cuentas personales podría ser víctima de un robo de identidad, con consecuencias que podrían afectar su vida durante años.
La Ciberseguridad, responsabilidad de todos.
La ciberseguridad no es solo un problema técnico; es un problema humano. Por ello, es esencial que todas las personas, sin importar su formación o ocupación, adopten una mentalidad preventiva y proactiva. Aquí hay algunas razones por las que esto es crucial:
1. Protección de datos personales: En la era digital, los datos personales son uno de los activos más valiosos. A ellos se integra desde la información bancaria hasta fotos privadas, todo se almacena en dispositivos o en la nube. Si no se aprende a proteger esta información para evitar robos o fraudes, de nada vale la legislación sobre la protección de datos personales.
2. Prevención de ciberataques: Muchos ciberataques se basan en la ingeniería social, es decir, en manipular a las personas para que revelen información confidencial o realicen acciones que comprometan la seguridad. Estar informado sobre estas tácticas puede marcar la diferencia entre ser víctima o evitar un ataque.
3. Contribución a la seguridad colectiva: Cuando una persona se compromete con la ciberseguridad, no solo protege su información personal, sino que también contribuye a la seguridad de su entorno. Un usuario consciente reduce el riesgo de propagación de código maligno o de brechas de seguridad en redes compartidas.
4. Adaptación a un entorno laboral cambiante: Con el auge del teletrabajo y la digitalización de procesos, el uso de dispositivos personales en el entrono laboral, entre otros, muchas personas están utilizando herramientas tecnológicas sin haber recibido la formación adecuada. Adquirir conocimientos básicos de ciberseguridad y sobre el uso de las TIC en general, es esencial para desempeñarse de manera segura y eficiente en este nuevo entorno impactado a cada instante por los avances tecnológicos.
Involucrarse en la Ciberseguridad, un modo de actuación.
Involucrarse en el uso seguro de las TIC no requiere ser un experto en informática. Algunas acciones simples para actuar desde la prevención que puede adoptar cualquier persona se pueden encontrar aquí:
– Preparación en TIC: Aprender sobre los riesgos cibernéticos más comunes y cómo prevenirlos. Existen numerosos recursos en línea, desde cursos gratuitos hasta blogs especializados, que pueden contribuir en la adquisición conocimientos básicos para el manejo seguro de las TIC.
– Utilización de contraseñas seguras: Crear contraseñas robustas y únicas para cada cuenta, y considerar el uso de gestores de contraseñas para facilitar su administración. Los nuevos estándares hacen énfasis en la longitud más que en su composición.
– Activación de la autenticación de multifactorial (2FA): Es capa adicional de seguridad puede prevenir accesos no autorizados a diversos servicios. De esta manera el acceso a la información depende de un segundo mecanismo de control para el acceso.
– Actualización de sistemas operativos y de aplicación: Instalar actualizaciones regulares de los sistemas operativos y de aplicación de manera regular, ya que estas suelen incluir parches de seguridad. Este tiene que ser un acto esencial en el modo de actuación.
– Utilización segura del correo electrónico: Verificar la autenticidad de los remitentes y evitar hacer clic en enlaces o descargar archivos adjuntos de correos sospechosos.El simple acto de poner el cursor sobre el enlace o el nombre del remitente contribuye a develar la dirección del remitente para chequear que no existan trampas.
– Protección de dispositivos móviles: Utilizar contraseñas o patrones de bloqueo, y evitar conectarse a redes Wi-Fi públicas sin una red privada virtual (VPN). En Cuba, ETECSA brinda una aplicación que realiza esta función y alerta cuando no se está conectando a un sitio oficial.
Participar en la ciberseguridad es un compromiso con el futuro digital.
La ciberseguridad es un tema que afecta a todos. En un mundo donde la tecnología está en constante evolución, es imprescindible que cada persona asuma la responsabilidad de proteger su información y contribuir a un entorno digital más seguro, que contribuye a la protección de los demás. No se trata de ser un experto, sino de adoptar u modo de actuación con hábitos preventivos y estar consciente de los riesgos.
A fin de cuentas, la ciberseguridad es una responsabilidad compartida. Cuanto más informadas y preparadas estén las personas que interactúan con las TIC, menor será el impacto de los ciberataques y más seguro será el mundo digital que se construye. El momento de actuar no espera y comienza con la participación de todos los que utilizan las TIC en la vida cotidiana.